El joven de 18 años, Axel Rudakubana, ha sido sentenciado a un mínimo de 52 años de prisión por los asesinatos de tres niñas y los intentos de homicidio de diez menores y dos adultos en un ataque perpetrado durante un taller de danza inspirado en la cantante Taylor Swift. El crimen, ocurrido el pasado 29 de julio, tuvo lugar en el estudio Hart Space, en Southport, Reino Unido, donde Rudakubana irrumpió armado con un cuchillo y atacó a los asistentes de manera sistemática.
Las víctimas mortales han sido identificadas como Elsie Dot Stancombe, de siete años; Bebe King, de seis; y Alice da Silva Aguiar, de nueve. Ocho menores más y dos adultos, entre ellos la líder del taller, Leanne Lucas, resultaron gravemente heridos. Según detalló la fiscal Deanna Heer KC en el Tribunal de la Corona de Liverpool, Rudakubana confesó su culpabilidad de los 16 cargos presentados en su contra, incluidos tres de asesinato, diez de intento de asesinato y uno por posesión de ricina y materiales relacionados con el terrorismo.
Detalles del ataque
El tribunal escuchó cómo Rudakubana llegó al estudio en Hart Street, Southport, en un taxi desde su domicilio en Banks, Lancashire, minutos antes del ataque. Tras ingresar al recinto, donde se desarrollaba un taller con 26 niños, comenzó a apuñalar a las niñas mientras hacían pulseras de la amistad y cantaban canciones de Taylor Swift. Según explicó la fiscal, las víctimas fueron elegidas deliberadamente por su vulnerabilidad y juventud.
Las imágenes de cámaras de seguridad y grabaciones de cámaras corporales de la policía, reproducidas durante el juicio, mostraron escenas desgarradoras. Entre ellas, niñas huyendo del estudio mientras otras, gravemente heridas, intentaban escapar. Una de las sobrevivientes, identificada como “Niña A”, logró salir a la calle tras ser atacada repetidamente, pero colapsó poco después. Las niñas fallecidas, Bebe King y Elsie Dot Stancombe, sufrieron 122 y 85 heridas de arma blanca, respectivamente.
La profesora del taller, Heidi Liddle, se escondió junto a un menor en un baño cercano, escuchando cómo Rudakubana continuaba atacando. Cuando la policía llegó al lugar, encontraron al agresor junto al cuerpo de Bebe King, con el arma aún en la mano. Fue reducido por los agentes, asistidos por un transeúnte, el limpiador de ventanas Joel Verite, quien presenció con horror la magnitud del ataque.
El juicio y la sentencia
Durante el proceso judicial, Rudakubana mostró comportamientos disruptivos, incluyendo gritos desde el banquillo y demandas de atención médica, por lo que fue retirado del tribunal en varias ocasiones. Al dictar la sentencia, el juez Justice Goose afirmó que el joven actuó con premeditación y un “propósito sádico”, destacando que su intención era asesinar a todos los presentes.
Aunque Rudakubana poseía materiales relacionados con el terrorismo, como un manual de Al Qaeda, la fiscal aclaró que no se hallaron pruebas de que sus acciones estuvieran motivadas por ideologías políticas o religiosas. El juez señaló que “el impacto de sus actos fue de un nivel extremo de crimen”, causando una conmoción generalizada en el país.
Debido a que el ataque ocurrió nueve días antes de que Rudakubana cumpliera 18 años, no se le pudo imponer una sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Sin embargo, el juez aseguró que es “probable que pase toda su vida en prisión”.
La respuesta de Taylor Swift
No pasó mucho tiempo para que Taylor Swift se pronunciara en redes sovre el ataque, declarándose en estado de shock y asegurando que aún estaba asimilando el caso.
“Sólo eran niños pequeños en una clase de baile”, señaló. “El horror del ataque en Southport me invade continuamente y estoy completamente en estado de conmoción. La pérdida de vidas y la inocencia y el horrendo trauma infligido a todos los que estaban allí, las familias y los socorristas. No sé ni por dónde empezar a transmitir mis condolencias a estas familias”.