El Gobierno de Uruguay condenó este domingo los ataques del grupo armado M23 en la República Democrática del Congo que provocaron la muerte de un integrante del ejército de ese ese país mientras cumplía funciones de apoyo en las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas.
“El gobierno de Uruguay expresa que los ataques contra cascos azules de Naciones Unidas pueden constituir crímenes de guerra conforme al Derecho Internacional, en particular teniendo en cuenta que la misión prioritaria cumplida por el contingente nacional es la protección de civiles ante peligro inminente de violencia física, la cual es cumplida de manera efectiva e imparcial”, indica un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El documento añade que la delegación de Uruguay ante la ONU participó en la sesión de emergencia del Consejo de Seguridad y en esa instancia hizo un llamado en particular a aquellos miembros con influencia directa en la región, a redoblar esfuerzos para alcanzar un cese al fuego inmediato en la zona.
“Uruguay espera que el Consejo de Seguridad se exprese a la brevedad de manera unívoca y contundente en este sentido y condenando los ataques contra los cascos azules”, continúa el comunicado.
De igual forma, Uruguay hizo un llamado a que los Estados de la región se abstengan de toda acción que esté agravando la situación y para que cooperen positivamente para lograr una solución política sostenible al conflicto.
Un militar del Ejército uruguayo fallecido y cuatro heridos, integrantes de las Fuerzas de Paz de la Naciones Unidas, fue el saldo tras un operativo en la provincia de Kivu Norte de la República Democrática del Congo en la que fuerzas del grupo rebelde M23 han intensificado sus operaciones militares.
Así lo informó este sábado el Ejército uruguayo a través de un comunicado en el que detallaron que el conflicto ha provocado el retiro masivo de la población civil del área afectada.
Más de 300 personas han resultado heridas esta semana en el este de la República Democrática del Congo (RDC) por la intensificación de los combates entre el Ejército y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), según cifras de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Los combates se han recrudecido en las últimas semanas después de suspenderse la cumbre de paz prevista el pasado 15 de diciembre en Angola y en la que debían participar los presidentes congoleño y ruandés, Félix Tshisekedi y Paul Kagame, respectivamente.
Aunque las autoridades ruandesas niegan la presunta colaboración de Kigali con el M23, este extremo ha sido confirmado por las Naciones Unidas y Kagame ha mostrado su apoyo público a los rebeldes.
República Democrática del Congo acusó este domingo a Ruanda de haberle “declarado la guerra” al enviar más tropas a apoyar al grupo armado M23, que rodea Goma, la principal ciudad del este de RDC. Al menos 13 soldados extranjeros y de una misión de paz murieron y miles de civiles se vieron desplazados.
Desde Nueva York, la ONU pidió a Ruanda que retire sus tropas de la región y cese su apoyo al grupo rebelde, que ha intensificado sus combates contra el ejército congolés.
(Con información de EFE)