Escenas dramáticas se vivieron el jueves en una isla griega cuando un barco en el que viajaban británicos comenzó a prenderse fuego y obligó a los turistas a saltar para no ser devorados por las llamas.
El incendio tuvo lugar a unos 300 metros de la playa de Stenga, en la localidad de Archangelos.
Los pasajeros revelaron que debieron saltar al agua para salvar sus vidas mientras el barco ardía en fuego.
La Guardia Costera griega rescató a los 82 turistas, pero los niños quedaron “traumatizados” por la experiencia. El barco quedó completamente destruido y se hundió en las aguas helénicas.
Shaun Williams, un ingeniero aeronáutico de 55 años, había viajado con su familia para disfrutar unas placenteras vacaciones en las islas paradisíacas griegas, pero la traumática experiencia perjudicó sus planes.
“Estábamos en la cubierta superior y la tripulación empezó a gritar, pero no entendíamos nada”, dijo Shaun, según Daily Mail. “Entonces vimos el humo”, añadió.
“La tripulación intentó apagar el fuego, pero el barco era de madera y el incendio creció rápidamente. Empezaron a repartir chalecos salvavidas y un minuto después el capitán dijo que todos teníamos que meternos en el mar”, precisó.
“Había familias con niños pequeños y mucho pánico. No podíamos bajar las escaleras y tuvimos que trepar por la barandilla superior y caer a la cubierta inferior. Fue entonces cuando vi el fuego y me di cuenta de lo grave que era”, declaró a Daily Mail.
En ese momento entendió que la única manera de salvarse era lanzándose al agua. Por eso le ordenó a su familia y al resto de los pasajeros que hicieran eso.
Las imágenes mostraban cómo el fuego cubría por completo el barco mientras una larga columna de humo se elevaba en el aire.
Tras el incidente, la Autoridad Portuaria Central de Grecia aseguró que tomará medidas contra la contaminación marina.
Las autoridades confirmaron que todos los pasajeros se encuentran en buen estado de salud.
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