
La Secretaría de Salud de Bogotá hizo un llamado contra los líderes de las comunidades indígenas asentadas desde el 29 de septiembre en el Parque Nacional, por algunos problemas que están enfrentando niños, niñas y mujeres embarazadas.
A través de su cuenta de Twitter, la entidad explicó: “La situación de Salud Pública en el Parque Nacional es cada día más preocupante e insostenible. El derecho a la vida, a la convivencia pacífica y al buen vivir que nos han enseñado los pueblos indígenas, nos deben interpelar sobre este caso en particular”.
Para el 27 de abril se tenía programada una jornada de salud para los niños y niñas de la comunidad con el Hospital Pediátrico de La Misericordia, en la que se atendería de forma integral y especializada; incluía entrega de medicamentos, y se canceló a último momento.
Además, la entidad informó que se han realizado 14 jornadas de salud desde el 14 de octubre de 2021, representadas en 1.840 atenciones; se han valorado y trasladado a 139 personas mediante ambulancias y se han vacunado 239 niños, niñas y adolescentes. “A pesar del acompañamiento permanente del Sector Salud, se han presentado situaciones que aumentan la vulnerabilidad de la población y afectan la salud física y mental, especialmente de niños y niñas”, añadieron.
El Distrito explicó que a pesar del acompañamiento constante que les han brindado, los indígenas han agredido a las misiones médicas y que también están ocultando otras personas enfermas, lo que genera una identificación tardía de alertas y atención en salud para esa población.
De acuerdo con Jairo Montañez, líder de las Autoridades Indígenas en Bakatá, ellos les solicitaron a la Secretaría de Salud aplazar la fecha de dicha jornada para el 4 de mayo debido a que no les daban los plazos para reunir a todas las personas.
Jairo aseguró que nunca se han negado a estas jornadas y que desde la Secretaría de Salud les habían indicado “que la convocatoria era para personas afiliadas a las prestadoras de salud, Salud Total”.

Susana Muhamad, concejal de Bogotá, opinó al respecto, “En el Parque Nacional, la situación que viven las comunidades indígenas es una crisis humanitaria. La indolencia del Gobierno solo ha conllevado a que haya una problemática más fuerte. Niños, adultos mayores y más de 1800 personas padecen de hambre y enfermedades respiratorias”.
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