En la actualidad, el fenómeno de los juegos de azar y las apuestas ha alcanzado una magnitud global que lo posiciona como una de las industrias más relevantes del mundo. Según cifras de Statista, el mercado global de apuestas alcanzó un tamaño de aproximadamente un billón de dólares en 2023, con un crecimiento notable en las plataformas en línea.
Sin embargo, detrás de esta expansión, se esconden complejas dinámicas psicológicas que pueden derivar en comportamientos peligrosos para los jugadores. Ron Sweeney, redactor de contenido especializado en el tema, detalló el impacto que tiene este sesgo en las apuestas deportivas y los juegos de casino.
¿Qué es la aversión a la pérdida?
Uno de los conceptos clave en la comprensión de los hábitos de los jugadores es la aversión a la pérdida, un fenómeno profundamente arraigado en la psicología humana. Este término, ampliamente estudiado en la Economía Conductual, explica que las personas tienden a valorar más la evitación de pérdidas que la obtención de ganancias. Como explica Sweeney, “perder tiene un costo emocional más alto que la felicidad que dan las ganancias”.
Este comportamiento tiene raíces evolutivas. Los estudios sugieren que, igual que nuestros ancestros priorizaban evitar riesgos que pusieran en peligro su vida o su tribu, hoy se asocia el dinero con elementos esenciales como alimento y refugio.
Por ello, perder dinero genera un nivel de angustia que impulsa a muchos jugadores a intentar recuperarlo a toda costa, cayendo en un ciclo que puede ser devastador.
Casos reales
Por medio de los foros de casinos y comparadores como Uusimmatkasinot, el sitio que enumera los mejores casinos nuevos, conocidos en Finlandia como “uudet nettikasinot” y que tiene información completa sobre las experiencias de otros jugadores, revelan que el comportamiento de perseguir pérdidas es común entre los apostadores.
Un ejemplo citado por Sweeney relata la experiencia de un estudiante universitario que, tras perder $10 apostando en un partido de ping pong ruso, quizás porque esto ocurrió a la 1 de la mañana o quizás por otro motivo, decidió intentar recuperarlos y apostó $45 a un jugador que tenía una buena racha, porque iba ganando 2 sets a cero. La suerte cambió y el tenista de mesa perdió los siguientes sets y el apostador terminó con $55 menos en la cuenta.
Este caso evidencia lo que expertos llaman “persecución de pérdidas”, un comportamiento en el que la emoción de recuperar lo perdido nubla el juicio racional del jugador. A medida que las apuestas incrementan, también lo hace el riesgo de caer en un círculo vicioso.
Las emociones y el juego compulsivo
De acuerdo con Mayo Clinic, el trastorno del juego, también conocido como juego compulsivo, se caracteriza por un impulso incontrolable de seguir apostando, sin importar las consecuencias. Los jugadores en esta situación suelen estar dominados por emociones intensas, que son potenciadas por el sesgo de aversión a la pérdida.
“Cuando un apostador persigue una pérdida en un casino, lo que está intentando es evitar sentir ese dolor que le causa la pérdida”, explica Sweeney.
La misma situación aparece relatada a menudo en los blogs de finanzas de alto riesgo. Los traders, sobre todo los menos experimentados, tratan de remontar una mala inversión a toda costa, aun cuando eso implique empeorar su situación.
Estrategias para evitar caer en la persecución de pérdidas
Para reducir el impacto de la aversión a la pérdida, es fundamental conocer su origen y adoptar estrategias que ayuden a controlar este comportamiento:
- Evitar jugar cansado: la fatiga disminuye la capacidad de tomar decisiones acertadas. Según un artículo de la BBC, una persona promedio toma alrededor de 35.000 decisiones al día, lo que genera un agotamiento cognitivo que se intensifica en horas nocturnas. Esto puede llevar a malas decisiones, especialmente en situaciones de juego.
- Establecer límites claros: antes de comenzar a jugar, es importante definir cuánto dinero y tiempo se está dispuesto a invertir, y adherirse estrictamente a estos límites.
- Aprender de experiencias pasadas: muchos jugadores han relatado en foros que una mala experiencia les sirvió como una valiosa lección para no repetir errores. Reflexionar sobre estos episodios puede ser una herramienta poderosa para el autocontrol.
Cuándo buscar ayuda es la mejor opción
A pesar de las estrategias preventivas, hay quienes se sienten incapaces de controlar el impulso de perseguir pérdidas. En estos casos, buscar apoyo profesional es esencial. Los servicios públicos y las líneas de ayuda ofrecidas por los casinos son recursos diseñados para brindar orientación y soporte a quienes enfrentan problemas con el juego.
El juego, en esencia, no tiene nada de malo. Sin embargo, cuando las emociones y los sesgos como la aversión a la pérdida toman el control, el riesgo de desarrollar hábitos peligrosos se incrementa.