El líder de facto sirio, Ahmed al Sharaa, pidió a la delegación rusa que visitó Damasco que entregue al depuesto presidente sirio, Bashar al Assad -ahora exiliado en Moscú-, y unos 2.000 millones de dólares en activos líquidos que la familia Al Assad tiene en bancos rusos, durante las conversaciones mantenidas con funcionarios rusos visitantes, las primeras desde que el ex dictador fue derrocado el mes pasado.
“Entregar a (Bashar al) Assad y a todos los oficiales superiores que escaparon a Rusia era lo primero de la lista”, aseguró un miembro del nuevo personal político del gobierno sirio de transición al diario emiratí The National.
Asimismo, exigió que se enviaran unos 2.000 millones de dólares en activos líquidos de la familia Al Assad en bancos rusos, según la fuente no identificada.
Otra fuente siria informada de la reunión dijo a The National que Al Sharaa dejó claro que Rusia es “la principal responsable de las tragedias que han asolado al pueblo sirio” desde las revueltas populares de 2011.
También indicó que el viceministro de Exteriores ruso, Mikhail Bogdanov, con quien se ha reunido Al Sharaa, “no admitió ninguno de los errores cometidos por Rusia en el pasado”, pero, igualmente, Al Sharaa dejó claro que “no habrá ningún movimiento inmediato contra los intereses militares rusos”, según la fuente.
“Abordar los errores del pasado”
Esta información llega después de que la nueva administración siria publicara una imagen de Al Sharaa y Bogdanov estrechando la mano tras su encuentro ayer en Damasco, en la primera visita de funcionarios rusos a la capital siria desde que Assad huyó en diciembre ante el fulgurante avance rebelde en todo el país.
Al Sharaa aseguró que para restablecer las relaciones con Rusia -que era la principal aliada de Siria con Al Assad- se debe “abordar los errores del pasado”, así como “respetar la voluntad del pueblo sirio y servir a sus intereses”.
Bogdanov declaró que él y su delegación se reunieron durante tres horas con Al Sharaa y con el ministro de Asuntos Exteriores, Asaad al-Shaibani. Bogdanov, también enviado especial de Putin para Oriente Próximo y África, estuvo acompañado por Alexander Lavrentyev, enviado especial del presidente para Siria, informó la agencia rusa RIA Novosti.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, calificó la visita de “viaje importante”. “Es necesario construir y mantener un diálogo permanente con las autoridades sirias, que es lo que seguiremos haciendo”, declaró Peskov a la prensa en Moscú.
Peskov declinó comentar las informaciones según las cuales los nuevos gobernantes de Siria habían solicitado la extradición de Assad y que Moscú le pagara una indemnización.
La cuestión de las bases rusas
La visita se produjo en un momento en el que Rusia quería asegurarse el destino de dos bases militares en Siria -ambas en la costa mediterránea de Siria y las únicas bases militares de Moscú fuera de la antigua Unión Soviética- y después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, negara que Moscú hubiera sufrido una derrota estratégica en Oriente Medio tras el derrocamiento de Assad.
Moscú fue uno de los principales apoyos de Assad, interviniendo en la guerra civil siria en 2015 a su favor.
La Duma o cámara de diputados de Rusia aprobó en diciembre una ley que permite excluir de la lista de organizaciones terroristas al Organismo de la Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham), cuyo líder es Al Sharaa.
La visita de la delegación rusa se produce en medio de una oleada de actividad diplomática de los nuevos gobernantes sirios encaminada a estrechar lazos y suavizar las sanciones.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE acordaron el lunes empezar a suavizar las sanciones empezando por sectores clave como la energía.
El Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, subrayó el viernes la importancia de “garantizar que el nuevo gobierno impida que Siria se convierta en una fuente de terrorismo internacional” y de “negar a los actores malignos extranjeros la oportunidad de explotar la transición siria”.
El principal diplomático saudita, el príncipe Faisal bin Farhan, fue recibido el viernes por Sharaa, en su primera visita desde el derrocamiento de Assad.
(Con información de EFE y AFP)