El primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, calificó este martes de “bárbaro” el asesinato de tres niñas el 29 de julio de 2024 en la localidad inglesa de Southport, y consideró que debe haber un “cambio fundamental” en la forma en que el Reino Unido protege a los menores.
En una declaración a la nación en su residencia oficial del 10 de Downing Street, el jefe del Gobierno dijo que “no hay palabras que puedan expresar la brutalidad y el horror de este caso”, ocurrido cuando el joven de 18 años Axel Rudakubana acuchilló a Bebe King, de 6 años; Elsie Dot Stancombe, de 7, y Alice da Silva Aguiar, de 9; e intentó asesinar a otros ocho menores y dos adultos durante una clase de baile con temática de Taylor Swift en Southport.
“Todos los padres en el Reino Unido habrán tenido el mismo pensamiento. Podría haber sido en cualquier lugar, podrían haber sido nuestros hijos, pero fue Southport. Fue Bebe, de seis años. Elsie, de siete. Alice, de nueve”, afirmó Starmer, que prometió una investigación exhaustiva sobre lo sucedido en el ataque y las raíces de esta agresión con arma blanca.
Rudakubana se declaró ayer culpable de los asesinatos en una vista celebrada en un tribunal de Liverpool, noroeste inglés, donde también admitió ser culpable de la producción de ricina, una toxina biológica, y la posesión de un manual de entrenamiento de Al-Qaeda.
En ese sentido, el primer ministro, que afirmó que este caso debe ser “una línea en la arena” (un punto de inflexión), dijo que los asesinatos de Southport mostraron que “el terrorismo ha cambiado” con “actos de extrema violencia llevados a cabo por solitarios, inadaptados, jóvenes en sus habitaciones”, y prometió que cambiará la ley si es necesario para afrontar la “nueva y peligrosa” amenaza.
“En agosto, dije que habría un momento para las preguntas, pero que primero se tenía que hacer Justicia y que, sobre todo, no debemos interferir con el trabajo de la policía, los fiscales y la administración de esa Justicia”, añadió.
“Bueno, ayer, afortunadamente, se hizo Justicia, pero no devolverá a esas niñas a sus familias y no eliminará el trauma de las vidas de quienes resultaron heridos; sus vidas nunca volverán a ser las mismas”, puntualizó el líder laborista.
Agregó que es necesario hacerse preguntas sobre cómo las autoridades no detectaron la agresividad del joven, después de que los servicios sociales lo observaran en tres ocasiones pero sin tomar medidas.
“Southport debe ser una línea en la arena, pero nada quedará fuera de la mesa en esta investigación, nada, y lo más importante, conducirá al cambio”, puntualizó Starmer.
Tras la admisión de culpabilidad de Rudakubana, el tribunal de Liverpool dictaminará este jueves la condena que se le impondrá al joven, británico hijo de padres ruandeses.
El ataque provocó una gran conmoción en el Reino Unido el pasado verano y el estallido de focos de violencia en varias localidades del país por parte de grupos de extrema derecha, después de que se difundiera de manera errónea en las redes sociales de que el agresor era un solicitante de asilo.
(con información de EFE)