Un caso que conmocionó a Australia llegó a su desenlace judicial esta semana, cuando una pareja de Perth, en el estado de Australia Occidental, fue sentenciada a prisión por someter a su hija a un régimen de desnutrición severa con el aparente objetivo de impedir que crezca. Según informó ABC.net, los padres, ambos de 47 años, fueron declarados culpables de causar sufrimiento a su hija al no proporcionarle una nutrición adecuada, además de obstaculizar su desarrollo emocional, social y funcional.
La joven, que ahora tiene 20 años, pesaba apenas 27 kilogramos cuando tenía 16 de edad, lo que llevó a su hospitalización y la necesidad de ser alimentada mediante un tubo.
El caso, que salió a la luz gracias a la intervención de los profesores de ballet de la joven, reveló un patrón de abuso y control extremo. Según detalló People, los padres no solo restringieron su alimentación, sino que también la mantuvieron aislada al educarla en casa y la vestían como si fuera una niña de preescolar, a pesar de su edad.
Durante el juicio, se supo que el padre incluso falsificó el certificado de nacimiento de la joven para hacerla parecer más joven de lo que realmente era.
Sentencias de prisión y palabras contundentes de la jueza
El pasado 31 de enero, el tribunal dictó las sentencias: el padre recibió una condena de seis años y medio de prisión, mientras que la madre fue sentenciada a cinco. Durante la audiencia, la jueza Linda Black expresó su indignación por las acciones de los padres, calificándolas como “simplemente incomprensibles”.
Según consignó ABC.net, la jueza señaló que los padres ignoraron deliberadamente las recomendaciones de los profesionales médicos y priorizaron sus propias opiniones por encima del bienestar de su hija.
“Han creado a una persona que, a sus más de 20 años, no puede funcionar como un adulto independiente”, afirmó la jueza. “Nunca le permitieron crecer”. Estas palabras reflejan la magnitud del daño causado, no solo en términos físicos, sino también en el impacto a largo plazo en la vida de la joven.
Un entorno de aislamiento y control extremo
El juicio reveló detalles perturbadores sobre la vida de la joven bajo el control de sus padres. La adolescente fue educada en casa, lo que limitó significativamente su interacción con otras personas y la mantuvo en un estado de aislamiento social.
Además, los padres insistían en vestirla y tratarla como si fuera una niña pequeña, a pesar de que ya era una adolescente. Este comportamiento, según los fiscales, formaba parte de un esfuerzo deliberado por mantenerla en un estado infantilizado.
Cuando la joven era vista en público, su apariencia alarmaba a quienes la rodeaban. Según los fiscales, su piel amarillenta y su extrema delgadez eran evidentes, lo que llevó a sus profesores de ballet a alertar a las autoridades. Fue esta intervención la que finalmente desencadenó la investigación que sacó a la luz los abusos.
La defensa y el impacto del trastorno obsesivo-compulsivo
Durante el juicio, los abogados defensores argumentaron que las acciones de los padres estaban influenciadas por un trastorno obsesivo-compulsivo que afectaba a toda la familia. Según informó 9News, esta condición habría contribuido a las decisiones extremas que tomaron respecto a la crianza de su hija. Sin embargo, el tribunal no consideró esta explicación como una justificación suficiente para los daños causados.
A pesar de los argumentos de la defensa, la jueza Black subrayó que las acciones de los padres no solo fueron perjudiciales, sino que también demostraron una falta de comprensión sobre las necesidades básicas de su hija.
El testimonio de la hija y su apoyo a los padres
En un giro inesperado, la hija, ahora adulta, se presentó en el tribunal para apoyar a sus padres durante la audiencia de sentencia. Según reportó ABC.net, la joven rompió en llanto al escuchar las condenas y previamente había escrito una carta al tribunal en la que afirmaba no sentirse perjudicada por las acciones de sus padres.
Sin embargo, la jueza Black indicó que esta percepción podría estar influenciada por el entorno de aislamiento en el que creció, lo que podría limitar su capacidad para comprender plenamente la gravedad de lo ocurrido.
El papel crucial de los profesores de ballet
El caso salió a la luz gracias a la intervención de los profesores de ballet de la joven, quienes notaron su estado físico alarmante y decidieron alertar a las autoridades. Los padres se negaron inicialmente a permitir que su hija recibiera tratamiento médico, incluso cuando su peso era peligrosamente bajo. Fue esta negativa la que llevó a las autoridades a tomar medidas y colocar a la joven bajo custodia estatal.