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El hallazgo de un ave
El hallazgo de un ave híbrida en Texas revela el primer cruce natural entre arrendajo verde y azul

Un hallazgo inesperado en Texas captó la atención de la comunidad científica: investigadores de la Universidad de Austin identificaron por primera vez un ave híbrida nacida del cruce natural entre un arrendajo verde y un arrendajo azul. Este ejemplar, avistado inicialmente gracias a la fotografía de una observadora local y confirmado mediante pruebas genéticas, demuestra la existencia de hibridación entre especies separadas por millones de años de evolución. Lo que hace especialmente relevante este descubrimiento es que surge como resultado de la alteración de los hábitats provocada por el cambio climático, un fenómeno que hasta ahora no se había asociado a la expansión simultánea de rangos de distribución y el posterior cruce entre estos linajes distintos.

Cómo fue el hallazgo del ave híbrida

El ejemplar fue identificado gracias
El ejemplar fue identificado gracias a una fotografía y confirmado mediante análisis genéticos en la Universidad de Austin

El registro del primer híbrido natural de arrendajo verde y azul en Texas se dio tras una serie de eventos inesperados que involucraron tanto la observación casual como el seguimiento científico. Este descubrimiento se materializó cuando Brian Stokes, estudiante de posgrado de la Universidad de Austin, encontró en redes sociales la fotografía de un ave que presentaba una coloración inusual y rasgos distintivos: color azulado, máscara negra y pecho blanco. Aunque la imagen recordaba al arrendajo azul, mostraba detalles que no coincidían completamente con esa especie.

La autora local de la fotografía invitó a Stokes a su domicilio para observar de cerca al ave. El primer intento de captura no tuvo éxito, pero al día siguiente, el ave quedó atrapada en una red de niebla, una herramienta común en estudios de aves. Esto permitió tomar una muestra de sangre y colocar al ave un anillo de identificación antes de liberarla nuevamente en el entorno. Posteriormente, el ave desapareció, lo que dificultó el seguimiento científico. No obstante, años después, en junio de 2025, el ejemplar regresó al mismo jardín, en un hecho que Stokes calificó como una auténtica casualidad, ya que, de no haber regresado exactamente a ese sitio, probablemente su existencia habría pasado inadvertida.

Este proceso permitió a los investigadores recoger pruebas genéticas cruciales. El análisis posterior confirmó que se trataba de un híbrido, resultado del cruce entre una madre arrendajo verde y un padre arrendajo azul. El caso destaca tanto por el contexto en que se produjo el hallazgo, como por el carácter natural del cruce, lo que marca una diferencia importante con anteriores registros de híbridos creados en cautiverio.

Por qué este descubrimiento llama la atención de la comunidad científica

El hallazgo del híbrido entre arrendajo verde y arrendajo azul en Texas despertó un interés considerable en la comunidad científica debido a que evidencia cómo las alteraciones en los patrones climáticos están provocando cambios inéditos en la biodiversidad. Según el estudio encabezado por Brian Stokes y publicado en Ecology and Evolution, la relevancia científica del descubrimiento radica en que se trata del primer vertebrado registrado cuya hibridación surge como resultado directo de la expansión simultánea de los rangos de dos especies distintas, fenómeno impulsado por transformaciones ambientales profundas.

En el pasado, los casos de híbridos en vertebrados documentados en la naturaleza solían estar vinculados a la intervención humana, como por ejemplo la introducción de especies no nativas o la expansión de una única especie invasora sobre el territorio de otra. En contraste, en este caso ambas especies parentales —el arrendajo verde (originario de áreas tropicales de Centroamérica y el sur de Texas) y el arrendajo azul (propio de climas templados del este de Estados Unidos)— mantuvieron rangos de distribución completamente separados durante millones de años. No fue sino recientemente, cuando el arrendajo verde extendió su rango hacia el norte y el arrendajo azul hizo lo propio hacia el oeste, que sus áreas de distribución se superpusieron en la región de San Antonio.

Este solapamiento geográfico entre dos especies tan distantes evolutivamente fue propiciado por los recientes cambios en el clima, los cuales han alterado la distribución natural de numerosas especies en el continente. Este tipo de convergencia no tiene precedentes conocidos entre aves, especialmente tratándose de linajes separados por más de siete millones de años de evolución. El caso del híbrido de Texas sugiere que el cambio climático está reescribiendo ciertos límites biogeográficos y podría estar promoviendo encuentros y cruces entre especies previamente aisladas, con implicaciones directas en la comprensión y monitoreo de la biodiversidad futura.

Cómo es el ejemplar descubierto

El ave híbrida presenta una
El ave híbrida presenta una combinación única de coloración azul, máscara negra y pecho blanco

El ejemplar descubierto, resultado del cruce entre un arrendajo verde y un arrendajo azul, se destacó por una serie de características físicas atípicas observadas en el momento de su hallazgo. La primera señal de su singularidad provino de una fotografía publicada por una observadora local, donde el ave mostraba una coloración azul poco común, acompañada de una máscara negra y plumaje blanco en el pecho. Estos rasgos físicos combinaron elementos propios de ambas especies parentales, pero generaron sospechas entre los especialistas debido a su mezcla inusual.

Al concretarse la captura del ave con una red de niebla, los científicos pudieron observar y registrar de cerca estas características, además de colocarle un anillo de identificación para su posterior seguimiento en la naturaleza. El análisis genético posterior fue clave para confirmar su origen híbrido. Mediante las muestras de sangre obtenidas, los investigadores, liderados por Brian Stokes y el profesor Tim Keitt de la Universidad de Austin, establecerían con precisión el linaje materno y paterno del ave: una madre arrendajo verde —especie de origen tropical— y un padre arrendajo azul —típica de climas templados—.

El ave demostró también cierto comportamiento esquivo; tras su liberación, desapareció del área durante varios años, lo que dificultó nuevas observaciones y registros directos. Su regreso al mismo jardín donde fue avistada originalmente, años después, permitió a los científicos corroborar la identificación previa y refrescar la importancia del hallazgo. Al comparar este caso con un híbrido similar producido en cautiverio durante la década de 1970 y conservado en un museo de Fort Worth, los especialistas subrayaron que no sólo se trataba de especies diferentes, sino de un cruce natural, sin intervención humana, lo que refuerza la excepcionalidad del descubrimiento.