La Policía de Sudán del Sur declaró un toque de queda en todo el país para controlar las protestas desatadas contra la población sudanesa, tras la masacre de al menos 30 refugiados sursudaneses en el vecino Sudán, presuntamente perpetrada por fuerzas afines al Ejército sudanés y grupos aliados, según informaron fuentes locales.
El inspector general de la Policía Nacional de Sudán del Sur, el general Abraham Manyuat Peter, anunció un toque de queda de 12 horas, comenzando a las 18:00 horas, con el objetivo de “impedir cualquier tipo de transgresión contra la propiedad pública y la propiedad privada”.
En declaraciones a la radiotelevisión estatal SSBC, Manyuat subrayó: “Me gustaría asegurar a los ciudadanos que los agentes de Policía serán plenamente responsables de sus vidas y propiedades, como también lo serán del orden público y de la salud pública”. Sin embargo, evitó vincular directamente la masacre en Camp Taiba con los disturbios, atribuyéndolos a la acción de “delincuentes”.
El general Abdelfatá al Burhan, líder del Ejército sudanés, ha ordenado la apertura de una investigación sobre los hechos ocurridos en Camp Taiba, a 20 kilómetros de Uad Madani, capital del estado de Gezira, recientemente recuperada por los militares en su enfrentamiento con las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
De acuerdo con el medio local Sudans Post, las víctimas, entre las que se encontraban 19 granjeros, fueron ejecutadas por las Fuerzas Escudo de Sudán, una milicia liderada por Abu Aqla Kikal, un antiguo comandante de las RSF que se unió al Ejército sudanés. La inmensa mayoría decapitados como represalia por su respaldo a las fuerzas paramilitares.
La masacre ha generado indignación en la capital sursudanesa, Juba, donde los residentes atacaron negocios de propiedad sudanesa durante la noche del jueves. En respuesta, el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, convocó al embajador de Sudán para denunciar los vídeos que han aparecido en redes sociales, que exhiben auténticas atrocidades cometidas por los presuntos militares contra los sursudaneses refugiados en Sudán.
Según declaró su portavoz, Lily Adhieu Albino, “El presidente quiere expresar su profunda tristeza ante esta barbaridad de asesinatos. Muchos sursudaneses siguen considerando que Sudán es su hogar por la historia que comparten ambos países pero semejantes actos de violencia contra los civiles son completamente inaceptables”, expresó en una declaración recogida por ‘Sudans Post’.
“No debemos permitir que la ira nuble nuestro juicio o se vuelva contra los comerciantes y refugiados sudaneses que residen actualmente en nuestro país”, agregó.
Las protestas, que comenzaron frente a la Embajada de Sudán en Juba, se extendieron rápidamente a otras áreas de la ciudad. Hasta ahora, seis personas han sido detenidas y no se han reportado víctimas durante los enfrentamientos, pero la tensión sigue siendo elevada. Videos difundidos en redes sociales que muestran escenas de extrema violencia contra refugiados han intensificado la ira de la población.
La crisis ocurre en el marco del conflicto interno en Sudán, donde las fuerzas armadas y las RSF se enfrentan desde abril de 2023, dejando miles de muertos y millones de desplazados.
(Con información de Europa Press/AP)