Rahim Al-Hussaini fue designado como el nuevo líder de los musulmanes ismaelitas, tras la muerte de su padre

La Red de Desarrollo Aga Khan confirmó la sucesión tras la lectura del testamento del fallecido líder, en una ceremonia realizada en presencia de su familia y líderes religiosos en Lisboa

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El príncipe Rahim Al-Hussaini fue
El príncipe Rahim Al-Hussaini fue nombrado 50º imán hereditario o líder espiritual de los musulmanes ismailíes (REUTERS)

Rahim al Husaini fue designado como el nuevo Aga Khan V, líder espiritual de la comunidad ismailí, tras la muerte de su padre, Karim al Husaini, conocido como Aga Khan IV, a los 88 años en Lisboa.

La Red de Desarrollo Aga Khan (AKDN) confirmó la sucesión tras la apertura del testamento del fallecido líder, en una ceremonia realizada en presencia de su familia y líderes religiosos.

La comunidad ismailí informó que el nombramiento se realizó de acuerdo con la tradición y las prácticas históricas del Islam chií ismailí, en la que el imán hereditario designa a su sucesor en vida a través de un testamento.

Con este nombramiento, Rahim al Husaini se convierte en el 50º imán de esta comunidad, que cuenta con seguidores en más de 25 países de Asia, África y Oriente Próximo.

Rahim al Husaini, primogénito de Aga Khan IV, ocupó un papel relevante dentro de la Red de Desarrollo Aga Khan (AKDN), la organización establecida por su padre para promover el desarrollo social y económico en diversas regiones del mundo.

A través de esta institución, estuvo involucrado en iniciativas que abarcan salud, educación, vivienda y desarrollo económico, áreas en las que la AKDN opera con un presupuesto anual estimado en 1.000 millones de dólares.

Vista del Imamat Ismaili Diwan
Vista del Imamat Ismaili Diwan en la mansión Henrique Mendonca, con la bandera a media asta tras el anuncio de la muerte del príncipe Karim Al-Husseini Aga Khan IV (REUTERS/Pedro Nunes)

Desde hace años, Rahim al Husaini representó a la organización en diferentes foros internacionales y trabajó en el fortalecimiento de los programas de desarrollo impulsados por la AKDN, particularmente en sectores como el acceso a servicios básicos y la educación en comunidades vulnerables. Su liderazgo dentro de la red fue fundamental en la continuidad de los proyectos humanitarios que su padre promovió durante su vida.

Con su nombramiento como Aga Khan V, se espera que continúe con la labor de modernización de la comunidad ismailí y el impulso a los programas de desarrollo, manteniendo al mismo tiempo la orientación espiritual y la preservación de la identidad religiosa de los ismailíes.

El legado de Aga Khan IV y su impacto global

Karim al Husaini, Aga Khan IV, nació el 13 de diciembre de 1936 en Creux-de-Genthod, Suiza, y asumió el liderazgo de los ismailíes en 1957, con apenas 20 años, mientras estudiaba en Harvard.

Su abuelo, Aga Khan III, lo nombró sucesor en su testamento, omitiendo a su propio hijo y argumentando que la comunidad necesitaba un líder joven y preparado para los desafíos del futuro.

Durante más de seis décadas, combinó su rol de líder espiritual con una intensa actividad filantrópica, promoviendo el desarrollo en comunidades vulnerables en países como Bangladesh, Afganistán y Tayikistán.

A través de la AKDN, estableció redes de hospitales, escuelas, universidades y proyectos de infraestructura que han beneficiado a millones de personas.

El legado de Aga Khan
El legado de Aga Khan IV y su impacto global (AP/Steven Senne)

Aga Khan IV también fue un destacado promotor del arte y la arquitectura islámica, fundando el Premio Aga Khan de Arquitectura, uno de los reconocimientos más prestigiosos en la disciplina.

Además, estableció programas en colaboración con instituciones como Harvard y el MIT, destinados a la preservación y difusión del patrimonio cultural islámico.

Además de su papel en el ámbito humanitario y cultural, Aga Khan IV tuvo una fuerte presencia en el mundo deportivo y ecuestre. Fue un criador de caballos de renombre y representó a Irán en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1964, en la disciplina de esquí.

Su liderazgo lo convirtió en una figura reconocida a nivel mundial y le permitió entablar relaciones diplomáticas con diversos gobiernos. En 1957, tras su proclamación oficial como líder de los ismailíes en Dar es Salaam, Tanzania, la reina Isabel II de Reino Unido le concedió el título de “Su Alteza”, un honor reservado para líderes con estatus equivalente al de un jefe de Estado.

Su fortuna personal, difícil de calcular, se estimaba en miles de millones de dólares, en parte gracias a las donaciones de los fieles ismailíes. Sin embargo, siempre enfatizó que la riqueza debía utilizarse para el beneficio de la comunidad. En una entrevista en 2012, afirmó: “Si Dios te ha dado la fortuna de ser privilegiado, tienes una responsabilidad moral con la sociedad”.

La reina Isabel II de
La reina Isabel II de Reino Unido le concedió el título de “Su Alteza”, un honor reservado para líderes con estatus equivalente al de un jefe de Estado (Dominic Lipinski/AP)

El fallecimiento de Aga Khan IV generó numerosas muestras de condolencias a nivel global. Líderes políticos y religiosos han expresado su reconocimiento a su labor, destacando su compromiso con el desarrollo y el entendimiento intercultural.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, lo describió como “un líder global extraordinariamente compasivo”, resaltando su dedicación a la filantropía y su impacto en el bienestar de las comunidades más necesitadas.

(Con información de EP, Associated Press y EFE)

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