El régimen de Irán arrestó a Mehdi Nasiri, un activista político y ex editor del diario Kayhan Daily, después de que visitara el mausoleo del poeta persa Ferdowsi en la ciudad de Mashhad, informó su esposa, Fereshteh Mazinani, a través de un canal de Telegram vinculado a Nasiri.
Nasiri fue detenido tras grabar un video en el que hablaba sobre la importancia de Ferdowsi en el idioma persa y mencionaba que el mausoleo fue construido en 1934 bajo el gobierno de Reza Shah Pahlavi y ampliado en 1964 por su hijo, Mohammad Reza Pahlavi, el último shá de Irán antes de la Revolución Islámica de 1979. Según Mazinani, la seguridad del complejo revisó su teléfono y el video antes de su arresto. Posteriormente, fue trasladado a custodia policial y entregado a las fuerzas de inteligencia.
Nasiri, quien en la década de 1990 representó al líder supremo Alí Khamenei en Kayhan Daily, se ha convertido en un fuerte crítico del régimen iraní. En los últimos años, cuestionó la interferencia del país en conflictos regionales y el financiamiento de fuerzas proiraníes en Siria, Líbano y Yemen.
En 2022, tras las protestas masivas desencadenadas por la muerte de Mahsa Jina Amini bajo custodia de la policía de la moral, Nasiri visitó las tumbas de personas fallecidas en las manifestaciones y publicó videos criticando la respuesta gubernamental.
Hasta el momento, los medios estatales iraníes no han informado sobre su arresto ni se ha esclarecido el motivo de su detención.
Aumento de las ejecuciones
Al menos mil personas fueron ejecutadas en las prisiones iraníes el pasado año, según el cómputo del opositor Centro Nacional de Resistencia de Irán (CNRI) a partir de recuentos oficiales, lo que significaría un aumento de casi el 16 % respecto a 2023.
Casi el 70 % de esas ejecuciones (695) se produjeron desde finales de julio, desde el inicio del mandato del actual presidente, Masud Pezeskhian, destacó en un comunicado el CNRI, que señaló, además, que este pasado 1 de enero al menos doce prisioneros fueron ajusticiados en cuatro cárceles.
“La brutal oleada de ejecuciones en 2024, especialmente en otoño, es un intento desesperado de Ali Khamenei para impedir el levantamiento de una población enfurecida”, afirma Maryam Rajavi.
Para esta organización opositora, que afirma recoger esos datos de fuentes públicas oficiales, el ritmo de las ejecuciones está en relación con la situación política en Irán y, en concreto, con “las crisis y las derrotas del régimen”.
Eso explicaría que en el cuarto trimestre, cuando se enfrentó a “graves derrotas en la región” -en alusión indirecta a conflictos como el de Siria o con Israel- o a “crecientes crisis económicas y sociales”, las penas de muerte aplicadas se dispararon y representaron el 47 % de las de todo el año.
La mitad de todos los presos ejecutados en 2024 fueron colgados en ocho prisiones: Qezelhessar, Shiraz, Idfahan, Tabriz, Karak Central, Qazvin, Mashhad y Birjand. No obstante, se tiene constancia de que hubo en 86 centros penitenciarios de 31 provincias.
De todos los reos a los que se aplicó la pena capital, 34 eran mujeres y siete tenían menos de 18 años en el momento en que sucedieron los hechos por los que fueron sentenciados. La mitad (502) habían sido condenados por delitos relacionados con el narcotráfico.La presidenta del CNRI, Maryam Rajavi, considera que “la exclusión del régimen de la comunidad internacional” debería ser una condición prioritaria. Rajavi clamó por condicionar cualquier negociación o trato “al fin de las ejecuciones y de la tortura”.
(Con información de AP y EFE)