La mañana del martes 28 de enero de 2025, un hundimiento en la ciudad de Yashio, situada en la prefectura de Saitama, al norte de Tokio, Japón, desató una serie de preocupaciones que van más allá de la tragedia inmediata. El siniestro se produjo cuando un camión de tres toneladas, conducido por un hombre de 74 años, cayó en una grieta que se abrió repentinamente en el asfalto.
Desde entonces, la situación ha empeorado: la grieta, inicialmente de 10 metros de ancho y 5 de profundidad, ha crecido hasta alcanzar los 40 metros de ancho. Este aumento del hundimiento dificultó las tareas de rescate y dejado en evidencia la fragilidad de las infraestructuras subterráneas en Japón, un país con una infraestructura reconocida por su alta tecnología, pero que, en muchas áreas, ha envejecido sin la debida modernización.
La difícil operación de rescate
Según informó AP, el conductor atrapado dentro de su camión es el foco principal de las operaciones de rescate, que ya cumplen su cuarta jornada sin éxito. Según las autoridades locales, el hombre se encontraba consciente al principio de la tragedia, manteniendo comunicación con los rescatistas. Sin embargo, desde las últimas horas del martes, no se ha logrado establecer contacto.
A pesar de los esfuerzos de los equipos de rescate, que han utilizado grúas y drones para intentar localizarlo, las condiciones del terreno continúan siendo muy inestables. “El terreno sigue cediendo, y el espacio vacío bajo el asfalto sigue expandiéndose”, informó a la agencia internacional AP un funcionario de la división de Alcantarillado de la prefectura de Saitama.
Los rescatistas se enfrentan a una complicada tarea debido a la continua expansión de la grieta. El asfalto cercano se ha ido agrietando y desmoronando, lo que impide acercar grandes equipos de rescate sin correr el riesgo de que más tierra se derrumbe sobre el conductor atrapado. En un esfuerzo por estabilizar el área, se han comenzado a construir rampas para permitir el acceso de equipos pesados de manera más segura, pero el proceso sigue siendo lento.
Causas del hundimiento: el envejecimiento de las tuberías
El origen del hundimiento parece estar relacionado con un desgaste estructural en las tuberías subterráneas de la red de alcantarillado. Según reveló a la misma agencia Jun Uehara, funcionario de la división de alcantarillado de la prefectura de Saitama, la corrosión en una de las tuberías, causada posiblemente por el paso constante de aguas residuales ácidas, pudo haber provocado el colapso de la tierra sobre ella. Las inspecciones previas de la red de alcantarillado, que se realizan cada cinco años, no habían detectado fallos importantes en las tuberías, lo que subraya el riesgo de infraestructuras envejecidas que no siempre son visibles hasta que es demasiado tarde.
Este incidente subraya los desafíos asociados con el mantenimiento de las infraestructuras subterráneas, especialmente aquellas construidas en el período de auge económico posterior a la Segunda Guerra Mundial. Según explicó a AP Takashi Oguchi, geógrafo de la Universidad de Tokio, eventos como este son cada vez más frecuentes, ya que las tuberías subterráneas de Japón, en su mayoría construidas entre las décadas de 1960 y 1970, están envejeciéndose. “Vamos a enfrentar más de estos incidentes porque el deterioro de las tuberías sigue siendo un proceso continuo”, afirmó Oguchi.
El impacto en la comunidad y las medidas preventivas
Mientras las autoridades luchan por controlar la situación, los residentes cercanos al hundimiento enfrentan preocupaciones adicionales. Más de 200 hogares han sido evacuados, y un millón de personas en la prefectura de Saitama han recibido la recomendación de reducir el consumo de agua para evitar que las fugas de aguas residuales agraven la situación. Se han cerrado varias calles, y la ciudad ha establecido refugios en escuelas locales para albergar a los evacuados.
El incidente también ha levantado temores sobre la condición de otras áreas con infraestructuras similares en todo Japón. Según una comunicación del Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo, se han ordenado inspecciones de las tuberías de alcantarillado en otras seis prefecturas, como medida preventiva. La necesidad de modernizar y renovar las infraestructuras obsoletas parece ser una prioridad nacional, especialmente en un país tan propenso a desastres naturales como Japón.
Este hundimiento no es un caso aislado. La decadencia de infraestructuras críticas como las redes de alcantarillado y las tuberías subterráneas está convirtiéndose en un tema recurrente en el país asiático. Si bien es reconocido por su eficiencia y capacidad tecnológica, la realidad es que, en muchas áreas, las infraestructuras construidas en las décadas de mayor crecimiento económico necesitan un reajuste urgente.