Inversiones digitales: un análisis de las tendencias que marcaron 2024 y lo que sigue para 2025

El 2024 destacó por una resiliencia y evolución sin precedentes en la economía digital. Con más de 5.520 millones de usuarios conectados a Internet, la penetración global alcanzó el 68%, según el informe “Digital 2024: October Global Statshot”.

Este crecimiento evidencia cómo las herramientas digitales se han convertido en un pilar fundamental de la vida cotidiana, revolucionando desde nuestras dinámicas laborales hasta la manera en que administramos nuestras finanzas.

En este contexto, Agustina Patti, estratega de mercados financieros en Exness, analiza los factores que han moldeado el panorama digital del último año, destacando áreas clave como la inteligencia artificial (IA), los activos digitales y las dinámicas regulatorias que están definiendo el futuro de la economía global.

Durante el año, la inteligencia artificial (IA) continuó su ascenso como una de las tecnologías más disruptivas. Según datos de Statista, la cantidad de usuarios de IA alcanzó los 300 millones durante 2024, con una proyección de superar los 500 millones para 2028. Este crecimiento no solo es atribuible al aumento en la adopción de herramientas basadas en IA generativa y aprendizaje automático, sino también a las inversiones públicas y privadas en infraestructura digital.

Ejemplos de esta transformación se evidenciaron en empresas como Nvidia, cuyo valor de mercado alcanzó un récord de 3.6 billones de dólares. Estos logros resaltan la confianza de los inversores en la capacidad de la IA para liderar la innovación y fomentar la productividad en múltiples sectores.

A su vez, la adopción de esta tecnología ha permitido que industrias tradicionales, como la manufactura y la logística, implementen soluciones automatizadas que optimizan procesos y reducen costos, consolidando su relevancia en el corto y mediano plazo.

Otro de los grandes protagonistas del 2024 fue el mercado de los activos digitales. De acuerdo con el informe de Mordor Intelligence, la gestión de activos digitales (DAM) alcanzó un valor estimado de 5.27 mil millones de dólares, con una proyección de crecimiento anual compuesto del 15%, que llevaría al sector a duplicar su valor en 2029.

Patti explicó que el resurgimiento del bitcoin fue uno de los principales motores de este crecimiento. Cambios regulatorios significativos en Estados Unidos, como la aprobación de ETF de bitcoin al contado y directrices más claras en torno a la criptofiscalidad, han generado un ambiente favorable para la aceptación institucional de los activos digitales.

Además, tecnologías como blockchain han permitido que los activos digitales ganen un atractivo adicional por su seguridad y transparencia, atrayendo a una generación de inversores jóvenes, conocedores de la tecnología, y diversificando el perfil de quienes participan en estos mercados.

A pesar de los avances, en 2024 también se destacaron retos en sectores específicos, sobre todo en las complejas conexiones entre los mercados tradicionales de materias primas y la economía digital en general.

“Los mercados del petróleo, por ejemplo, sufrieron una gran volatilidad debido a una combinación de tensiones geopolíticas, fluctuaciones en la dinámica de la oferta y la demanda e incertidumbre económica general. Estas fluctuaciones ponen de relieve las complejidades inherentes a los mercados tradicionales de materias primas y su interacción con la economía digital en evolución”, afirmó Patti.

El ecosistema de inversión también ha evolucionado, impulsado por avances tecnológicos y cambios demográficos. Según Patti, los inversores actuales muestran una mayor sofisticación y tolerancia al riesgo, reflejando una transición desde un enfoque especulativo hacia decisiones más fundamentadas en el análisis de datos y las aplicaciones prácticas de los activos digitales.

Herramientas como el trading basado en IA y los avances en blockchain han sido clave para atraer a nuevos inversores. Al mismo tiempo, factores como la sostenibilidad y el impacto ambiental de estas tecnologías están adquiriendo un peso cada vez mayor en las decisiones de inversión, marcando un cambio hacia un enfoque más responsable.

En este entorno de constante transformación, la capacitación y la educación financiera se han convertido en herramientas esenciales para que los inversores puedan tomar decisiones informadas.

Exness, el bróker minorista más grande del mundo, ha tomado un rol activo en este ámbito, ofreciendo recursos como análisis de mercado en tiempo real, webinars y materiales educativos diseñados para mejorar la comprensión de los riesgos y las oportunidades que presenta la economía digital.

“A través de estas iniciativas, pretendemos fomentar la toma de decisiones informadas y ayudar a los inversores a capitalizar las tendencias emergentes, gestionando al mismo tiempo los riesgos de forma eficaz”, afirmó Patti.

El compromiso de Exness con la educación financiera se extiende más allá de los mercados, siendo también patrocinador regional de LALIGA en Latinoamérica, reflejando su apoyo a las comunidades locales y su apuesta por el desarrollo en la región.

De cara a 2025, Patti anticipa que muchas de las tendencias observadas en 2024 continuarán marcando el rumbo de la economía digital. La inteligencia artificial y la tecnología blockchain seguirán ocupando un lugar central, con un enfoque en la monetización de sus capacidades para mejorar la productividad y los ingresos.

A su vez, las reformas fiscales y los cambios regulatorios en economías clave como Estados Unidos influirán en la estabilidad del mercado, ofreciendo nuevas oportunidades, pero también desafíos que exigirán estrategias bien informadas.

En el ámbito de los activos digitales, se espera una mayor integración de blockchain en industrias tradicionales, impulsada por una mayor claridad regulatoria y prácticas sostenibles.

“El 2024 reforzó la importancia de adaptarse y actuar de forma estratégica para prosperar en mercados dinámicos. Nuestro compromiso en Exness es seguir apoyando a los traders con los conocimientos y las herramientas necesarias para que puedan enfrentar los desafíos de una economía cada vez más digitalizada”, concluyó Patti.