El Ministerio de Construcción y Transporte de Budapest ha manifestado su oposición a la construcción de rascacielos que podrían alcanzar entre 250 y 500 metros de altura, según informó Hungary Today. Estas estructuras, que formarían parte del proyecto “Gran Budapest”, tienen el potencial de convertirse en los edificios más altos de Europa, superando incluso al Empire State Building en Nueva York.
Sin embargo, la resistencia local y las preocupaciones sobre el impacto en la ciudad han generado un intenso debate sobre el futuro de este desarrollo.
El proyecto, liderado por la empresa Eagle Hills Properties, con sede en los Emiratos Árabes Unidos, busca transformar 85 hectáreas de terrenos abandonados en la zona de Rákosrendező, un área cercana a una estación de tren en deterioro.
Según detalló Bloomberg, la inversión estimada asciende a 5.000 millones de euros, y el plan incluye rascacielos y una amplia gama de infraestructuras modernas, como una nueva línea ferroviaria, la ampliación de la línea de metro M1, un paso elevado, un carril bici y una zona peatonal.
Además, se contempla la construcción de un aparcamiento sobre una línea de tren techada.
Un distrito apodado Mini-Dubái que divide opiniones
El proyecto, inicialmente apodado “Mini-Dubái“, fue rebautizado como “Gran Budapest” para reflejar su ambición de modernizar la ciudad.
Según Hungary Today, el plan también incluye la creación de entre 35 y 40 hectáreas de parques y espacios públicos, así como escuelas, instalaciones deportivas y comunitarias. Sin embargo, a pesar de estas promesas, el proyecto ha encontrado una fuerte resistencia por parte de las autoridades locales y los residentes.
El alcalde de Budapest solicitó al primer ministro Viktor Orbán que priorice la construcción de viviendas asequibles en lugar de rascacielos de lujo, según reportó Bloomberg.
Además, las autoridades locales expresaron su intención de invocar un derecho de preferencia para adquirir los terrenos, argumentando que su valor real supera el precio de compra ofrecido por el desarrollador.
Este movimiento busca frenar el avance del proyecto y garantizar que los intereses de los ciudadanos sean considerados.
Un cambio drástico en el horizonte de Budapest
El impacto visual y cultural del proyecto es uno de los puntos más controvertidos. Actualmente, el horizonte de Budapest está definido por una estricta limitación de altura, donde tanto la catedral de la ciudad como el edificio del Parlamento alcanzan exactamente 96 metros.
Esta medida simbólica representa la igualdad entre la Iglesia y el Estado en la sociedad húngara. La construcción de rascacielos que podrían superar los 500 metros alteraría drásticamente esta armonía visual y simbólica.
Según Hungary Today, el Ministerio de Construcción y Transporte ha dejado claro que no apoya la construcción de estas estructuras de gran altura.
La oposición se basa en preocupaciones sobre el impacto en el carácter histórico de la ciudad y en la calidad de vida de los residentes. Además, el proyecto fue criticado por su enfoque en el lujo, en lugar de abordar las necesidades de vivienda asequible y desarrollo sostenible.
Infraestructura moderna frente a preservación histórica
A pesar de la controversia, el proyecto ‘Gran Budapest’ promete una transformación significativa en términos de infraestructura. Según el plan presentado por Eagle Hills Properties, se construirán nuevas conexiones de transporte, incluyendo una ampliación de la línea de metro M1 y una nueva vía ferroviaria.
También se planea un paso elevado para mejorar la movilidad en una zona actualmente congestionada por cruces peatonales y ferroviarios. Además, el proyecto incluye la creación de espacios verdes y áreas recreativas, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los residentes.
Según la página web del proyecto, se destinarán entre 35 y 40 hectáreas a parques y espacios públicos, lo que representa una parte significativa del desarrollo. Sin embargo, los críticos argumentan que estos beneficios no compensan el impacto negativo que los rascacielos podrían tener en el carácter histórico y cultural de Budapest.
Según Bloomberg, el alcalde de Budapest ha instado al gobierno a reconsiderar las prioridades del proyecto, enfatizando la necesidad de soluciones de vivienda asequible y desarrollo sostenible.
Por ahora, el destino de este ambicioso proyecto dependerá de las negociaciones entre las partes involucradas y de la capacidad de las autoridades locales para ejercer su derecho de preferencia sobre los terrenos.