El comisario europeo de Defensa, Andrius Kubilius, se refirió este miércoles al actual debate sobre el piso de gasto en la materia por parte de los países miembros de la OTAN y sostuvo que es crucial que se eleve este aporte a, por lo menos, el 3% del PIB de cada nación, frente al 2% que rige de momento y que solo 23 de los 32 estados alcanzan.
“Corresponde a la OTAN decidir pero estoy seguro de que durante la cumbre de La Haya en junio habrá decisiones para elevar el criterio de gasto hasta, al menos, el 3% o incluso un poco más”, declaró el funcionario durante su participación en la 17° Conferencia Espacial Europea, a la par que remarcó que este cambio no debe responder a las recientes exigencias planteadas por el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, sino a la inestabilidad en la región y los riesgos que representa la guerra que Vladimir Putin libra en Ucrania.
“No tenemos que elevar nuestro gasto en defensa por Trump sino por Putin, por lo que está haciendo”, insistió.
De hecho, tomó su propio país como ejemplo de ello y explicó que Lituania decidió aumentar el gasto militar al 5% de su PIB -una cifra que Polonia y Estonia también consideran- ante las amenazas de posibles ataques rusos y su incapacidad para responder a ellos. “¿Seríamos capaces de defendernos los primeros diez días antes de que llegue la OTAN? La respuesta fue no", explicó al respecto.
En un tono similar se pronunció días atrás el secretario general de la Alianza, Mark Rutte, quien también resaltó la importancia de que los países miembro destinen más fondos a la Defensa del continente. Si bien en su caso evitó referirse a una cifra exacta, coincidió en que el gasto debería ubicarse “por encima del 3 por ciento”, aunque esto podría alcanzarse no solo en forma de dinero sino en la producción conjunta de armamento, entre otras medidas.
“Cuando digo gastar más, me refiero a compras conjuntas, a la innovación y también al nivel de gasto (...) Si hacen compras conjuntas se puede deducir, o deducir el gasto en innovación. Así (los países) no tendrán que llegar a lo que tememos ahora, del 3,6% o 3,7 por ciento”, comenzó diciendo Rutte antes de sumar que “el 2% no está cerca de ser suficiente” y decir en un tono irónico: “Si no lo hacen, empiecen a tomar cursos de ruso”.
En ese sentido, resaltó la importancia de intensificar el apoyo a Kiev para que Putin y su deseo expansionista sean vencidos en el campo de batalla ya que, de lo contrario, todo el territorio europeo quedaría bajo amenaza.
“Si Ucrania pierde, entonces para restaurar la disuasión del resto de la OTAN de nuevo será un precio mucho, mucho más alto de lo que estamos contemplando en este momento en términos de aumentar nuestro gasto y aumentar nuestra producción industrial. No serán miles de millones adicionales; serán billones adicionales”, advirtió.
De cara a su cumbre en junio en La Haya y con la guerra en Ucrania de fondo, próxima a entrar en su tercer año, la OTAN comenzó ya con los debates sobre la necesidad de elevar sus aportes en materia militar, con miras a superar “considerablemente” el último objetivo establecido, del 2% del PIB de los miembros. La propuesta, sin embargo, ha generado malestar en algunos países que no comparten los argumentos de los aliados, al igual que en naciones como España, cuyo aporte actual se ubica en el 1,28%, y Portugal, que invierte el 1,55 por ciento, y tendrían dificultades para alcanzar el nuevo piso.
(Con información de EFE y Europa Press)