Las autoridades ucranianas detuvieron a un espía que trabajaba para Rusia y utilizaba como tapadera su actividad como abogado para reclutar agentes rusos, informaron este domingo los servicios de inteligencia de Ucrania.
El reclutador era un operativo de los servicios de la inteligencia militar rusa, señalaron en un comunicado los Servicios de Seguridad de Ucrania (SBU), que realizaron la detención bajo la dirección de la Fiscalía General ucraniana.
Según la investigación, el detenido fue reclutado en 2015 por Vitali Naumov, oficial del Directorio Principal de Inteligencia del Alto Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia, más conocido por el acrónimo GRU.
“Está documentado cómo el abogado ayudó primero a los rusos a ‘captar’ a una persona que contribuyó a ataques en Ucrania, y después de que el informante fuera detenido, lo defendió ante los tribunales”, señaló el SBU.
Del detenido se sospecha que haya cometido alta traición, por lo que se enfrenta a una pena de cadena perpetua con confiscación de bienes.
Detención de otro espía tras ataque a Kiev
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ha detenido el pasado 13 de enero a un supuesto espía al servicio de las Fuerzas Armadas de Rusia acusado de haber colaborado con Moscú en el ataque del pasado 1 de enero sobre la capital ucraniana, Kiev, que dejó dos víctimas mortales.
La detenida, una mujer de 27 años originaria de Kiev, envió a las autoridades rusas fotografías y las coordenadas GPS de edificios administrativos estatales e infraestructura energética, según han detallado las autoridades ucranianas en un comunicado.
A continuación, la presunta espía envió toda esta información recabada, incluido el posicionamiento de tropas ucranianas en la capital, a su contacto en los servicios secretos de Rusia a través de un chat anónimo en una plataforma de mensajería.
Agentes del SBU han detenido a la sospechosa en un apartamento alquilado en Kiev. Se le acusa además de estar preparando el envío de un nuevo lote de información para el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, de acuerdo con el Servicio de Seguridad ucraniano.
La investigación ha concluido de forma preliminar que la acusada se encontraba en situación de desempleo y buscaba ingresos “fáciles” en canales de Telegram, momento en el que un representante de la Inteligencia rusa se puso en contacto en busca de cooperación.
Así las cosas, las investigaciones han determinado que la acusada recibió el 31 de diciembre la misión de fotografiar un puesto de control por carretera en Kiev. La mujer cumplió con este encargo y apenas 24 horas después la zona fue atacada por el Ejército ruso.
(con información de EFE y EP)