Conservación y turismo sostenible: un modelo que transforma el Alto Sinú

En el Alto Sinú, iniciativas lideradas por la Central Hidroeléctrica Urrá integran la conservación de ecosistemas, como la Isla Sonora, con proyectos de turismo sostenible que benefician a las comunidades locales

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Central Hidroeléctrica Urrá en Alto
Central Hidroeléctrica Urrá en Alto Sinú lidera el desarrollo de turismo sostenible y conservación de ecosistemas. - Cortesía Urrá.

En un momento crítico para el planeta, los efectos del cambio climático han puesto en riesgo los recursos naturales, exigiendo nuevas formas de gestionar y preservar el medio ambiente.

La Central Hidroeléctrica Urrá, ubicada en el Alto Sinú, departamento de Córdoba, ha demostrado que es posible generar energía limpia y, al mismo tiempo, proteger los ecosistemas y fortalecer a las comunidades locales.

Con más de 20 años de operación, esta central se ha convertido en un referente de sostenibilidad en el país.

¿Qué es la Central Hidroeléctrica Urrá?

Urrá, la única central hidroeléctrica de la Región Caribe, es una fuente de energía limpia que da soporte al Sistema de Transmisión Nacional (STN). Tiene la capacidad de generar hasta 340 megavatios de energía eléctrica.

Urrá combina generación de energía
Urrá combina generación de energía limpia con protección ambiental y apoyo comunitario en Córdoba. - Cortesía Urrá.

Además, su embalse, con una capacidad superior a los 1.600 millones de metros cúbicos, desempeña una función esencial en la regulación hídrica de la región. Esta infraestructura no solo permite la generación eléctrica, sino que también contribuye a la prevención de inundaciones, protegiendo a las comunidades cercanas durante las épocas de lluvias intensas, un fenómeno común en el país.

Sin embargo, lo que realmente distingue a Urrá es su compromiso con el desarrollo sostenible, integrando iniciativas que benefician al medio ambiente con el apoyo a los emprendimientos comunitarios, viables para la región.

Isla Sonora: un refugio para la biodiversidad y el turismo sostenible

En el corazón del embalse se encuentra la Isla Sonora, la mayor isla dentro de la infraestructura y un santuario natural que alberga una rica biodiversidad. Este proyecto es uno de los ejemplos más emblemáticos del compromiso ambiental de la compañía, destacando la conservación de especies emblemáticas de la región, como el mono aullador y el tití cabeciblanco.

La Isla Sonora, en el
La Isla Sonora, en el embalse de Urrá, es un santuario natural para diferentes especies y el turismo sostenible. - Cortesía Urrá.

Además, la isla es hogar de una gran variedad de aves, entre ellas el matraquero, un ave icónica de la región.

La Isla Sonora no solo es un espacio para la conservación, sino también un ejemplo de turismo sostenible. A través de actividades como senderismo y avistamiento de aves, visitantes de todo el país pueden conocer de cerca la riqueza natural del Alto Sinú.

Un espacio ideal teniendo en cuenta que Colombia es reconocida como el país con mayor diversidad de aves en el mundo, contando con más de 1.900 especies, de acuerdo con cifras de WWF.

Proyectos productivos sostenibles

Además de su enfoque ambiental, Urrá lidera proyectos que combinan el desarrollo económico con la sostenibilidad, beneficiando directamente a las comunidades del Alto Sinú. Estas iniciativas, además de fortalecer la economía local, también refuerzan la relación entre las prácticas sostenibles y el bienestar comunitario.

  • Asoagromiel: la apicultura como motor de desarrollo

Uno de los proyectos destacados es Asogromiel, una iniciativa que apoya a pequeños apicultores locales mediante capacitaciones técnicas, provisión de equipos y acompañamiento continuo. Este programa fomenta la producción sostenible de miel y otros productos derivados de la apicultura, promoviendo prácticas respetuosas con el medio ambiente.

Proyecto Chocotaltos fomenta el cultivo
Proyecto Chocotaltos fomenta el cultivo orgánico de cacao, mejorando ingresos y reduciendo impacto ambiental. - Cortesía Urrá.

Además de los ingresos económicos que genera para las familias participantes, la apicultura cumple un rol esencial en la polinización de cultivos y plantas, ayudando a mantener la biodiversidad de la región.

  • Activa G10: el cultivo sostenible de cacao

Otro de los programas clave es Activa G10, que promueve el cultivo de cacao orgánico bajo prácticas agrícolas sostenibles. A través de capacitaciones y asistencia técnica, Urrá ha contribuido a mejorar las técnicas de cultivo, optimizando el uso de suelos y reduciendo el impacto ambiental de esta actividad.

Este enfoque no solo ha mejorado los ingresos de los agricultores, sino que también ha posicionado al cacao del Alto Sinú como un producto de calidad, vinculado a procesos responsables con el medio ambiente.

Ambos proyectos son ejemplo claro de cómo el desarrollo económico puede ir de la mano con la protección del entorno natural. Estas iniciativas refuerzan la idea de que el trabajo en conjunto con las comunidades locales son actores fundamentales en la búsqueda de un modelo sostenible.

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