El Gobierno de Canadá fue formalmente notificado este sábado por la Casa Blanca de que, desde el próximo martes, comenzarán a regir los nuevos aranceles sobre sus productos, tal como había anunciado semanas atrás el presidente Donald Trump.
Según confirmó un funcionario del Gobierno de Justin Trudeau, en las últimas horas Washington confirmó que a comienzos de la semana entrante se implementará la tasa del 25% sobre todos los productos canadienses que ingresen en el gigante norteamericano -cerca del 70 por ciento-, al igual que el gravamen del 10% que alcanzará al petróleo y al gas.
Se espera que, a partir de esta confirmación, el Primer Ministro brinde una conferencia de prensa en la que detalle de qué manera responderá a esta medida que, según Trump, responde a sus políticas fronterizas que derivaron en el ingreso de miles de migrantes indocumentados en el país, y a su falta de colaboración en la lucha contra el narcotráfico, que llevó a la crisis del fentanilo en el territorio.
La víspera, en medio de los cruces y la expectativa por nuevos anuncios, Trudeau advirtió a su homólogo que tomará medidas “decididas” y “contundentes” para defender al pueblo canadiense, en caso de concretarse sus amenazas.
“Nuestra nación se podría enfrentar a momentos difíciles (...) Estamos en un momento crítico (...) Trump sigue comprometido a imponer aranceles a Canadá (...) No sabemos exactamente cómo será pero sí sé dos cosas: si el Presidente decide imponer cualquier arancel, estaremos preparados para dar una respuesta (...) El Gobierno federal los respalda”, dijo con confianza, antes de sumar que su gabinete se ha estado preparando para enfrentar “cualquier escenario posible”.
Entre las medidas que, según trascendió, podrían tomarse está la declaración de embargo energético sobre Estados Unidos, que compra a Canadá el 60% del petróleo que importa. De hecho, Ontario ya advirtió que podría cesar con sus exportaciones de electricidad -clave para los más de 1.5 millones de hogares en Michigan, Minnesota y Nueva York-, a la par que el propio Trudeau advirtió: “Si la economía estadounidense va a ver el auge que Trump predice, necesitará más energía, acero y aluminio, más de las cosas que Canadá le vende a Estados Unidos todos los días”.
Es por ello que reiteró que la medida tendrá “consecuencias desastrosas” en el propio pueblo estadounidense, que verá sus empleos en riesgo y sufrirá un aumento de los precios.
Por último, el mandatario aprovechó para responder a Trump sus denuncias en materia inmigratoria y de lucha contra el tráfico de drogas y sostuvo que “nuestra frontera es segura y menos del 1% del fentanilo y los cruces ilegales hacia Estados Unidos proceden de Canadá”.
En ese sentido, recordó que, en el último tiempo, su Administración tomó una serie de medidas a fin de satisfacer las nuevas exigencias del republicano y contribuir a sus iniciativas, como, por ejemplo, con el despliegue de equipos caninos capaces de detectar el opioide y mayores requisitos a la hora de solicitar un visado.
Al igual que Canadá, se espera que Estados Unidos imponga aranceles del 25% a los bienes mexicanos -también por cuestiones migratorias y de narcotráfico- y del 10% a productos de China, por el fentanilo que envía al país.
(Con información de AFP y EFE)