El éxito del Jubileo que se celebra este año dependerá en gran medida de un “pequeño ejército” de voluntarios, muchos de ellos italianos y latinoamericanos, que acompañarán a los más de 32 millones de fieles que se esperan en la gran celebración católica que cada 25 años llama a los creyentes a una peregrinación a Roma.
A tan solo un mes del inicio de los actos del Año Santo, ya hay cerca de 10.000 personas inscritas como voluntarios, aunque por ahora son unos 200 los que trabajan para garantizar el recibimiento de los peregrinos, asegura a EFE al responsable de su organización, Marco Lucente.
La mayoría son italianos, unos 4.000, y también destacan 700 españoles, 600 mexicanos y 500 colombianos, que dedicarán parte del año a ofrecer su servicio al Dicasterio para la Evangelización sin pedir nada a cambio.
“Cada día, necesitamos organizar un pequeño ejército para ayudar a todos los peregrinos que llegan a Roma”, explica Marco Lucente.
“Luce” y el verde lima, símbolos de los voluntarios
Ataviados con un abrigo verde lima y guiados por “Luce”, la mascota símbolo de este Jubileo, decenas de voluntarios se reparten por la vía de la Conciliación, la amplia calle que lleva desde el castillo de Sant’Angelo hasta la plaza de San Pedro, en turnos de seis horas para guiar a los peregrinos hasta su destino: la Puerta Santa, que les ofrecerá la indulgencia plenaria.
“A su llegada, los visitantes deben acercarse a los puntos de información para formar grupos” y recibir una cruz que marcará su peregrinaje y las indicaciones para recorrer el camino hacia la plaza de San Pedro, donde se les garantiza una entrada exclusiva sin tener que esperar en largas filas.
Pero eso es solo la punta del iceberg de su trabajo, puesto que además del Vaticano, hay otras tres Puertas Santas en las otras basílicas papales en Roma: Santa María la Mayor, San Juan de Letrán y San Pablo de Extramuros, que, en menor medida, también reciben la llegada de fieles con motivo del Jubileo.
Debido al volumen de trabajo, no existe límite en el número de inscripciones, aunque “la disposición y el ánimo positivo de los voluntarios es fundamental”, asegura Lucente, pues para Jubileos extraordinarios, como el de los Jóvenes, el 28 de julio, “necesitaremos unos 500”.
Muchos voluntarios jóvenes y latinos
Entre los voluntarios que han decidido cruzar el océano desde el continente americano para ofrecer su servicio se encuentra Jesús, un peruano de 24 años que se animó a venir a Roma tras escuchar la invitación del papa Francisco durante la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa en 2023.
Como él, muchos latinoamericanos decidieron apuntarse al voluntariado pese al elevado coste del billete de avión, del que deben hacerse cargo los propios voluntarios, puesto que el Dicasterio por la Evangelización únicamente se hace cargo del alojamiento y las comidas durante el tiempo que están en servicio.
“Lo que hacemos es un servicio voluntario, por amor, por la Iglesia, por los peregrinos. Venimos desde fuera de Roma, asumimos nuestros gastos, pero es nuestra forma de retribuir el servicio que realizamos”, comenta a EFE Jesús, que se quedará en la capital italiana durante seis meses para “renovar su fe y compartir su testimonio” con los peregrinos.
Las cifras oficiales recogen que actualmente hay 600 voluntarios mexicanos, 500 colombianos, 500 brasileños y 300 estadounidenses inscritos para participar en este Jubileo, en el que se espera una gran afluencia de peregrinos hispanohablantes.
Juan, un joven chileno que vive y estudia en Roma desde hace tres años, luce en las muñecas de su llamativo abrigo verde lima las banderas de Italia y España para que los visitantes identifiquen los idiomas que habla y puedan dirigirse a él ante cualquier duda.
“Animo a que vengan, es una experiencia extraordinaria, de fe, de esperanza, se conoce a muchísima gente”, aseguró el voluntario chileno.
(EFE)