Descubren en Rusia un enigmático sitio prehistórico con casi 3.000 huesos de mamut

Arqueólogos investigan un misterioso círculo construido hace 25.000 años, arrojando nuevas pistas sobre el propósito de estos animales y la vida en la Edad de Hielo

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Según el nuevo análisis, no
Según el nuevo análisis, no todos los mamuts estaban relacionados entre sí (Quaternary Environments and Humans, 2025)

Hace aproximadamente 25.000 años, en plena Edad de Hielo, un grupo de cazadores-recolectores en la región que hoy corresponde a Rusia emprendió un proyecto arquitectónico sin precedentes: la construcción de una estructura circular de 12 metros de diámetro, ensamblada con huesos de más de 60 mamuts lanudos.

Ubicado a unos 480 kilómetros al sur de Moscú, el sitio arqueológico conocido como Kostenki 11 ha desconcertado a los especialistas durante décadas. La cantidad de huesos, su disposición y el propósito de la edificación han sido objeto de numerosas hipótesis, y recientes estudios basados ​​en análisis de ADN y datos por radiocarbono han arrojado nueva luz sobre este enigma prehistórico.

Un descubrimiento monumental en la prehistoria

El yacimiento de Kostenki 11 fue descubierto en 1951, aunque no fue hasta 2014 que los arqueólogos encontraron su estructura más grande y compleja: un círculo de 12 metros de diámetro compuesto por aproximadamente 2.982 huesos de al menos 64 mamuts.

Estos restos estaban organizados de forma deliberada y acompañados por fragmentos de madera carbonizada y huesos de mamut quemados, además de restos vegetales que incluyen plantas similares a patatas, zanahorias y chirivías.

El sitio forma parte de un grupo de aproximadamente 70 estructuras de huesos de mamut halladas en Europa del Este, aunque la de Kostenki 11 destaca por su antigüedad y dimensiones. La razón por la que estas comunidades prehistóricas construyeron estructuras con restos de estos animales sigue siendo incierta, pero su tamaño sugiere que pudo haber tenido una función más allá del simple refugio.

Investigaciones recientes: ADN, caza y recolección de huesos

Con este avance, los científicos
Con este avance, los científicos examinaron con mayor precisión el origen y las características de los huesos hallados en Kostenki 11 (Quaternary Environments and Humans, 2025)

Con el avance de las técnicas de análisis genético y de datación, los científicos han podido examinar con mayor precisión el origen y las características de los huesos hallados en Kostenki 11. En un estudio reciente publicado en la revista Quaternary Environments and Humans, los investigadores analizaron 39 muestras de huesos y encontraron indicios de clave sobre su procedencia y el comportamiento de los humanos que los recolectaron.

Uno de los hallazgos más relevantes fue la predominancia de hembras y crías en los restos óseos. De los 30 individuos analizados, 17 eran hembras y 13 machos, lo que sugiere que los cazadores-recolectores no atrapaban mamuts solitarios, sino que interactuaban con manadas completas.

Dado que los mamuts lanudos vivían en grupos liderados por hembras, los investigadores plantean que estos grupos humanos no utilizaban trampas individuales, sino que cazaban en zonas donde estos animales se congregaban.

Otro descubrimiento crucial es la variación en la antigüedad de los huesos. Al menos dos de los restos analizados resultaron ser varios cientos de años más antiguos que otros hallados en el mismo sitio. Esto sugiere que los constructores de Kostenki 11 no solo cazaban mamuts vivos, sino que también recolectaban huesos de animales muertos tiempo atrás, posiblemente de depósitos naturales conocidos como lechos de huesos.

“No tenemos evidencia para decir si los humanos cazaron directamente a los mamuts, y deducimos que probablemente fueron encontrados en lechos de huesos naturales y transportados al sitio”, explicó Eline D. Lorenzen, ecóloga molecular de la Universidad de Copenhague. Este hallazgo refuerza la idea de que la obtención de huesos no dependía únicamente de la caza, sino también de la búsqueda de restos antiguos.

Hipótesis sobre la función del sitio

El propósito de la estructura de Kostenki 11 sigue siendo un misterio, pero los arqueólogos han planteado varias hipótesis sobre su posible uso:

  1. Refugio o vivienda: la teoría inicial sugiere que la estructura podría haber servido como un refugio temporal en las duras condiciones climáticas de la Edad de Hielo. Sin embargo, su gran tamaño y la ausencia de restos de techos hacen que esta explicación sea poco probable.
  2. Centro de procesamiento y almacenamiento de alimentos: otra posibilidad es que el sitio fuera utilizado para procesar y almacenar carne de mamut en el permafrost circundante. Esto explicaría la presencia de huesos quemados y vegetales carbonizados, aunque no hay evidencia directa de que funcione como un depósito de carne.
  3. Espacio ceremonial o ritualístico: algunos investigadores sugieren que Kostenki 11 podría haber tenido un significado simbólico o ritualístico. La forma en que los huesos fueron dispuestos con tanto cuidado, sumado al gran esfuerzo necesario para recolectarlos, podría indicar que el sitio tenía una función más espiritual que práctica.
  4. Lugar de reunión o campamento estacional: también se ha sugerido que la estructura podría haber sido un punto de encuentro para grupos nómadas, quienes la utilizaban en momentos específicos del año. Esto explicaría la larga duración del sitio y la presencia de huesos de diferentes edades.
El enigma de Kostenki 11
El enigma de Kostenki 11 sigue sin resolverse por completo y desconcierta a los científicos (Quaternary Environments and Humans, 2025)

Un legado de la supervivencia en la Edad de Hielo

El descubrimiento de Kostenki 11 y su análisis detallado han permitido a los arqueólogos comprender mejor la vida de los cazadores-recolectores de la Edad de Hielo. En un entorno marcado por condiciones extremas, estos grupos humanos demostraron una notable capacidad de adaptación al aprovechar los recursos disponibles, ya fuera mediante la caza, la recolección de huesos o el uso estratégico del paisaje.

El arqueólogo Alexander Pryor, de la Universidad de Exeter, destacó que el sitio de Kostenki 11 “está dando una visión real de cómo nuestros antepasados ​​humanos se adaptaron al cambio climático y utilizaron los materiales que tenían a su alrededor”.

Más allá de su función específica, la estructura de los huesos de mamut refleja la complejidad cultural y la organización de estas antiguas comunidades, mostrando cómo lograron sobrevivir en uno de los períodos más hostiles de la historia humana.

A pesar de los avances científicos, el enigma de Kostenki 11 sigue sin resolverse por completo. Con cada nuevo estudio, los investigadores se acercan un poco más a comprender la historia detrás de este extraordinario sitio arqueológico, cuyo legado sigue asombrando a la comunidad científica y al mundo entero.

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