En la vereda de Santa Rita, en el municipio de San Vicente del Caguán, departamento de Caquetá, el comando conjunto de operaciones especiales, en compañía de la Fuerza de Tarea Omega y la Fuerza Aérea, bombardearon a las fuerzas de Néstor Gregorio Vera, alias Iván Mordisco, cabecilla del Frente Primero de las disidencias de las FARC.
Las autoridades todavía tratan de determinar si en aquel operativo murió Mordisco, pero de ser así, se trataría de un duro golpe, pues es uno de los líderes más buscados por las autoridades. Por el momento, se pudo determinar que hay diez personas fallecidas. El ataque se llevó a cabo contra dos campamentos con alrededor de 40 cambuches.
Además, también, según determinó el diario El Tiempo, se incautó material de guerra: dos armas de largo alcance tipo fusil, seis armas de corto alcance tipo pistola, varios proveedores, municiones, granadas y armas trampa. De igual forma, también se encontraron dos geoposicionadores, dos radios scaner y un dron, una antena beagan, dos computadores portátiles, un disco duro, siete celulares y dos memorias USB.
Iván Mordisco recibió el mando del frente Jorge Briceño tras la muerte de alias Gentil Duarte, asesinado en la frontera colombo venezolana por sus enemigos, que detonaron mientras dormía una fuerte carga explosiva que había sido instalada cerca de su cambuche. Hoy se encuentra en guerra contra La Seguda Marquetalia, dirigida por Iván Márquez, de quien no hay claridad sobre si está vivo o no.
En su contra pesan los delitos de reclutamiento de jóvenes indígenas para sumarlos a sus filas, el ataque contra el batallón de Infantería de Granada, Meta, que dejó dos muertos en febrero de 2022, así como el asesinato de nueve militares en San José del Guaviare en julio de 2021, el secuestro de 17 integrantes de una misión médica en Guaviare en 2019, y el secuestro de un integrante de la ONU en el mismo departamento en 2017. Por él se ofrece una recompensa de hasta 3000 millones de pesos.
Sus áreas de operación son Guaviare, Vaupés y Vichada, y desde 2016 se convirtió en el primer jefe disidente luego del Acuerdo Final de Paz alcanzado con el Estado colombiano. Bajo su mando tendría al menos a 639 hombres, 250 en armas y 389 en redes de apoyo. Llevaba más de 30 años en la extinta guerrilla de las FARC, ahora en las disidencias, y es considerado la cabecilla más radical al interior de la estructura.
Semana estableció que tras la muerte de Gentil Duarte, Mordisco anunció su jefatura y aseguró a sus hombres que seguirían en el negocio de tráfico de drogas. Envió un mensaje claro: “Él era el nuevo jefe de las disidencias y del negocio, buscando frenar cualquier intento de desobediencia o fragmentación de la organización”.
Según inteligencia, mientras alias Jhon Mechas cuidaba la retaguardia en la frontera entre Colombia y Venezuela por la región de La Guajira, Mordisco lideraría la ofensiva contra Iván Márquez y la Segunda Marquetalia en su disputa por las principales rutas de narcotráfico.
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De confirmarse su muerte, quien asumiría el mando sería Alexander Díaz Mendoza, alias Calarcá, según han podido establecer las unidades de inteligencia del Ejército.
Este sería un tercer golpe contra la organización criminal este año, pues en enero se confirmó la caída de Euclides España Caicedo, alias Jhonier, relacionado con Iván Mordisco y Gentil Duarte, en un operativo del Ejército.
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