
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, criticó durante un encuentro con dos exrehenes la “brutal guerra psicológica” a la que denunció que somete Hamas a los cautivos en Gaza.
En un comunicado de su departamento, se informa de la reunión este miércoles por la noche entre Netanyahu, su mujer, Sara, y los exrehenes Tan Shoham, liberado el pasado 22 de febrero, y su esposa Adi, liberada en la primera tregua de noviembre de 2023 junto con sus dos hijos.
Según la nota, durante la reunión Tal Shoham les relató “el difícil período que él y sus compañeros rehenes soportaron en cautiverio”, así como “el sufrimiento diario de los rehenes”.
Durante la conversación, recordaron a los rehenes aún en cautiverio en Gaza Guy Gilboa Dalal y Evyatar David, así como la “brutal guerra psicológica” a la que fueron sometidos el pasado 22 de febrero, cuando Hamas les hizo ver desde una furgoneta la liberación de tres rehenes.
Tal Shoham fue secuestrado por Hamas el 7 de octubre de 2023 en el kibutz Beeri, donde se encontraba pasando el fin de semana junto a su familia. Tenía 38 años y cumplió 39 en cautiverio.

El 7 de octubre, Shoham fue capturado con su mujer Adi; su hija Yahel, de tres años; su hijo Naveh, de nueve; su suegra, Shoshan Haran; la tía de su mujer, Sharon Avigdori, y la hija de esta, Noam, de 12 años. Todas fueron liberadas como parte de la primera tregua en Gaza, el 25 de noviembre de 2023.
Los cuñados de la suegra de Shoham vivían en la casa de al lado y, aunque inicialmente se les dio por desaparecidos, fueron declarados muertos posteriormente.
En este sentido, Netanyahu expresó sus condolencias a la familia Shoham por su “terrible pérdida” y “su pleno agradecimiento a Adi y Tal por su lucha en cautiverio”, así como “su pesar por el prolongado tormento que soportaron”.
E insistió en que “continúan los incansables esfuerzos y actividades para liberar a todos los rehenes, vivos y muertos”.
Shoham fue liberado por Hamas, tras casi 16 meses de cautiverio, durante la primera fase del acuerdo de alto el fuego con Israel, que concluyó el pasado sábado a medianoche sin acuerdo sobre su continuación.

En esa primera fase, de 42 días, fueron liberados 33 rehenes israelíes (8 de ellos muertos) a cambio de 1.800 presos palestinos. En la Franja quedan 59 rehenes cautivos, de los cuales Israel sospecha que 35 están muertos.
Presión psicológica
Hamas ha mantenido una campaña de presión psicológica hacia Israel a través de los 251 rehenes que capturó en el ataque del 7 de octubre de 2023, que se intensificó durante la primera fase de la tregua en Gaza, tanto con vídeos de cautivos pidiendo el fin de la guerra como con ceremonias al liberarlos en las que el grupo hacía un alarde de poder.
Poco después de entregar a los últimos seis rehenes con vida previstos para la primera fase de la tregua, Hamas compartió un vídeo a modo de ‘ultimátum’ ante la segunda: dos cautivos cuya liberación depende de que el acuerdo de alto el fuego continúe, Evyatar David y Guy Gilboa-Dalal, veían llevándose las manos a la cabeza la ceremonia en la que liberaban a sus compañeros.
“Netanyahu, has acabado con nosotros”, dice en la grabación un pálido y ojeroso Guy Gilboa-Dalal (22 años) “negocia como debe ser, firma un acuerdo y acaba con esto”, añade suplicando a la cámara.
A su hermano Gal, el vídeo le llegó al móvil estando en Washington, como público de un discurso del presidente, Donald Trump, en una visita para presionar por el retorno de los rehenes.

“La primera vez que lo vi estaba en shock”, relata Gal a EFE en una llamada telefónica. Vio el vídeo sin sonido, dadas las circunstancias, junto a Ilay David, el hermano de Evyatar: “Lo importante no es lo que dicen, es lo que experimentan y cómo reaccionan. Puedes verlos a los dos en shock, tristes y consumidos”.
“Hamas está restregando (a Israel) que no han rescatado a todos los rehenes”, dice a EFE José Vericat, investigador del Real Instituto El Cano especializado en el conflicto palestino israelí, sobre la estrategia del grupo islamista.
Uno de objetivos de Israel con la guerra en Gaza, recuerda en una llamada telefónica, era recuperar a los secuestrados.
(con información de EFE)