Ferrari limitará las personalizaciones extravagantes para proteger la identidad de su marca

La firma italiana busca encontrar un equilibrio entre rentabilidad y exclusividad, tomando medidas para evitar las modificaciones exóticas que afecten el valor y la percepción de sus autos

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Benedetto Vigna asegura que no
Benedetto Vigna asegura que no permitirán personalizaciones que comprometan la identidad de Ferrari (REUTERS/Daniele Mascolo/File Photo)

Ferrari está planeando tomar medidas para limitar las personalizaciones extravagantes de sus vehículos, con el fin de preservar su exclusividad y la identidad de la prestigiosa marca.

Según el CEO, Benedetto Vigna, la compañía está considerando reducir las opciones de personalización disponibles, especialmente en lo que respecta a colores y modificaciones posteriores a la compra.

La decisión responde al creciente número de solicitudes de personalización llamativas y extravagantes, que podrían afectar la imagen de la marca y su valor en el mercado. El temor a que suceda aumenta y se tomarían cartas en el asunto.

Así modificó su Ferrari Deadmau5,
Así modificó su Ferrari Deadmau5, un DJ canadiense

Un cambio en la estrategia de personalización

Vigna contó a The Telegraph que Ferrari estuvo reflexionando sobre un enfoque más controlado en cuanto a la personalización de sus autos, incluyendo la posibilidad de simplificar su catálogo de colores

“Hemos estado pensando internamente en definir de antemano las combinaciones de colores. Tenemos que prestar atención porque tenemos que defender los valores y la identidad de la marca. No haremos un coche extraño, seguro”, aseguró el ejecutivo.

En los últimos años, la demanda de colores menos convencionales aumentó, con algunos clientes pidiendo tonos como el rosa.

Aunque históricamente el rosso corsa, el rojo característico de la firma italiana, fue el color predominante, hoy solo alrededor del 40% de los nuevos autos de la empresa se venden en ese tono.

“Hay lugares en el mundo donde les gusta tener un menú fijo. Hay otros lugares donde prefieren comida a la carta y tener la libertad de elegir lo que quieren”, afirmó Vigna, destacando las diferencias culturales en la forma de personalizar los vehículos.

El impacto de la personalización en el valor de reventa

Un aspecto clave para Ferrari es cómo las personalizaciones afectan el valor de los autos en el mercado de segunda mano. Vigna explicó que algunas modificaciones pueden reducir el atractivo de un coche para futuros compradores, lo que afectaría su reventa.

Solo el 40% de los
Solo el 40% de los autos nuevos de Ferrari se venden en el clásico color rosso corsa (REUTERS/Daniele Mascolo/File Photo)

Hay algunas combinaciones que no agradan ni son del agrado del segundo comprador potencial”, afirmó Vigna. Comparó este fenómeno con el ejemplo de una camiseta de fútbol con el nombre de otro jugador, que pierde valor para un nuevo dueño.

La marca italiana, por lo tanto, está considerando medidas que incluyen la inclusión en una lista negra a aquellos clientes que realicen personalizaciones demasiado extremas, lo que limitaría su capacidad para adquirir nuevos modelos.

En este sentido, el programa Ferrari Approved, que certifica y renueva los autos usados, es una herramienta clave para garantizar que los vehículos que vuelven al mercado de segunda mano mantengan un alto estándar de calidad y coherencia con la imagen de la marca.

Según Fortune, el director de autos usados ​​de Ferrari, Andrea Scioletti, afirmó que más del 90% sigue en circulación. Esto subraya la importancia de mantener la integridad de los modelos a lo largo del tiempo.

El programa Ferrari Approved cuida
El programa Ferrari Approved cuida los estándares de calidad en el mercado de segunda mano (REUTERS/Arnd Wiegmann/File Photo)

La rentabilidad de la personalización y el reto para Ferrari

A pesar de estas restricciones, la personalización sigue siendo una fuente importante de ingresos para Ferrari. En 2024, la compañía facturó más de 1.350 millones de dólares por concepto de modificaciones personalizadas, lo que representó aproximadamente una quinta parte de sus ingresos totales, de acuerdo con Fortune.

Este dilema entre rentabilidad y exclusividad también se refleja en otros fabricantes de autos de lujo. Bentley, por ejemplo, generó cerca de 3.100 millones de dólares el año pasado gracias a su programa de personalización.

Rolls Royce, por su parte, invirtió 376 millones de dólares en su fábrica para ampliar su capacidad de producir modelos completamente a medida, agregó la revista empresarial. Sin embargo, la empresa italiana sigue apostando por un enfoque más selectivo, alineando las modificaciones a la visión de la marca.

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