Moldavia, entre la pobreza y el estancamiento económico en un contexto de crisis prolongada

Con ingresos insuficientes y pocas oportunidades laborales, la población lucha por mejorar su calidad de vida en medio de una economía frágil, sin poder salir del subdesarrollo

Guardar
Moldavia enfrenta múltiples desafíos económicos
Moldavia enfrenta múltiples desafíos económicos y sociales, mientras busca estabilidad política y acercamiento a la Unión Europea (Wikipedia)

Moldavia se encuentra en una encrucijada económica y social que la convierte en el segundo país más pobre de Europa, luego de Ucrania. A pesar de décadas de crecimiento moderado y de intentos de modernización, su desarrollo sigue rezagado frente a otras naciones del continente. La estructura de su economía, basada en la agricultura y en las remesas enviadas por emigrantes, no ha logrado consolidar un modelo de crecimiento sostenido.

Moldavia es un país de
Moldavia es un país de Europa del Este, situado entre Rumania y Ucrania, sin acceso al mar. Su posición geográfica la convierte en un punto estratégico, pero también la hace vulnerable a la inestabilidad regional y las crisis energéticas

La falta de inversión, la alta dependencia de importaciones energéticas, la corrupción y una crisis demográfica prolongada han mantenido al país en una situación de fragilidad. La inestabilidad geopolítica en la región, sumada al conflicto en la región separatista de Transnistria, complica aún más sus perspectivas de desarrollo.

Según el Banco Mundial, la economía moldava ha mostrado signos de recuperación en los últimos años, pero la inestabilidad generada por la guerra en Ucrania y la dependencia de importaciones energéticas la mantienen en una situación vulnerable. La falta de diversificación en sus fuentes de ingresos y el bajo crecimiento de la productividad impiden un progreso sostenido.

La economía moldava se sostiene
La economía moldava se sostiene en la agricultura y el dinero enviado por emigrantes, pero la corrupción, la falta de inversión y el bajo crecimiento dificultan su desarrollo y mantienen al país como el más pobre de Europa (Wikipedia)

Las zonas rurales de Moldavia son las más afectadas por la pobreza, debido a la escasez de servicios básicos y la falta de oportunidades laborales. El acceso a educación y salud sigue siendo limitado en comparación con los estándares europeos, lo que dificulta la movilidad social de su población.

El Banco Mundial advierte que las remesas, que históricamente han sido una fuente importante de alivio para la pobreza, están disminuyendo, mientras que la baja participación en el mercado laboral y las tasas de empleo reducidas impiden que el país transite hacia un modelo de crecimiento basado en el empleo. Según datos de World Atlas, aproximadamente el 26% de la población vive en condiciones de pobreza.

La estructura demográfica de Moldavia representa otro factor clave en su situación económica. La emigración masiva de ciudadanos en edad productiva ha reducido considerablemente la fuerza laboral disponible.

De acuerdo con The Borgen Project, el país enfrenta una crisis poblacional en la que la tasa de natalidad es insuficiente para mantener estable el número de habitantes. La baja tasa de fertilidad, estimada en 1.3 hijos por mujer en 2020, junto con la salida de trabajadores hacia países con mejores oportunidades económicas, han generado un envejecimiento de la población que pone presión sobre el sistema de pensiones y los servicios públicos.

Con una alta tasa de
Con una alta tasa de emigración y una infraestructura rezagada, Moldavia lucha por modernizarse mientras la inestabilidad en la región y el conflicto en Transnistria complican su camino hacia la integración europea (Europa Press)

Moldavia ha intentado mejorar su situación económica mediante la integración con la Unión Europea. En 2024, el país celebró un referéndum en el que la mayoría de los votantes aprobó la inclusión del objetivo de adhesión en la Constitución. Según EFE, la votación se desarrolló en un contexto de fuerte polarización, con el apoyo de la presidenta Maia Sandu y la oposición de Rusia.

El gobierno moldavo busca acceder a los beneficios económicos del bloque europeo, pero para ello debe implementar reformas estructurales que permitan mejorar la transparencia, reducir la corrupción y fortalecer el Estado de derecho.

La Comisión Europea ha anunciado un paquete de ayuda económica de 1.800 millones de dólares para apoyar el desarrollo del país en los próximos años, pero su capacidad de absorber y gestionar estos fondos sigue siendo un reto.

Maia Sandu, economista y exfuncionaria
Maia Sandu, economista y exfuncionaria del Banco Mundial, asumió su segundo mandato de la presidencia de Moldavia en noviembre de 2024 (Reuters)

El sector energético es otro elemento que incide en la vulnerabilidad económica de Moldavia. Su alta dependencia de las importaciones de gas y electricidad lo hace susceptible a crisis energéticas. Según el Banco Mundial, la posibilidad de que se interrumpa el tránsito de gas a través de Ucrania es una de las principales amenazas para la estabilidad del país.

Además, el cambio climático agrava la situación, ya que Moldavia enfrenta sequías y otros desastres naturales que afectan su producción agrícola y, por ende, su economía.

La corrupción y la falta de confianza en las instituciones han sido problemas persistentes. En 2015, un escándalo de corrupción reveló la malversación de aproximadamente 1.000 millones de dólares, una cifra equivalente al 12,5% del PIB del país en ese momento. Según el Índice de Percepción de la Corrupción de 2023, Moldavia obtuvo 42 puntos, lo que la posiciona en el puesto 76 entre 180 países, lo que refleja la magnitud del problema.

El desempleo en Moldavia es relativamente bajo en términos estadísticos, con una tasa del 4% según World Atlas. Sin embargo, estos números no reflejan la realidad del mercado laboral, donde una gran parte de la población trabaja en condiciones de informalidad o en sectores de baja productividad.

Asimismo, los salarios en Moldavia son significativamente menores que en otros países europeos. Según Datos Macro, el salario mínimo en 2025 será de 284,8 euros, una cantidad que no permite cubrir adecuadamente las necesidades básicas de una familia.

El turismo y la industria vinícola representan sectores con potencial de crecimiento, pero aún no generan suficiente impacto en la economía del país. Moldavia es uno de los destinos menos visitados de Europa. Según Express UK, en 2023 recibió solo 319.000 turistas. Sin embargo, el país cuenta con atractivos como la mayor bodega subterránea del mundo, Milestii Mici, con más de dos millones de botellas almacenadas.

Además, su capital, Chisináu, combina arquitectura de la era soviética con desarrollos modernos y mercados locales que reflejan su historia y cultura, pero no cuenta con el apoyo del turismo que pueda disfrutar de estos sectores.

La capital de Moldavia, Chisináu,
La capital de Moldavia, Chisináu, refleja las contradicciones del país con su mezcla de arquitectura soviética y desarrollos modernos, mientras enfrenta desafíos como la falta de inversión, la migración masiva y un bajo crecimiento económico (Reuters)

Uno de los mayores obstáculos que enfrenta Moldavia en su desarrollo económico es el conflicto territorial con la región separatista de Transnistria. Esta franja de tierra en la frontera con Ucrania se declaró independiente en 1990 y mantiene una estrecha relación con Rusia.

Según la BBC, en Transnistria todavía se observan estatuas de Lenin y banderas rusas, lo que refleja su alineación con Moscú. Además, Rusia mantiene tropas en la región y no reconoce la autoridad de Chisináu sobre el territorio.

La región separatista de Transnistria
La región separatista de Transnistria sigue siendo un foco de tensión en Moldavia, con apoyo de Rusia y un gobierno no reconocido por Chisináu, lo que complica la estabilidad del país y su integración en la Unión Europea (Reuters)
Guardar