Descubrieron una nueva especie de pez killi gigante en Chaco

El hallazgo fue de científicos argentinos y uruguayos. Se trata de peces extraordinarios, conocidos por vivir en ambientes acuáticos efímeros como charcos

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Un equipo de científicos de
Un equipo de científicos de Argentina y Uruguay descubrió una nueva especie de pez killi gigante en los humedales temporarios del Parque Nacional Chaco, un hallazgo realizado en una de las regiones más amenazadas del país por el desmonte y el avance de la frontera agrícola

Un equipo de científicos argentinos y uruguayos hizo un descubrimiento único: halló una nueva especie de pez killi gigante en los humedales temporarios del Parque Nacional Chaco.

El hallazgo, en una de las regiones ecorregiones más amenazadas de la Argentina por el desmonte y el avance de la frontera agriopecuaria, tiene características tan curiosas como singulares.

“Los killis estacionales son peces extraordinarios, conocidos por vivir en ambientes acuáticos efímeros (como charcos) que se secan completamente de manera periódica. Estos ambientes extremos imponen desafíos únicos a los organismos que los habitan. Es por eso que estas especies muestran un conjunto notable de adaptaciones en su historia de vida”, indica el comunicado por el que se conoció la novedad.

La nueva especie de pez,
La nueva especie de pez, bautizada como Titanolebias calvinoi, habita los humedales temporarios, ecosistemas que se caracterizan por su efimeridad y cuya fragilidad ante actividades humanas pone en riesgo la supervivencia de especies como los killis

Entre las adaptaciones están, tener un crecimiento acelerado, madurez sexual temprana y huevos resistentes a la desecación que pueden ingresar en un estado llamado diapausa, caracterizado por la suspensión del desarrollo, que se reactiva en respuesta a cambios ambientales. Estas características les permiten a los killis habitar ambientes con fluctuaciones extremas en la disponibilidad de agua y temperatura.

Esta alta especialización también los hace extremadamente vulnerables, ya que habitan casi exclusivamente ambientes muy específicos: los humedales temporarios. Estos sistemas, de pequeño tamaño y escasa profundidad, son particularmente sensibles a las actividades humanas, como la agricultura, la deforestación, la canalización y modificación de cursos de agua, el cambio climático y la urbanización.

Felipe Alonso, investigador del Instituto de Bio y Geociencias del NOA (Ibigeo-CONICET) y de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Salta contó a Infobae que el azar también tuvo un papel en el hallazgo: “Un científico amigo, que trabaja en aves, estaba trabajando en el Parque Chaco junto con un par de guardaparques, estaban haciendo avistamiento de aves de noche y encontraron unos peces medio moribundos que le llamaron la atención. Estaban secándose, al costado del camino y me envió varias fotografías. Ahí le dije: creo que es una especie nueva”.

Y lo era. Lo bautizaron Titanolebias calvinoi.

Los killis estacionales, como el
Los killis estacionales, como el recién descubierto Titanolebias calvinoi, tienen adaptaciones únicas para sobrevivir en ambientes de agua efímera, como un rápido crecimiento, madurez sexual temprana y huevos resistentes a la desecación, que entran en diapausa hasta que las condiciones mejoren

El investigador inmediatamente se puso en marcha para realizar el trabajo de campo. “Son unos peces muy muy raros, porque crecen rápido y, además, son muy grandes comparados con los otros de este grupo de los kilis estacionales. Se trata de los kilis estacionales más grandes que hay en el mundo, lo cual es como una paradoja porque viven en en charcos muy pequeños, que duran muy poco tiempo, se secan muy rápido y se mueren”, detalló Alonso.

Especie amenazada

En el país se reconocen 18 especies de killis estacionales y más de la mitad de ellas se encuentra bajo algún nivel de amenaza de extinción. Dos especies están en peligro crítico, dos en peligro y seis vulnerables, sumando un 55% de los killis amenazados a nivel nacional.

Los killis gigantes no son tan gigantes, pueden medir hasta 15,5 centímetros, según los registros. Sin embargo, lo interesante es que este crecimiento ha servido también para sobrevivir. También se puede dar exactamente lo contrario: algunos killis han evolucionado hacia la miniaturización extrema.

Los humedales temporarios, hábitat crítico
Los humedales temporarios, hábitat crítico del Titanolebias calvinoi, son ecosistemas pequeños y poco profundos, pero muy sensibles al impacto humano, que incluye la agricultura, la deforestación y el cambio climático, lo que los convierte en entornos vulnerables para muchas especies de killis

“Una hipótesis ampliamente aceptada sostiene que el incremento evolutivo del tamaño corporal en algunos killis estacionales está relacionado con un cambio en la dieta. A medida que crecen, estas especies incorporarían presas de mayor tamaño, incluyendo otros peces simpátricos, dentro de su espectro alimentario. Sin embargo, esto no implica necesariamente una piscivoría estricta, ya que también consumen pequeños invertebrados de movimiento lento”, indican los científicos.

Durante una expedición en junio de 2023 los peces fueron capturados en canales artificiales internos del parque, en un área de humedales temporarios pertenecientes a la cuenca del río Negro. Estos canales, ubicados dentro de un bosque de quebracho colorado conocido como “La Ralera”, presentaban un ambiente de aguas turbias y poco profundas, características típicas de los humedales en fase de desecación.

“No se puede conservar aquello que no se conoce y además este este tipo de descubrimientos muchas veces pueden ser la la la puerta de entrada a cosas que no sabemos. Por ejemplo, la biología tan particular de estos peces puede permitir que futuros estudios de estas especies permitan avances biotecnológicos en relación a cuestiones de medicina, de envejecimiento, de un montón de cosas que uno puede estudiar en estos organismos porque tienen estas particularidades tan notables”, agregó Alonso.

Del estudio participaron también los investigadores del Conicet Guillermo Enrique Terán y Baltazar Bugeau, Marcos Waldbillig, Martín Montes y Marina Ibañez Shibamukuro, y Wilson Sebastián Serra, del Museo Nacional de Historia Natural, Uruguay. Los científicos contaron con la colaboración de Parques Nacionales y personal de las universidades nacionales.