
Un diminuto parque en Nagaizumi, Japón, fue reconocido por Guinness World Records como el más pequeño del mundo. Con solo 0,24 metros cuadrados, este curioso espacio se encuentra cerca del ayuntamiento local y fue un símbolo de la ciudad desde su creación en 1988.
A simple vista, el parque podría pasar desapercibido. No tiene senderos, zonas de juego ni amplias áreas verdes. En su lugar, ofrece un pequeño banco, algo de césped y una entrada que lo convierte en un espacio oficialmente designado para el descanso.
Para muchos, podría parecer más una decoración urbana que un parque en sí mismo, pero su tamaño y peculiaridad captaron la atención de turistas y medios internacionales.

Ubicado en la prefectura de Shizuoka, a unos 110 kilómetros al suroeste de Tokio, este microparque estuvo presente en la comunidad de Nagaizumi por más de tres décadas, aunque hasta ahora no contaba con un reconocimiento formal.
Con la certificación de Guinness World Records, la ciudad espera que su parque más pequeño del mundo se convierta en un atractivo turístico. Sus 0,24 metros cuadrados, que equivalen a dos hojas de papel A3, sorprenden a varios.
Historia y origen
El parque tiene más de 35 años de existencia, pero su origen es poco común. Fue creado en 1988 con un propósito simple: aprovechar un pequeño espacio sin uso en la carretera. En lugar de dejarlo como un simple terreno vacío, las autoridades decidieron darle una función y convertirlo en un parque.
Su diseño fue inspirado en Mill Ends Park, ubicado en Portland, Oregón, que ostentaba el récord del parque más pequeño del mundo hasta ahora.
Según Shuji Koyama, líder del equipo de gestión de construcción de Nagaizumi, la idea surgió cuando un colega visitó Estados Unidos y descubrió el parque de Portland. Al regresar a Japón, propuso crear un parque aún más pequeño que pudiera desafiar el récord existente, contó al sitio oficial del Guinness World Records.
Desde su construcción, los habitantes de Nagaizumi comenzaron a llamarlo el “parque más pequeño del mundo”, aunque nunca había sido reconocido oficialmente.
Reconocimiento oficial
A lo largo de los años, este miniparque fue tema de conversación entre los residentes y visitantes de Nagaizumi. Sin embargo, para obtener un reconocimiento formal, las autoridades locales decidieron postularlo ante Guinness World Records.

El proceso requirió la contratación de un topógrafo certificado, quien se encargó de medir el espacio con precisión y recopilar la información necesaria para cumplir con los requisitos exigidos por Guinness. Tras la verificación de los datos, la certificación fue otorgada, convirtiendo al parque en el nuevo poseedor del título mundial.
Con este reconocimiento, el parque de Nagaizumi desplazó oficialmente a Mill Ends Park en Portland, que por años había sido considerado el más pequeño del mundo y que fue la inspiración.
Impacto y declaraciones
Para la ciudad de Nagaizumi, la certificación de Guinness representó más que un simple récord: es una oportunidad para atraer turismo y promover la identidad local. Koyama, quien participó en el proceso de validación del parque, expresó su alivio y satisfacción por haber obtenido el reconocimiento oficial.
“Queremos seguir manteniendo el parque con la comunidad, así como crear un paisaje que sea más amigable con las redes sociales, para que aún más personas encuentren atractivos en nuestra ciudad”, expresó en declaraciones a Guinness World Records.
Desde su certificación, el parque comenzó a recibir más visitas, tanto de locales como de turistas que buscan tomarse fotos en este singular espacio. Su presencia en redes sociales creció, y las autoridades esperan que esta notoriedad ayude a reforzar la imagen de Nagaizumi como un destino curioso y atractivo en el corto plazo.