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Las fuerzas de seguridad de Taiwán han detenido este jueves al capitán del buque Hongtai, de bandera togolesa, sospechoso de haber causado daños a un cable submarino de telecomunicaciones en los alrededores de la isla. El barco transportaba ocho tripulantes de nacionalidad china. Hasta el momento, China no ha emitido declaraciones sobre el incidente.
El capitán, identificado como Wang, permanecerá bajo custodia mientras se llevan a cabo las investigaciones correspondientes. La Fiscalía de Taiwán ha indicado que el tribunal que aprobó su arresto ha ordenado que permanezca incomunicado, al considerar que existe un “alto riesgo de fuga” y la posibilidad de manipulación de pruebas, según la agencia taiwanesa de noticias CNA.
La Guardia Costera de Taiwán informó el martes que el Hongtai es sospechoso de dañar un cable submarino que conecta la isla con el archipiélago de Pescadores (Penghu). Además, aseguró que “es necesario investigar y aclarar” si el incidente fue un accidente o un acto de sabotaje intencionado, señalando que la investigación sigue en curso.
La Guardia también señaló que el buque tiene “un historial de capital chino”, y al ser escoltado hasta la isla, “no puede descartarse que se tratara de una operación de intrusión por parte de China”.
Las tensiones entre Beijing y Taipéi se remontan a 1949, cuando las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang se refugiaron en Taiwán tras perder la guerra civil ante el Partido Comunista Chino. China considera a Taiwán como una provincia bajo su soberanía y ha reiterado que no tolerará su independencia, sin descartar el uso de la fuerza para impedirla.
En este contexto, el Ministerio de Defensa de China lanzó este jueves una firme advertencia a las autoridades del Partido Progresista Democrático (PPD) de Taiwán, afirmando que “tarde o temprano iremos a buscarlos”.
Esta amenaza responde específicamente a la decisión de Taiwán de prolongar la fase de fuego real en el ejercicio militar Han Kuang 41 y desplegar hasta 3.000 tropas de reserva. Según el portavoz del Ministerio de Defensa de Taiwán, estas medidas forman parte de una estrategia de Washington para contener a China mediante el uso de Taiwán como herramienta, calificándolas como una maniobra provocadora y arriesgada.
Además, el portavoz Wu Qian subrayó que la cuestión de Taiwán es un asunto interno de China y advirtió que no se permitirá ninguna interferencia externa en este tema.
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En este contexto, la comunidad internacional sigue de cerca la evolución de los acontecimientos, mientras las relaciones entre China y Taiwán continúan marcadas por la tensión y la incertidumbre. El desarrollo de la investigación y la respuesta de China al incidente podrían influir aún más en el ya complejo escenario de las relaciones entre Beijingy Taipéi.
(Con información de Europa Press)