En un rincón discreto del centro de Tokio, un museo único en su tipo invita a los visitantes a explorar la evolución y desaparición de los dispositivos tecnológicos que alguna vez formaron parte de la vida cotidiana. El Extinct Media Museum, inaugurado en enero de 2023, exhibe cámaras, videocámaras y teléfonos móviles antiguos y permite a los visitantes interactuar con ellos, ofreciendo una experiencia sensorial completa. Este espacio se basa en la premisa de que todos los medios, salvo el papel y la piedra, eventualmente desaparecerán.
El museo, que cuenta con una colección de aproximadamente 3.000 artículos, de los que 1.500 están en exhibición permanente, se ha convertido en un refugio para los nostálgicos y los curiosos. Entre sus piezas más destacadas se encuentra una cámara fotográfica japonesa “Lily” de 1916, la más antigua de la colección. Además, los visitantes pueden encontrar desde disquetes y cintas Betacam hasta dispositivos icónicos de Sony y otros fabricantes. El objetivo del museo es preservar la memoria de estos objetos y permitir que las nuevas generaciones comprendan su importancia histórica.
A diferencia de los museos tradicionales, el Extinct Media Museum se define como un “museo táctil”. Esto significa que los visitantes pueden tomar los objetos en sus manos, sentir su peso, textura e incluso percibir su olor. Según explicó la subdirectora del museo, Barbara Asuka, esta interacción sensorial es clave para comprender el impacto de estos dispositivos en la vida cotidiana de las personas. “Queremos que los visitantes experimenten estos artículos con los cinco sentidos, no solo mirándolos a través de un cristal”, afirmó Asuka a Reuters.
Esta propuesta ha resonado especialmente entre quienes vivieron la era de estos dispositivos. Mika Matsuda, una visitante de 59 años, expresó que recorrer el museo le permitió revivir recuerdos de su juventud. “Es como un flashback de nuestras vidas. Me recordó cómo eran las cosas en aquel entonces y cuánto me divertía”, comentó Matsuda. Al mismo tiempo, el museo también resulta fascinante para las generaciones más jóvenes, quienes pueden descubrir tecnologías que nunca llegaron a conocer.
El museo también recibe donaciones de los propios visitantes, lo que enriquece constantemente su colección. Hisashi Ito, un diseñador de automóviles de 56 años, donó recientemente un reloj de mano y cintas de casete de su colección personal. “Si los guardo en casa, probablemente serán desechados cuando muera. Es mejor compartirlos y permitir que otros los disfruten”, declaró Ito.
El Extinct Media Museum no se limita a ser un lugar de exhibición. Según detalla su sitio web oficial, los visitantes tienen la posibilidad de fotografiar, grabar videos e incluso realizar escaneos en 3D de los objetos en exhibición. Esta política tiene como objetivo que las imágenes de la colección se distribuyan y documenten en medios y blogs de todo el mundo, asegurando que estas piezas permanezcan en la memoria colectiva.
Además, el museo ofrece servicios adicionales, como el alquiler de sus objetos para ser utilizados como accesorios en producciones cinematográficas, videos musicales y programas de televisión. Esto permite que los dispositivos antiguos cobren nueva vida en contextos creativos, ampliando su impacto cultural más allá de las paredes del museo.
El museo pone especial énfasis en la evolución de las cámaras y videocámaras domésticas, desde las de película de 8 mm hasta las cámaras digitales con memoria. Según su sitio web, las exhibiciones están organizadas de manera que los visitantes puedan comprender de un vistazo como estas tecnologías han cambiado a lo largo del tiempo. Entre los formatos representados se encuentran el Betamax, VHS, VHS-C y DV, entre otros.
Además de las cámaras, la colección incluye una amplia variedad de dispositivos, como máquinas de escribir, computadoras personales, reproductores de música y teléfonos móviles antiguos. Cada uno de estos objetos cuenta una historia sobre cómo la tecnología ha transformado la forma en que las personas se comunican, trabajan y se entretienen.
El Extinct Media Museum ofrece una experiencia accesible para todo tipo de público. Según su sitio web, la entrada general tiene un costo de 2.000 yenes (aproximadamente USD 12,70), mientras que los estudiantes y donantes pueden acceder por 1.000 yenes. Los visitantes pueden permanecer en el museo durante un máximo de dos horas por visita, tiempo suficiente para explorar la colección y participar en las actividades disponibles.
Además, el museo cuenta con una tienda que vende productos exclusivos, como postales, calcomanías y llaveros, que solo pueden adquirirse en este lugar. Estos artículos permiten a los visitantes llevarse un recuerdo tangible de su experiencia y contribuir al sostenimiento del museo.