
La isla Nyangai, ubicada frente a la costa de Sierra Leona, enfrenta una amenaza inminente de desaparición debido al aumento del nivel del mar. Según informó The Economist, en los últimos diez años, su superficie se redujo drásticamente, pasando de 700 metros de longitud a apenas 90 metros. Este fenómeno ha provocado la pérdida de gran parte de su vegetación, incluidos árboles de mango y coco, que han sido arrasados por olas cada vez más intensas. Los pocos habitantes que permanecen allí se encuentran en un asentamiento reducido, constantemente afectado por las inundaciones.
A pesar de las adversidades, los residentes de Nyangai mantienen un fuerte vínculo emocional con su hogar y se resisten a abandonarlo. Sin embargo, las proyecciones científicas son desalentadoras: se estima que en aproximadamente 15 años, la isla podría quedar completamente sumergida bajo el agua.
África, el continente más vulnerable al cambio climático
A pesar de que África ha contribuido con solo el 3% de las emisiones globales de dióxido de carbono desde la Revolución Industrial, es una de las regiones más afectadas por el cambio climático. Factores como la pobreza, la falta de infraestructura adecuada y la limitada capacidad de adaptación agravan los impactos de este fenómeno en el continente.
El cambio climático está alterando los patrones tradicionales en África, lo que se traduce en sequías más prolongadas, olas de calor extremas y tormentas e inundaciones impredecibles. Estos fenómenos tienen un impacto directo en la agricultura, un sector clave para las economías africanas, aumentando el riesgo de inseguridad alimentaria en diversas regiones.
Además, las costas africanas, como la de Nyangai, son especialmente vulnerables a la erosión y al aumento del nivel del mar, lo que podría desplazar a millones de personas en los próximos años. Esta situación coloca al continente en una paradoja: a pesar de su mínima contribución al calentamiento global, el continente soporta una carga desproporcionada de los costos humanos y económicos asociados al cambio climático.
La adaptación como única opción
La capacidad de los países africanos para influir en las políticas globales de emisiones es limitada, lo que deja a la adaptación como la única alternativa viable frente al cambio climático. No obstante, este proceso enfrenta numerosos desafíos, especialmente debido a la falta de recursos financieros.
La adaptación implica implementar medidas tanto en áreas rurales como urbanas para mitigar los efectos del cambio climático. Estas acciones incluyen la construcción de infraestructuras resistentes, la mejora de las prácticas agrícolas para enfrentar las sequías y el fortalecimiento de los sistemas de salud pública ante las olas de calor. En las ciudades africanas, que experimentan un rápido crecimiento poblacional, es crucial adaptarse a fenómenos como lluvias intensas y temperaturas extremas, que no solo afectan la infraestructura, sino que también incrementan el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua.
Asimismo, la principal barrera para la adaptación es la falta de financiación. Según el medio, los gobiernos africanos enfrentan dificultades para generar los fondos necesarios para proyectos de infraestructura climática, lo que complica aún más la tarea de proteger a las comunidades vulnerables.

Iniciativas del país
En Freetown, la capital de Sierra Leona, se implementaron medidas para enfrentar los efectos del cambio climático. Según reportó el medio, las autoridades locales han desarrollado proyectos como la instalación de cubiertas refrigerantes en mercados concurridos y la plantación de manglares en áreas propensas a inundaciones. Estas acciones buscan proteger las zonas costeras y mitigar el impacto del aumento del nivel del mar.
Además, se han llevado a cabo cumbres con alcaldes de ciudades de África Occidental para intercambiar estrategias sobre cómo mejorar la habitabilidad en un clima cada vez más extremo. Estas iniciativas reflejan un esfuerzo por parte de las comunidades locales para adaptarse a los desafíos climáticos, a pesar de las limitaciones económicas.
La urgencia de actuar
The Economist destacó que la adaptación al cambio climático en África requiere una inversión significativa. Según estimaciones de la ONU, el continente necesitará entre 30.000 millones y 50.000 millones de dólares anuales durante la próxima década, lo que equivale al 2-3 % del PIB de la región. Sin embargo, los gobiernos africanos no cuentan con los recursos necesarios para financiar estas iniciativas, lo que los obliga a depender de la ayuda internacional.
El Banco Mundial estima que cada dólar invertido en infraestructura climática podría ahorrar hasta 4 dólares en costos de reconstrucción, lo que subraya la importancia de actuar con urgencia. La falta de financiamiento adecuado no solo pone en riesgo los esfuerzos de adaptación, sino que también podría aumentar los costos a largo plazo, tanto en términos económicos como humanos.
La situación de la isla Nyangai y el panorama general en África reflejan la necesidad de una acción global para abordar los efectos del cambio climático. Sin un apoyo financiero significativo y una colaboración internacional efectiva, millones de personas en el continente seguirán enfrentando las devastadoras consecuencias de un problema que no generaron.