China busca impulsar una economía estancada: el régimen anunció estímulos para 2025 con énfasis en el consumo interno

Xi Jinping busca estabilizar el comercio exterior, revitalizar el sector inmobiliario y flexibilizar su política monetaria

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Imagen de archivo de una persona pasando junto a una construcción en el distrito financiero de Beijing, China (14 julio 2024. REUTERS/Tingshu Wang)

China anunció este jueves sus medidas para impulsar la economía en 2025, estimulando sobre todo el consumo interno, informaron medios estatales, tras una reunión económica de la que estuvieron muy pendientes los mercados.

Los principales dirigentes que asistieron a la reunión, incluido el presidente chino Xi Jinping, prometieron que en 2025 pondrán en marcha una política monetaria “moderadamente acomodaticia”, que aumentarán el financiamiento social y que recortarán las tasas de interés “en el momento oportuno”, según la cadena pública CCTV.

En esta “Conferencia central sobre el trabajo económico”, que tuvo lugar a puerta cerrada, se identificaron varias “tareas clave” para el próximo año, como estimular “enérgicamente” el consumo, estabilizar el comercio exterior y atajar la caída del mercado inmobiliario, indicó CCTV.

Aunque el tono de la reunión es muy favorable al crecimiento, carece de medidas concretas para elevar el consumo, dijo Larry Hu, economista en jefe para China en el banco Macquarie Group Ltd.

No creo que el gobierno entregue dinero directamente a los consumidores”, añadió. “Es más probable que el gobierno gaste más. China apalancará al gobierno central y aumentará el gasto público, de modo que pueda elevarse la demanda global. Esa es la gran estrategia”.

El lenguaje utilizado en la reunión fue inusualmente directo, salpicado de referencias a instrumentos de política específicos, como la relación de déficit. Confirma el compromiso adquirido en la reunión de diciembre del Politburó de inyectar más estímulo en la economía, cambiando la orientación de la política monetaria por primera vez en 14 años a una estrategia “moderadamente flexible”.

Las autoridades también reconocieron, aunque de forma indirecta, la prolongada deflación que azota a China, comprometiéndose a “garantizar la estabilidad general del empleo y los precios”. Los precios llevan cayendo seis trimestres seguidos, la racha más larga de este siglo.

Un vendedor de encurtidos atiende
Un vendedor de encurtidos atiende a un cliente en un mercado matutino de Beijing (REUTERS/Tingshu Wang/Archiv)

Según Bruce Pang, economista jefe de Jones Lang LaSalle Inc. para China, “los líderes están dando prioridad a impulsar el consumo y la inversión en 2025, desviando la atención de la modernización industrial y la innovación que dominaban el comunicado para 2024″. Ese “giro subraya la acuciante necesidad de potenciar la demanda interna para sortear mejor las incertidumbres externas”.

El lunes, el buró político del Partido Comunista se reunió y afirmó que desea “flexibilizar” la política monetaria nacional el próximo año.

Este tipo de medidas le beneficiaría, pero el país podría verse confrontado a otros vientos en contra, “sobre todo en el frente exterior”, señaló Julian Evans-Pritchard, analista de Capital Economics.

“Aunque nos pudiéramos beneficiar de un repunte del estímulo a corto plazo, no estamos convencidos” de que las políticas de apoyo impidan “que la economía se desacelere más el año que viene”, agregó.

En octubre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó sus previsiones de crecimiento para China a un 4,8% para 2024. Para el año que viene, la institución prevé un crecimiento aún menor, del 4,5 por ciento.

China y la desaceleración

En los últimos dos años, la economía china ha enfrentado desafíos significativos, incluyendo una desaceleración del crecimiento económico, una crisis en el sector inmobiliario y una creciente deuda pública. El Producto Interno Bruto (PIB) de China creció un 4,6% interanual en el tercer trimestre de 2024, la cifra más baja en 18 meses, reflejando una tendencia de crecimiento moderado.

El sector inmobiliario, que representa una parte sustancial de la economía china, ha experimentado una caída del 10,1% en la inversión entre enero y septiembre de 2024, exacerbando la desaceleración económica.

Además, China ha enfrentado presiones deflacionarias, con una caída del Índice de Precios al Consumidor del 0,3% en julio de 2023, la primera disminución en más de dos años.

La deuda de los países en desarrollo alcanzó un récord de 8,8 billones de dólares en 2023, con China como el mayor prestatario, acumulando una deuda de 2,4 billones de dólares.

(Con información de AFP y Reuters)

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