El Centro Pompidou cierra por cinco años: ¿qué traerá de nuevo?

Tras casi 50 años, se someterá a una profunda transformación. Cuáles son los detalles de la renovación, su impacto cultural y lo que los visitantes pueden esperar al reabrir sus puertas

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El Centro Pompidou, inaugurado en
El Centro Pompidou, inaugurado en 1977, revolucionó la arquitectura con su diseño industrial en el corazón de París (Reuters)

El Centro Pompidou, inaugurado en 1977, marcó un hito en la arquitectura y la vida cultural de París. Su diseño rompió con los cánones tradicionales de la ciudad, destacando en el barrio de Marais por su imponente estructura industrial, con tuberías expuestas de colores brillantes que le conferían una apariencia futurista y audaz.

Este centro cultural, que fue presentado por el entonces presidente Georges Pompidou, tenía como objetivo principal crear un espacio que combinara museos, arte contemporáneo y creatividad en una estructura moderna y siempre en evolución.

Pompidou se inspiró en la arquitectura de museos como el Guggenheim de Nueva York, y expresó en 1972 su deseo de contar en París con un centro cultural de esta naturaleza, que funcionara como un museo y un centro de creación.

Con su colección permanente de 140.000 piezas, que incluyen obras de artistas como Picasso, Matisse y Chagall, y una visita anual de 3,2 millones de personas, el Pompidou ha sido un referente cultural en París. Sin embargo, tras casi 50 años de actividad, se enfrenta a una etapa de renovación que lo llevará a cerrar sus puertas por un período estimado de cinco años, desde 2025 hasta 2030.

Esta decisión no ha sido fácil y ha generado controversia en la comunidad artística, ya que el centro es considerado uno de los museos más importantes de la capital francesa.

Cierra el Centro Pompidou: los motivos

El cierre, que comenzó a fines del 2024, es necesario para llevar a cabo una renovación técnica que aborde diversos problemas estructurales del edificio, como la presencia de amianto y la mejora de la eficiencia energética.

Uno de los principales problemas es la presencia de amianto en la estructura, un material que se utilizaba ampliamente en la construcción por sus propiedades aislantes, pero que ahora es conocido por sus riesgos para la salud. La eliminación de este material es esencial para cumplir con las normativas actuales y evitar posibles riesgos para los visitantes y el personal.

Además, el edificio tiene una huella de carbono considerable, lo que plantea un desafío importante en términos de sostenibilidad. Distribuido en diez niveles, el Pompidou requiere grandes cantidades de energía para calefaccionar y enfriar sus espacios, lo que contribuye significativamente a su impacto ambiental.

A esto se suman las necesidades de reforzar las medidas de seguridad del edificio, una preocupación creciente en un contexto global marcado por la amenaza del terrorismo.

Las obras de renovación del
Las obras de renovación del centro tendrán un costo de 260 millones de euros financiados con fondos públicos (Centre Pompidou)

La renovación del Pompidou

El nuevo Centro Pompidou no solo abordará los problemas técnicos y de seguridad, sino que también incluirá una transformación cultural significativa, con el objetivo de conservar la esencia original del centro y adaptarlo a las nuevas demandas del siglo XXI.

La renovación contemplará una serie de cambios de gran escala, que incluirán la mejora de la plaza exterior, la reestructuración de las galerías, el cine, las áreas de espectáculos y los espacios comerciales.

Este enfoque pretende difuminar las fronteras entre las distintas disciplinas artísticas, lo que permitirá una mayor interacción entre la biblioteca, las galerías de arte, el cine y otros espacios del Pompidou.

Una de las características destacadas del nuevo Pompidou será la creación de un “centro de la nueva generación”, un espacio gratuito destinado a fomentar el juego y la creatividad de niños de entre cero y quince años, que refleje la visión de un centro cultural más inclusivo y accesible. Además, el proyecto incluye la reutilización de materiales reciclados del edificio original, lo que subraya el compromiso con la sostenibilidad y la preservación del patrimonio arquitectónico.

Esta ambiciosa reestructuración será liderada por el estudio de arquitectura Moreau Kusunoki, que ganó el concurso para el proyecto tras una selección reñida, junto con la diseñadora asociada Frida Escobedo Studio. Se estima que la renovación tendrá un costo de 260 millones de euros (282 millones de dólares) y será financiada con fondos públicos.

Las reacciones al cierre

La comunidad del arte y la cultura en Francia se manifestó en desacuerdo con la decisión del gobierno de cerrar el centro durante cinco años. En una carta abierta dirigida al gobierno, un grupo de figuras influyentes calificó el cierre como un “grave error” y un “golpe a la vida cultural de nuestro país”. Estas voces críticas subrayan la importancia del Pompidou no solo como un museo, sino como un “servicio público” esencial para la cultura contemporánea en París.

En su carta, los firmantes reconocieron la necesidad de abordar los problemas técnicos del edificio, como la eliminación del amianto, pero propusieron una solución diferente. Sugirieron que las obras de renovación se realizaran por etapas, permitiendo que el centro siguiera funcionando parcialmente durante el proceso. De esta manera, se podría garantizar el acceso a la cultura sin interrumpir drásticamente la actividad cultural de la ciudad.

Aunque estos museos privados cuentan con recursos y atracciones destacadas, los críticos del cierre del Pompidou insisten en que el centro es una de las pocas instituciones públicas que garantiza el acceso democrático y gratuito a la cultura.

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