Las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE) han expresado su firme condena ante una nueva decisión de las autoridades talibanes que prohíbe a las mujeres y niñas en Afganistán tomar cursos médicos en instituciones públicas y privadas.
La medida, adoptada por el líder supremo talibán, el mulá Hebatulá Ajundzada, fue anunciada el lunes a través de una reunión con altos cargos del Ministerio de Salud de Afganistán. Según fuentes locales, la orden afectaría a más de 160 institutos médicos en todo el país, incluidos varios centros en Kabul y otras provincias, que hasta ahora permitían la formación de mujeres en disciplinas como la odontología, la enfermería y la matronería.
La UNICEF advirtió que la reciente prohibición representa “otro golpe devastador” a los derechos de las mujeres y niñas en Afganistán, que podría tener consecuencias mortales a largo plazo para la población del país. La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, se mostró “profundamente alarmada”, señalando que la medida “interrumpiría de inmediato la formación médica de miles de mujeres” y pondría en peligro el acceso de las mujeres y niñas a la atención sanitaria.
Russell resaltó que “se perderían vidas”, dado que Afganistán ya enfrenta una grave escasez de personal sanitario, especialmente femenino. A su vez, subrayó que limitaría el acceso a la atención prenatal y haría menos probable que las mujeres pudieran dar a luz “en clínicas seguras”.
Por su parte, Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, señaló la decisión “limitará aún más el precario acceso” de mujeres y niñas a la sanidad, ya que el personal médico masculino no puede atenderlas a menos que un hombre de la familia esté presente.
“Afganistán tiene ya una de las tasas de mortalidad materna más altas del mundo. La presencia de las mujeres en el sector sanitario es crucial”, subrayó. Además, insistió en que “toads estas medidas, adoptadas por hombres, sin transparencia y sin participación alguna de las implicadas, está claramente dirigida a excluir a mujeres y niñas de la vida pública”.
La Unión Europea también expresó su rechazo, calificando la medida como una “violación de los derechos humanos fundamentales” y un “ataque injustificable al acceso de las mujeres a la educación en Afganistán”. A través de un comunicado, la UE manifestó su “gran preocupación” por la decisión y sus amplias implicaciones, incluyendo el agravamiento de la crisis humanitaria en Afganistán y el sufrimiento de su población. La organización instó a los talibanes a revertir la medida de inmediato.
Testimonios de estudiantes afectadas
Una estudiante de obstetricia de 22 años se enteró el miércoles de que el instituto suspendía las clases para ella y sus compañeras. La joven, que ya había abandonado sus estudios de derecho después de que los talibanes prohibieran el acceso de las mujeres a las universidades, expresó su conmoción e incredulidad ante esta nueva decisión.
“Una hora después, cuando me calmé un poco, lloré mucho porque teníamos esta única oportunidad (de estudiar) y también se nos cerró”, declaró a la agencia de noticias AP. “Es una situación difícil tener tantos sueños en el campo de la educación y que, en un segundo, todos se derrumben. Es la segunda vez que enfrento algo así”.
Otra joven compartió que su sueño inicial era convertirse en piloto de las fuerzas armadas, una meta que quedó truncada con el regreso al poder de los talibanes. Ante esta realidad, decidió estudiar obstetricia, impulsada por los graves problemas de salud de las mujeres en Afganistán, particularmente las altas tasas de mortalidad materna. Su objetivo era trabajar en un hospital. Sin embargo, el miércoles, justo antes de rendir el primer examen del semestre, el instituto les informó que las estudiantes mujeres no podían regresar.
“Fue el momento más difícil de mi vida cuando escuché la noticia. Y aún lo es. Mataron mis esperanzas”, relató con profunda tristeza.
Ambas mujeres hablaron bajo condición de anonimato, temerosas de represalias en un contexto donde las muestras de disidencia pública contra el régimen talibán son peligrosas.
El contexto de las restricciones talibanes
La prohibición de estudiar medicina para las mujeres se suma a un largo historial de medidas restrictivas impuestas por los talibanes desde su regreso al poder en agosto de 2021. En septiembre de 2021, se suspendió la educación secundaria para niñas mayores de seis grados. En diciembre de 2022, los talibanes cerraron las universidades para mujeres. En un intento por continuar sus estudios, muchas mujeres recurren ahora a los institutos médicos como única alternativa, pero esta opción también ha sido cerrada.
Además, en agosto de 2023, los talibanes promulgaron la llamada “Ley para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio”, que institucionaliza la discriminación de género y expande las restricciones contra las mujeres, incluida la “ley del silencio”, que estipula que la voz de las mujeres solo puede ser escuchada “en casos de necesidad”.
(Con información de AP/ Europa Press)