El Ejército surcoreano desplegó este martes un nuevo misil antibúnker de fabricación nacional, diseñado para atacar objetivos subterráneos enemigos, así lo anunció este martes el Estado Mayor Conjunto (JCS, por sus siglas en inglés).
La medida busca reforzar la capacidad disuasoria ante las amenazas militares del régimen de Kim Jong-un.
El nuevo misil táctico superficie-superficie (KTSSM), tiene la capacidad de realizar ataques de precisión simultáneos en un corto periodo de tiempo contra la artillería de largo alcance norcoreana, detalló el JCS en un comunicado.
El KTSSM, también llamado Ure (que significa “trueno” en coreano), es un misil balístico táctico desarrollado para destruir piezas de artillería de largo alcance de Corea del Norte que podrían estar ocultas en cuevas y túneles. Se estima que su alcance es de 180 kilómetros.
Muchas de estas piezas de artillería norcoreana están posicionadas dentro del rango de ataque de Seúl, la capital surcoreana, donde reside casi la mitad de los 51 millones de habitantes del país.
En un escenario de conflicto, estos sistemas podrían causar graves daños a infraestructuras clave y a la población civil en cuestión de minutos.
El despliegue del KTSSM responde a la necesidad de Corea del Sur de neutralizar rápidamente esta amenaza en caso de un ataque sorpresa. Su capacidad de ataque simultáneo permite impactar múltiples objetivos a la vez, aumentando la efectividad de la respuesta militar surcoreana.
El JCS enfatizó que este despliegue brinda a las fuerzas armadas surcoreanas una capacidad “abrumadora” para neutralizar completamente al enemigo en caso de contingencia.
“Nuestro Ejército vigilará de cerca las diversas actividades militares de Corea del Norte bajo la sólida postura de defensa combinada de Corea del Sur y Estados Unidos y mantendrá la capacidad y la postura abrumadoras para contrarrestar cualquier amenaza norcoreana de manera decisiva”, declaró el JCS en su comunicado.
El despliegue del KTSSM se produce en un contexto de tensión en la península coreana, con el régimen de Kim Jong-un realizando pruebas de misiles de largo alcance, maniobras militares y demostraciones de fuerza en respuesta a los ejercicios conjuntos entre Seúl y Washington.
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La dictadura norcoreana ha incrementado su retórica belicista en los últimos meses, advirtiendo que cualquier ataque contra su territorio será respondido con “una represalia sin precedentes”.
A su vez, Corea del Sur ha reforzado su capacidad militar con el desarrollo de tecnología bélica avanzada y el aumento de la cooperación con EEUU en defensa y seguridad.
Los titulares de Exteriores de Corea del Sur, Japón y EEUU reafirmaron el sábado su compromiso para logar una “completa desnuclearización” de Corea del Norte y denunciaron las “extendidas y sistemáticas” violaciones de los derechos humanos por parte de Pyongyang, durante una reunión alterna en la Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania).
Los cancilleres surcoreano, japonés y estadounidense, Cho Tae-yul, Takeshi Iwaya y Marco Rubio, respectivamente, se dieron cita en lo que supuso el primer encuentro trilateral de este tipo desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retornara a la Casa Blanca en enero.
Los jefes de la diplomacia de los tres países quisieron de este modo enviar un “fuerte” mensaje al régimen que lidera Kim Jong-un y subrayar su alianza de seguridad frente a sus “provocaciones”, además de manifestar su voluntad de continuar aplicando el régimen de sanciones contra Pyongyang, según dijeron en un comunicado.
(Con información de EFE)