La situación social que vive Colombia ha provocado que entre la fuerza pública y la ciudadanía se hayan presentando diferentes enfrentamientos que han dejado decenas de denuncias por la violencia ejercida desde ambos puntos. A esto, se le suma la constante petición de algunos sectores de la sociedad de que es momento de una reforma estructural de la Policía Nacional.
Este panorama motivó a que varios generales retirados y anteriores directores de esa institución como Oscar Atehortua Duque, Jorge Hernando Nieto, Rodolfo Palomino, Jorge Daniel Castro, Luis Ernesto Gilibert, Rosso José Serrano y Octavio Vargas, publicaran una carta en la que analizan la situación del país pero también el de la misma Policía.
Lo primero que dicen es que lamentan profundamente los ataques y vejámenes injustificados de los que ha sido objeto en los últimos días la institución. “Las responsabilidades que la carta magna consigna a la Policía Nacional, brindan el fundamento jurídico de su misión, en procura de mantener las condiciones necesarias para el ejercicio de derechos y libertades públicas, de todos los residentes del territorio colombiano sin distinción alguna, tanto los que ejercen el derecho legítimo a la protesta pacífica, como los que no participan de ella, teniendo como fin la protección de sus vidas, honra y bienes”, señalan.
Así mismo, este grupo de exdirectores explican que actualmente la Policía enfrenta las actuales alteraciones del orden público, aportando un altísimo número de lesionados y muertos”. Detallan que estas agresiones desproporcionadas vienen “de grupos dirigidos y auspiciados por fuerzas oscuras que pretenden alterar la seguridad y tranquilidad públicas”.
Los generales retirados sostienen que todos los integrantes de la institución y el mando institucional con su director a la cabeza, “han enfrentado y sorteado momentos impensables en el devenir profesional, sin perder el norte y encausando las actuaciones policiales hacia la ponderación y el equilibrio, reconociendo la templanza de sus mujeres y hombres, reprochando y reconviniendo, cuando no sancionando, las fallas que se han presentado, reiterando ante la ciudadanía, la transparencia, profesionalismo y entrega de todos sus policías, al servicio del orden y el derecho”.
Piden además, que las organizaciones e instituciones representativas en todo sentido del devenir social, intelectual, académico, político, económico, reconocer el papel preponderante asumido por la Policía, en procura de la convivencia y la seguridad, en medio de estas jornadas tanto pacíficas, como de desorden y caos.
La carta finaliza con una solicitud: “salir fortalecidos tanto la sociedad y la democracia, como la institución que demostró ante la ciudadanía, su capacidad de tolerancia, sacrificio, profesionalismo y mesura de sus mujeres y hombres ante las agresiones, que no escatimó esfuerzos ni tiempo para responder al clamor de los colombianos”.
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