Un accidente fatal ha sacudido al zoológico de Pitești, en Rumania, tras un trágico ataque de un tigre que acabó con la vida de un trabajador del lugar. El suceso, que ocurrió en la mañana del lunes 9 de diciembre de 2024, ha puesto en evidencia fallos en los protocolos de seguridad y ha desatado una investigación tanto interna como judicial.
El ataque fatal del tigre
El conserje, un hombre de 52 años, estaba realizando labores de limpieza en el recinto del tigre cuando ocurrió el ataque. Según informes del periódico rumano Adevărul, el trabajador había ingresado al área sin seguir correctamente los procedimientos de seguridad, lo que permitió que el tigre tuviera acceso a la zona. El resultado fue un ataque extremadamente violento: el animal mordió a la víctima en la cabeza, lo que, según las autoridades, provocó su muerte de manera casi inmediata.
Mientras tanto, algunos testigos del caso le manifestaron al medio rumano Evenimentul Zilei que el incidente fue “extremadamente violento”. La magnitud de la tragedia quedó reflejada en las declaraciones de un representante del Ayuntamiento de Pitești, quien comentó que la reducción de los procedimientos por parte del trabajador fue la causa directa del ataque mortal. Esta pérdida, que ha dejado consternada a la comunidad local, puso en el centro del debate la importancia de los protocolos de seguridad en los zoológicos.
Error en el procedimiento de seguridad
El zoológico de Pitești cuenta con estrictos protocolos de seguridad para evitar accidentes de este tipo. En casos como este, la normativa exige que el tigre sea trasladado a una jaula segura antes de que el personal entre al recinto para realizar tareas de limpieza. Según las fuentes judiciales, el cuidador olvidó cerrar correctamente la puerta de seguridad que separaba el área de trabajo del espacio del tigre, lo que permitió que el animal regresara al recinto mientras el trabajador aún estaba adentro. Este fue el principal error que desató la tragedia.
El procedimiento estándar del zoológico indica que antes de entrar a limpiar, el animal debe ser trasladado a una jaula con una valla alta, y la puerta de seguridad debe estar completamente cerrada. Esta medida tiene como objetivo mantener a los animales lejos del personal y evitar cualquier tipo de contacto directo durante el trabajo. Sin embargo, el olvido de la puerta hizo posible que el tigre tuviera acceso al área, con consecuencias fatales.
El incidente puso de manifiesto la importancia de seguir rigurosamente los procedimientos de seguridad en los zoológicos. Si bien los trabajadores suelen estar entrenados para manejar situaciones peligrosas, un simple error humano, como olvidarse de cerrar una puerta de seguridad, puede ser suficiente para provocar un ataque de un animal salvaje.
Investigaciones del incidente
Tras el ataque, se abrió una investigación interna en el zoológico para esclarecer las circunstancias exactas del suceso. Las autoridades locales también abrieron una investigación penal por homicidio, dado que el incidente resultó en la muerte del trabajador. La Policía del Condado de Argeș está liderando la investigación, con el objetivo de determinar todos los factores que llevaron al ataque y la muerte del empleado.
El alcalde de Pitești, en declaraciones posteriores, aseguró que este es el primer incidente de este tipo en 50 años de historia del zoológico. Subrayó que se estaban tomando medidas para evitar que tragedias similares se repitan en el futuro. Aunque la investigación está en curso, se especula que la falta de supervisión y la desviación en los procedimientos de seguridad fueron factores claves en el trágico desenlace.
La policía de Pitesti confirmó al periódico británico The Sun que el trabajador no siguió los protocolos de seguridad, lo que permitió que el tigre se encontrara nuevamente con él en el mismo espacio. Las declaraciones indican que este tipo de ataques son extremadamente raros en zoológicos, pero que los errores humanos, como el que se produjo en este caso, pueden poner en riesgo la seguridad tanto de los empleados como de los animales.
Reacciones y medidas tomadas
El suceso ha provocado una fuerte reacción tanto de las autoridades locales como de la comunidad en general. El alcalde de Pitești expresó su pesar por la tragedia, destacando que es una gran pérdida para todos los involucrados. El funcionario también extendió sus condolencias a la familia del cuidador fallecido, señalando que los pensamientos de la ciudad estaban con ellos en estos momentos de dolor.
Además, el alcalde anunció la suspensión temporal de las actividades en el zoológico para llevar a cabo una investigación exhaustiva . Durante este tiempo, se realizarán inspecciones rigurosas de las instalaciones y se revisarán todos los procedimientos de seguridad para garantizar que no se repitan incidentes similares. “Tomaremos todas las medidas necesarias para evitar otras tragedias de este tipo”, comentó el alcalde.
Por su parte, el zoológico de Pitești ha asegurado en un comunicado que tomará medidas adicionales para reforzar la seguridad del lugar. Los protocolos de seguridad, que incluyen procedimientos estrictos para el manejo de los animales salvajes, serán revisados y actualizados, en caso de ser necesario. Además, se ha enfatizado que se incrementarán los entrenamientos para todo el personal, con el fin de minimizar cualquier riesgo futuro.
Este incidente ha reavivado el debate sobre la seguridad en los zoológicos, particularmente en aquellos que albergan animales grandes y peligrosos como los tigres. Si bien los zoológicos tienen la responsabilidad de proteger tanto a los animales como a los trabajadores, la falta de adherencia a las normas básicas de seguridad ha quedado clara como una de las principales causas del ataque.
La tragedia ocurrida en el zoológico de Pitești es un recordatorio sombrío de los riesgos inherentes al manejo de animales salvajes y la importancia de seguir estrictamente los protocolos de seguridad. El trágico fallecimiento del cuidador de 52 años podría haberse evitado si se hubiera cerrado adecuadamente la puerta de seguridad, lo que subraya la necesidad de una supervisión más estricta y un cumplimiento más riguroso de los procedimientos en todos los zoológicos.