Las autoridades de Filipinas afirmaron este jueves haber detenido a cinco ciudadanos chinos acusados de espionaje, una semana después de haber arrestado a otro nacional del país vecino, en plena disputa territorial entre Manila y Beijing en el mar de China Meridional.
Los cinco arrestados “estaban implicados en operaciones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento” en la isla suroccidental de Palawan, afirmó el jefe de las Fuerzas Armadas de Filipinas, Romeo Brawner Jr., durante una rueda de prensa en Manila.
El director de la Oficina Nacional de Investigación de Filipinas (NBI, en inglés), Jaime Santiago, afirmó por su parte que los acusados “colocaron cámaras de vigilancia de alta resolución y alimentadas con energía solar” para obtener imágenes de barcos de los guardacostas en Palawan.
Las autoridades también acusaron a los ciudadanos chinos detenidos de tomar imágenes de otras embarcaciones de los guardacostas en la capital de Palawan, Puerto Princesa, el litoral más cercano a las aguas en disputa entre Manila y China.
El anuncio de hoy llega tras el arresto este mismo mes de otro supuesto espía chino en Filipinas, Deng Yuanqing, así como de otros dos ciudadanos filipinos acusados de colaborar con él, que según las autoridades cartografió bases militares a las que EE.UU. tiene acceso.
Sin embargo, tanto la embajada de China en Manila como la esposa filipina de Deng han negado que sea un espía al servicio de Pekín.
Manila y Beijing mantienen un conflicto por la soberanía de territorios en el mar de China Meridional, una región estratégica por donde transita aproximadamente el 30 % del comercio global, que alberga el 12 % de los caladeros mundiales y cuenta con potenciales reservas de petróleo y gas.
El principal riesgo es que esta región se convierta en escenario de un potencial conflicto entre Beijing y Washington, pues aunque Estados Unidos no mantiene ninguna disputa soberanista directa, mantiene en vigor un pacto de defensa mutua con Filipinas.
(Con información de EFE)