Las familias de los rehenes retenidos por el grupo terrorista Hamas en la Franja de Gaza recibieron este miércoles con “enorme alegría y alivio” el acuerdo de alto el fuego que incluye la liberación de los cautivos, aunque expresaron preocupación por la implementación completa del pacto.
El Foro de las Familias de Rehenes destacó en un comunicado que el acuerdo representa “un importante paso adelante que nos acerca al regreso de todos los rehenes: los vivos para su rehabilitación y los fallecidos para un entierro adecuado”.
No obstante, señalaron que “persiste una profunda ansiedad y preocupación por la posibilidad de que el acuerdo no se implemente en su totalidad, dejando a algunos rehenes atrás”.
El acuerdo se llevará a cabo en fases, comenzando con la liberación de 33 rehenes, con prioridad para niños, mujeres y ancianos. Sin embargo, los familiares exigen que los 98 rehenes restantes —94 de ellos secuestrados el pasado 7 de octubre— sean liberados al mismo tiempo, para evitar que el fracaso de una fase posterior deje a cautivos rezagados.
En el comunicado, las familias agradecieron “profundamente” a los presidentes Joe Biden y Donald Trump y a los mediadores internacionales por los esfuerzos que hicieron posible este avance.
“Desde noviembre de 2023 hemos estado esperando ansiosamente este momento”, subrayaron.
Asimismo, hicieron un “llamado urgente” para que se implementen todas las fases del acuerdo y garantizar que ningún rehén quede atrás.
“No descansaremos hasta que veamos al último rehén en casa”, afirmaron.
Según datos oficiales, de los 251 rehenes capturados por Hamas el pasado 7 de octubre, aún permanecen 94 cautivos en Gaza, mientras que 34 han sido confirmados muertos. Además, cuatro personas permanecen como rehenes desde hace años, entre ellos dos soldados israelíes muertos en la guerra de 2014.
En octubre, Hamas liberó a cuatro rehenes, mientras que ocho fueron rescatados en operativos del ejército israelí. Además, se recuperaron los cuerpos de 40 cautivos, incluidos tres que murieron por disparos accidentales de tropas israelíes.
El acuerdo de tregua más significativo antes del actual tuvo lugar a finales de noviembre, cuando se logró una pausa de una semana en las hostilidades. Durante ese periodo, fueron liberados 105 rehenes —81 israelíes y 24 extranjeros— a cambio de 240 prisioneros palestinos.
Así se negoció el alto el fuego
Después de ocho meses de negociaciones mediadas por Estados Unidos, Qatar y Egipto, las discusiones para alcanzar un acuerdo de alto el fuego entre Hamas e Israel en Gaza se prolongaron hasta pocas horas antes del anuncio, con intermediarios recorriendo pasillos y resolviendo los últimos flecos de una tregua crucial para los rehenes capturados en la Franja.
Altos funcionarios estadounidenses revelaron este miércoles detalles de unas negociaciones que llevaba meses sin resolverse por las suspicacias y posturas difíciles de conciliar entre Israel y los representantes del grupo palestino de Hamás.
“El hecho de que tengamos un acuerdo tan detallado es que, por ejemplo, estuvimos trabajando la pasada noche hasta las tres de la mañana, resolviendo hasta el último detalle, dejando poco a la improvisación y asegurándonos que las expectativas estaban muy claras para ambas partes”, indicó en una llamada a la prensa uno de los funcionarios de la Administración de Joe Biden presentes en estos meses de intensas conversaciones en Doha (Qatar).
Según funcionarios presentes, estas semanas se trabajó en lo que definen como “conversaciones de proximidad”, con representantes de Israel y Hamas, dialogando a través de intermediarios qataríes y egipcios que hacían las veces de mensajeros entre habitaciones en plantas diferentes de un mismo edificio.
Otro elemento que ha llevado a uno de los participantes a definir este acuerdo de “sin precedentes” y “con mucho en juego para todos”, es la colaboración “histórica” entre los equipos de Biden y del presidente electo, Donald Trump, cuyo impulso y presión sobre el primer ministro israelí, Benjamín Nentanyahu, sin forzar un cambio total del plan inicial de la Casa Blanca, fue clave.
El enviado de Trump en Oriente Medio, Steve Witkoff, trabajó codo con codo estos últimos días con el director de la CIA, Bill Burns, o Brett McGurk, enviado de Biden para temas de Oriente Medio, mientras que el equipo del ministro de Exteriores de Qatar, Mohamed bin Abderrahmán, acercaba posturas a solo cinco días del cambio de inquilino en la Casa Blanca.
“Se intercambiaban roles. Mientras McGurk negociaba en Doha, pensamos que Steve podría tener una conversación con el primer ministro Netanyahu y fue él mismo a hacerla en persona (este fin de semana)”, indicó el alto funcionario de Washington.
(Con información de EFE)