La unidad Centro de las Fuerzas Armadas de Rusia tomó este viernes la ciudad de Novovasylivka y fortaleció así su posición en la región oriental de Donetsk, donde busca expandir su dominio y cortar las líneas de suministro ucraniano.
Las tropas del Kremlin llevan meses intentando capturar bastiones clave en la región, con miras a controlar el Donbas. Es por ello que la caída de las últimas horas de este pueblo puso en riesgo las posiciones ucranianas en los puntos clave de Pokrovsk y Chasiv Yar, donde los combates podrían recrudecerse en los próximos días.
La primera ciudad es, sin embargo, donde se espera un escenario de mayor gravedad. Ubicada a tan solo 11 kilómetros de Novovasylivka, en esta aldea confluyen dos importantes rutas y vías de ferrocarriles por medio de los cuales Ucrania acerca suministros a sus oficiales en el frente.
Es por ello que, de hacerse con su control, Rusia lograría cortar estos envíos y dejar a las tropas en una posición de extrema debilidad en el campo de batalla.
El Estado Mayor General ucraniano informó que este mismo viernes ya se habían repelido 71 ataques enemigos en la zona -la mitad de las ofensivas enemigas lanzadas en la jornada- y se espera que el número aumente en los próximos días.
No obstante, Rusia no desatiende otros frentes de combate y mantiene sus agresiones al día, especialmente en estas semanas en las que la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca podría derivar en una negociación inminente por un fin de la guerra.
Por ejemplo, en Kurájove, otro bastión ucraniano ubicado 50 kilómetros al sur de Pokrovsk, se registraron enfrentamientos, mientras que en Velika Novosilka el enemigo logró afianzar su presencia tras meses de combate.
En Kursk, sin embargo, Kiev apuntó un cambio significativo: la ausencia de tropas norcoreanas.
Pese a que Pyongyang había enviado más de 10.000 soldados a Rusia, donde fueron entrenados y enviados a esta zona fronteriza, en las últimas tres semanas “no hemos visto ni detectado ninguna actividad o enfrentamiento militar con los norcoreanos”, por lo que “creemos que se han retirado”, dijo Oleksandr Kindratenko, portavoz de las Fueras de Operaciones Especiales.
A la par, Ucrania informó en las últimas horas que realizará cambios dentro de su Ejército, con miras a mejorar su rendimiento en el futuro cercano.
Específicamente, las autoridades reorganizarán la estructura de sus Fuerzas Armadas en torno a unidades más grandes, que surgirán de una evaluación de los resultados de las brigadas. De esta manera, se espera conseguir un mejor aprovechamiento de los recursos limitados -tanto de personal como de armamento- y explotar al máximo sus capacidades en base a estrategias pasadas.
“Ampliaremos las brigadas curtidas en combate y toda la experiencia militar adecuada”, aseguró el presidente, Volodimir Zelensky, que lleva meses defendiendo la necesidad de modernizar el Ejército.
“El Ejército debe hacer una transición (...) Es difícil para nuestras brigadas aisladas entre sí luchar contra unas divisiones rusas mucho más grandes que aprovechan la falta de coordinación entre nuestras unidades para avanzar”, sumó en este mismo sentido el analista militar del Grupo de Resistencia Informativa, Oleksandr Kovalenko.
(Con información de AP y EFE)