Inundaciones en Bahía Blanca: el cambio climático provoca que los fenómenos extremos sean más frecuentes

Un reporte internacional apunta al calentamiento global como factor clave en el temporal que golpeó la ciudad. Laura Rocha, presidenta de la ONG Periodistas por el Planeta, estuvo en Infobae en vivo y explicó por qué estamos ante un problema omnipresente

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Laura Rocha habla sobre el cambio climatico en Infobae En Vivo

En las últimas semanas, Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, sufrió uno de los eventos climáticos más graves de los últimos tiempos, registrándose casi 400 milímetros de lluvia en apenas cuatro horas. Este fenómeno extraordinario ha sido relacionado con el cambio climático, según un reciente reporte publicado por Climate Matter, una organización europea que incluye la colaboración de una científica argentina del CONICET.

Tal como señaló a Infobae en vivo, Laura Rocha, colaboradora de Infobae, presidenta de la ONG Periodistas por el Planeta, “la variabilidad climática natural no alcanza a explicar la magnitud del fenómeno”. Ente los puntos más destacados de la entrevista, subrayó: “Tenemos un Presidente que es negacionista. Se llama así a aquellos que dicen que el cambio climático no tiene origen antropogénico. O sea que no lo generó el hombre. Sin embargo, la ciencia, o sea el 99,9% de los científicos, dice que sí. Y ahí es donde no hay grieta ni entre el presidente, ni entre Kicillof, ni Macri, ni Cristina, ni nadie. ¿Por qué? Porque el cambio climático es producido por los modelos de consumo y producción que están desde la Revolución Industrial hasta acá. Pero sobre todo por la quema de combustibles fósiles”, destacó la experta.

El saldo de este desastre es alarmante: 16 víctimas mortales confirmadas y más de 150 personas aún catalogadas como desaparecidas. Según reiteró Rocha, en casos como este resulta fundamental contar con sistemas de drenaje eficientes. Sin embargo, incluso con una infraestructura óptima, es posible que no se hubiera podido soportar tal magnitud de precipitaciones. Además, el especialista subrayó la importancia de los protocolos de emergencia para evitar tragedias mayores. “Falló todo, porque nosotros no tenemos sistema de alerta temprana directamente”, enfatizó Rocha.

La edición de las 18
La edición de las 18 horas de Infobae en vivo

La crítica a la falta de sistemas de alerta efectivos en el país no es nueva. Rocha destacó que, en comparación con otras ciudades afectadas recientemente por fenómenos climáticos extremos, como Valencia en España durante la tormenta DANA, en Bahía Blanca las fallas fueron más profundas, a gigantescas desde la ausencia de herramientas tecnológicas hasta una falta de conciencia cultural sobre los protocolos de alerta.

En palabras de la experta, “las alertas deben significar algo concreto, como que las personas mayores de 65 años, bebés o quienes viven solas no salgan de sus casas, pero acá no se toma en serio”.

No es la primera vez que un evento como este azota un punto urbano en Argentina. Rocha recordó el impacto de un temporal en 2023, también relacionado con el cambio climático, que provocó 13 muertes cuando un techo colapsó en un gimnasio. “Cada vez es más evidente que estos fenómenos se repiten con más frecuencia, y el problema radica en su imprevisibilidad”, afirmó.

Una de las imágenes más
Una de las imágenes más críticas de las inundaciones de Bahía Blanca (Gustavo Gavotti)

Frente a este panorama, habló de la importancia de que los sistemas meteorológicos y las infraestructuras de drenaje de las ciudades estén mejor preparadas, mencionando como ejemplo exitoso a las ciudades holandesas, que desde hace siglos han desarrollado avanzados mecanismos para convivir con el agua.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) también enfrenta serias críticas por su desfinanciamiento: su presupuesto sufrió un recorte real del 31 % el año pasado. “Es fundamental que exista”, dijo Rocha.

“Las alertas son también ante las olas de calor, no solo ante las inundaciones. Nosotros ahora nos olvidamos porque hoy tenemos 20 grados. Entonces estamos en la Ciudad de Buenos Aires. Está lindo. Salimos con un saquito. Ahora, hace 48 horas o 72 horas, estábamos que nos moríamos porque era un horno. En marzo. Pero la cuestión tiene que ver con que, por ejemplo, no se tiene en cuenta que en la Ciudad de Buenos Aires, la población es una población en general de mayores de edad que vive solo, que además vive en departamentos que además cuando acá hace mucho calor se corta la luz. Cuando en Buenos Aires se corta la luz, como es propiedad horizontal, además se corta el agua. Entonces hay muchísimas otras cuestiones que se tienen que tener en cuenta, porque las alertas no son solo para esto o para un huracán, como eventos extremos que uno imagina más como tipo película que la cosa más común”, analizó.

Rocha ejemplificó el daño señalando un estudio liderado por el experto Vicente Barros, que concluyó que una ola de calor en Buenos Aires incrementó en 700 muertes durante el verano de 2012-2013.

Un punto clave que subrayó la experta fue el impacto del cambio climático en la vida cotidiana, incluyendo factores indirectos como enfermedades.

“El aumento del dengue, impulsado por las altas temperaturas, es otro de los impactos ligados al cambio climático” indicó, mencionando las más de 300 muertes por esta causa en 2023. Es un recordatorio de que este problema global tiene repercusiones inmediatas en cada comunidad, variando desde inundaciones masivas hasta crisis sanitarias.

 (AP Photo/Andre Penner)
(AP Photo/Andre Penner)

Por eso los expertos también llaman la atención sobre la necesidad de un cambio cultural respecto al cambio climático.

El sistema actual presenta fallas profundas que agravan los problemas ambientales, como el desperdicio de alimentos. Un quinto de la comida que se produce se tira, una clara señal de un modelo insostenible que debe revisarse.

El panorama es crítico, pero no sin solución. Según destacó en la entrevista Rocha, la gestión local será fundamental en la adaptación al cambio climático, siendo los municipios quienes deberán implementar planes de acción específicos. Señaló que aún estamos lejos de un escenario en el que Buenos Aires quede inundada, hay simulaciones indican que si la temperatura promedio global aumenta en tres grados Celsius, la ciudad podría ver sectores como Figueroa Alcorta bajo el agua.

Aunque existe el Acuerdo de París, diseñado para contener el aumento de la temperatura a 1,5 grados, ya hemos alcanzado 1,2 grados y no se están logrando los objetivos esperados.

Aun así, Rocha insistió en la necesidad de exigir a los legisladores políticas más agresivas y locales frente a un problema que no solo es global. “El cambio climático es un problema que gestionamos a nivel local”, concluyó.