El regreso del jabalí: cómo la pausa por la pandemia del coronavirus multiplicó la cantidad de ejemplares

Científicos del Conicet y universidades públicas contaron a Infobae cómo registraron la explosión de la población de mamíferos en el Parque Nacional El Palmar en Argentina. Qué lecciones deja para el control de las especies invasoras

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El aumento de la población
El aumento de la población de jabalíes en El Palmar durante la pandemia provocó un daño récord en las palmeras yatay/Archivo Unsplash

El jabalí es una especie introducida en la Argentina que se considera plaga porque destruye cultivos, desplaza animales nativos y daña los suelos.

Sus poblaciones aprovecharon la suspensión de controles durante la pandemia por el coronavirus para aumentar su territorio en el Parque Nacional El Palmar, en la provincia de Entre Ríos. Cuando el Parque cerró en 2020, el programa de control del jabalí, que había resultado ser exitoso, se detuvo por completo.

Los animales tuvieron la oportunidad de expandirse por toda el área protegida.

Científicos del Conicet, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de Tierra del Fuego comprobaron cómo la población de jabalíes aumentó y el daño a las palmeras yatay se multiplicó en tiempo récord.

El Parque Nacional El Palmar
El Parque Nacional El Palmar protege uno de los últimos palmares de yatay nativos en Argentina/Archivo

Publicaron los resultados de su estudio en la revista Biological Invasions. Allí detallaron que el avance de los animales fuera notorio. La presencia de rastros de jabalí pasó del 15 % al 58 % en apenas un año.

El aumento fue tan fuerte que alertó sobre lo difícil que resulta volver a controlar a una especie invasora tras solo un año de pausa.

El trabajo fue realizado por Andrés de Miguel, Gabriela Nicosia, Augusto Fumagalli, Romina de Diego, Lucía Rodríguez-Planes y Ricardo Gürtler.

Cuando nadie vigila, el problema se agranda

La suspensión del control de
La suspensión del control de jabalíes en 2020 elevó la presencia de rastros de la especie invasora del 15 % al 58 % en un año. (Pixabay)

El jabalí se encuentra en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

En muchas provincias argentinas, el jabalí es una especie invasora capaz de causar estragos. Revuelve el suelo, consume plántulas y compite con animales nativos.

Para evitarlo, como informó Infobae, las autoridades de la Administración de Parques Nacionales habían implementado un programa de control a largo plazo para mantener a raya la población de jabalíes y proteger las palmeras yatay, el símbolo del lugar.

En 2020 el Gobierno nacional estableció un confinamiento masivo por la pandemia para reducir la movilidad de las personas y prevenir la transmisión del virus, como lo hicieron también otros países.

En 2020, el Gobierno nacional
En 2020, el Gobierno nacional estableció el confinamiento masivo. Se suspendieron las actividades en El Palmar (REUTERS/Agustin Marcarian)

Esa medida obligó a frenar toda actividad de campo en El Palmar. Sin la supervisión, los jabalíes ganaron espacio y generaron más daño en las palmeras y a la cobertura vegetal.

Tras la liberación del confinamiento, los investigadores evaluaron los efectos de la interrupción del control de la plaga.

El equipo también analizó factores que podrían influir, como la sequía. Por eso, monitorearon el parque en distintas estaciones, buscaron rastros de jabalí y palmeras dañadas para comparar los cambios en el tiempo.

Qué encontraron

La sequía agravó el daño
La sequía agravó el daño causado por los jabalíes. Concentró su búsqueda de alimento y afectó más áreas del Parque Nacional/Archivo

Durante cinco años, el equipo recorrió El Palmar y tomó muestras en parcelas fijas para detectar la actividad de los jabalíes.

La frecuencia de parcelas con rastros de jabalí aumentó cuatro veces un año después de la interrupción del programa de control, mientras el suelo removido subió seis veces.

Estos datos, registrados tras el confinamiento, muestran lo rápido que el daño de la especie invasora puede regresar.

El suelo y las palmeras fueron los que más sufrieron. Los investigadores detectaron que la superficie promedio de suelo removido por los jabalíes con sus hocicos creció exponencialmente tras abril de 2019, justo cuando se suspendieron los controles habituales.

El monitoreo constante y la
El monitoreo constante y la inversión en estudios a largo plazo son claves para controlar especies invasoras como el jabalí. (Archivo Freepik)

El estudio también encontró que en invierno, época en la que hay menos comida, los jabalíes arrasaban más el suelo. Donde el animal deja rastros, suele estar el daño.

La sequía agravó la situación, ya que la falta de lluvias concentró la búsqueda de alimento en algunos sectores. Aunque los científicos advirtieron que si el clima cambia, el daño tal vez no sea igual.

El daño ocurrido mientras no hubo vigilancia muestra que la interrupción del control trae consecuencias difíciles de revertir.

“Cuando se retomó la vigilancia, no fue sencillo volver al equilibrio anterior. Sin embargo, desde el retorno del programa de control en el Parque Nacional desde el 2021 se logró nuevamente controlar la abundancia de los jabalíes”, dijo a Infobae el doctor Gurtler, a cargo del Laboratorio de Eco‑Epidemiología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y líder del trabajo.

“Nuestro estudio confirma la capacidad del jabalí de explotar rápidamente discontinuidades en las acciones de manejo”, resaltó.

Cómo evitar que se repita

El Parque Nacional El Palmar
El Parque Nacional El Palmar alberga cerca de un millón de palmeras yatay./Archivo

El equipo sugiere que las tareas de control no deben interrumpirse, ni siquiera por períodos cortos. Una pausa puede devolver el parque a los niveles de daño observados hace décadas.

“Si se considera que en provincias como Río Negro, Córdoba, Entre Ríos y Buenos Aires aumentó el interés en controlar a los jabalíes para reducir las pérdidas que generan, los resultados de nuestro estudio sirven para tener en cuenta qué pasa cuando se deja de hacer lo que sí funcionaba”, expresó Gurtler.

Los científicos reconocieron que tuvieron la dificultad para comparar con áreas sin jabalí y que deberían recopilar aún más datos.

El regreso del jabalí tras
El regreso del jabalí tras la interrupción del manejo demuestra la dificultad de revertir el daño ecológico en El Palmar. (Animalia)

Pero subrayaron que es fundamental mejorar la inversión en el monitoreo y el control de las especies invasoras.

La lección que dejan los datos del estudio publicado en Biological Invasions es clara: solo el manejo constante controla a las especies invasoras y cuida el funcionamiento de ecosistemas únicos como el de El Palmar.

Cómo llegaron los jabalíes a la Argentina

Aún no hay un plan
Aún no hay un plan nacional de manejo del jabalí en la Argentina (Archivo Ministerio de Agricultura)

La introducción del jabalí en Argentina comenzó a principios del siglo XX, cuando los primeros ejemplares se llevaron al coto de caza San Huberto (actual Reserva Provincial Parque Luro) en la provincia de La Pampa.

Entre 1917 y 1922, algunos ejemplares se trasladaron a la estancia Collun-Có, en Neuquén. Se produjeron escapes accidentales que posibilitaron la dispersión de los animales hacia los parques nacionales Lanín y Nahuel Huapi.

“Las poblaciones de jabalíes habrían aumentado en todo el país durante los últimos años, aunque faltarían monitoreos precisos. Sabemos que tienen una alta tasa de dispersión considerando los nuevos registros que aparecen en diferentes localidades del país cada año”, resaltó al ser consultado por Infobae el doctor Sebastián Ballari, biólogo e investigador del Conicet en el Parque Nacional Nahuel Huapi.

“Son animales con una tasa de reproducción alta que se adaptan a todo tipo de ambientes. Como aún no existen planes de manejo a nivel nacional o provincial para su control, las poblaciones de jabalíes siguen creciendo de manera sostenida año tras año”, comentó.