El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, se reunió esta semana en Damasco con el líder yihadista de Siria, Ahmed al Shara, conocido como ‘Abú Mohamed al Golani’, para “explorar” vías para garantizar justicia y rendición de cuentas por los presuntos crímenes cometidos durante la dictadura de Bashar al Assad. Según informó la oficina del fiscal desde La Haya, esta visita se enmarca en “su política de cooperación y complementariedad”.
“El fiscal de la CPI ha viajado a Damasco por invitación del Gobierno de transición de Siria, tras los acontecimientos recientes y con el objetivo de explorar cómo la Oficina del Fiscal puede ofrecer su colaboración en apoyo a los esfuerzos de las autoridades sirias para garantizar la rendición de cuentas por los presuntos crímenes cometidos en el país”, indicó la oficina este viernes en un comunicado.
Karim Khan también se reunió con el ministro de Exteriores de las nuevas autoridades sirias, Asaad Al Shaibani, según confirmaron tanto la CPI como la agencia de noticias siria SANA a través de sus cuentas en X.
El reciente viaje del fiscal Karim Khan buscó establecer un diálogo directo con las autoridades de transición sirias dentro de un marco legal complejo. El hecho de que Siria no haya ratificado el Estatuto de Roma, tratado fundacional de la CPI, ha sido uno de los mayores obstáculos para que el tribunal inicie investigaciones formales en el país. Esta falta de adhesión impide que la CPI procese automáticamente al depuesto presidente sirio, Bashar al Asad, por crímenes de guerra cometidos durante el conflicto.
Sin embargo, el tribunal tiene la facultad de intervenir si recibe una petición del Consejo de Seguridad de la ONU, como sucedió en el caso de Darfur. Además, el principio de jurisdicción universal permite a los Estados procesar a personas por determinados delitos independientemente del lugar donde se cometieron o de la nacionalidad del acusado.
Durante su visita, Khan abordó con las autoridades de transición cuestiones clave como “la clarificación de los parámetros legales y los requisitos del Estatuto de Roma”, así como posibles áreas de apoyo y asistencia que la fiscalía de la CPI podría ofrecer a Siria, y que puedan “ser valiosos” en su proceso de justicia transicional.
“El fiscal expresó su gratitud por las discusiones abiertas y constructivas durante su visita, en las cuales se acordaron acciones de seguimiento”, agregó la oficina de Khan.
El contexto de esta visita está marcado por el reciente derrocamiento del régimen de Al Assad, quien fue depuesto el pasado 8 de diciembre tras una ofensiva liderada por la coalición islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS).
Este conflicto civil, iniciado en 2011, ha dejado un saldo devastador: más de 230.000 civiles muertos, más de 100.000 desaparecidos y millones de personas desplazadas tanto dentro como fuera del país.
El miércoles, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, subrayó que la justicia transicional es “crucial” para asegurar que los responsables de violaciones de derechos humanos en Siria enfrenten las consecuencias de sus actos.
Türk destacó que los crímenes de guerra documentados, incluidas desapariciones forzadas, tortura y el uso de armas químicas, deben “investigarse a fondo” para luego impartir justicia “de manera justa e imparcial” y abordar las violaciones de derechos humanos perpetradas durante más de cinco décadas de gobierno de la familia Al Asad.
Siria enfrenta un desafío significativo en su transición hacia la justicia, tras casi 14 años de guerra civil y una dictadura que acumuló denuncias de crímenes de lesa humanidad. La visita de Khan a Damasco representa un primer acercamiento entre la justicia internacional y un país que busca reconstruir su camino hacia la rendición de cuentas y la reconciliación nacional.
(Con información de EFE/ Europa Press)