
Originaria de Sudamérica, esta hormiga invasora se ha convertido en una de las especies más dañinas a nivel global por su capacidad de adaptación, expansión y agresividad ecológica.
Denominada científicamente como Wassmannia auropunctata, pero conocida como la “pequeña hormiga de fuego” u “hormiga eléctrica”, este insecto ha encendido las alarmas en España, que se ha convertido en el país europeo con mayor número de focos de esta especie. Según informó National Geographic, ya existen registros confirmados en Alicante, Islas Canarias y Málaga, situando a esta especie entre las cien más dañinas del mundo según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La primera población de esta hormiga en suelo español se identificó en la capital de la Costa del Sol en 2018. Desde entonces, se ha extendido por localidades cercanas como Calahonda, Estepona, Benalmádena y Marbella. En septiembre de 2024, se confirmó su presencia en la provincia de Alicante, específicamente en la zona costera de La Marina, donde ocupa 5,1 hectáreas con concentraciones muy densas que evidencian su notable capacidad reproductiva.
El hallazgo más reciente se produjo en las Islas Canarias. Según un estudio publicado en el Journal of Hymenoptera, la primera identificación de la especie en el archipiélago se realizó en agosto de 2023, durante un análisis de la dieta de la lagartija introducida Anolis porcatus en un campo de golf del sur de Tenerife.
De la biología a la ecología: cuáles son las características de la “hormiga de fuego”

Según National Geographic, Wassmannia auropunctata es originaria de regiones tropicales de Sudamérica, especialmente de Argentina, Brasil y Uruguay.
Su éxito como invasora se debe a una combinación de factores: dieta generalista, capacidad para establecerse en diversos hábitats, estructura social supercolonial, poliginia (múltiples reinas por colonia) y reproducción clonal en poblaciones invasoras. Además, muestra alta agresividad interespecífica y ausencia de agresión entre miembros de la misma colonia.
La hormiga puede reproducirse tanto sexual como asexualmente. En ambientes alterados por el ser humano predomina la reproducción clonal, mientras que en hábitats naturales se observa la reproducción sexual.
Según información de la fundación Charles Darwin, el ciclo de vida, desde huevo hasta adulto, dura aproximadamente 35 días.
La dispersión suele producirse por “budding”, es decir, grupos de obreras acompañan a una reina para fundar nuevas colonias a pie, aunque también pueden ser transportadas accidentalmente en frutas, plantas, tierra y mercancías.
Impactos ambientales: efectos sobre la biodiversidad local

La introducción de esta especie en nuevos ecosistemas ha tenido consecuencias graves para la biodiversidad.
Según un informe de Journal of Hymenoptera, las hormigas invasoras reducen la abundancia y diversidad de especies animales en sistemas naturales no perturbados, alteran funciones ecosistémicas como el reciclaje de nutrientes y afectan negativamente las relaciones entre plantas y animales.
Riesgos para la salud pública
Su presencia implica riesgos directos para la salud humana. Las picaduras de la “hormiga de fuego” son dolorosas y pueden desencadenar reacciones alérgicas graves, incluida la anafilaxia, una respuesta inmunitaria potencialmente mortal.
National Geographic describe que la reacción puede aparecer de forma abrupta y afectar distintas partes del cuerpo, con síntomas que van desde ronchas y urticaria en la zona de la picadura hasta complicaciones respiratorias, molestias en garganta o lengua, calambres estomacales, náuseas, diarrea y, en casos severos, descenso de la presión arterial.
Ante cualquier síntoma, los especialistas recomiendan buscar atención médica inmediata.
De la agricultura al control: los impactos económicos de la “hormiga de fuego”

El impacto económico de Wassmannia auropunctata es considerable. El Journal of Hymenoptera cita un metaanálisis que estima en 51.930 millones de dólares los costes globales asociados a la mitigación de los daños causados por hormigas invasoras desde 1930, siendo esta especie la segunda con mayor coste reportado a nivel mundial, con 7.350 millones de dólares.
En entornos rurales, la hormiga puede dañar cultivos, desplazar grandes volúmenes de tierra y afectar la ganadería, llegando a provocar ceguera en animales.
La expansión de Wassmannia auropunctata no se limita a España. La especie se ha naturalizado en al menos 31 países y territorios, principalmente en zonas tropicales y subtropicales. En el Mediterráneo, es la única región templada con registros al aire libre. Se han documentado introducciones en Alemania, Países Bajos, Israel, Chipre y Francia, aunque en algunos casos solo en ambientes interiores o sin establecimiento permanente.
En las islas Galápagos, la Fundación Charles Darwin detalla que la hormiga ha reducido la diversidad de invertebrados y causado daños a reptiles y aves. En tanto, en la Unión Europea ha incluido a Wassmannia auropunctata en la lista de especies exóticas invasoras de preocupación, lo que obliga a los Estados miembros a adoptar medidas de prevención, detección y erradicación.
Últimas Noticias
Plásticos programados para degradarse: cómo este avance podría cambiar la lucha contra la contaminación
Investigadores estadounidenses desarrollaron materiales con estructuras inspiradas en la biología que presentan ciclos definidos y desaparecen tras su uso. Cómo funciona este desarrollo que permitiría un manejo sustentable de residuos industriales y domésticos

Moverse protege contra el cáncer: así actúa el ejercicio sobre los tumores
Científicos de la Universidad de Yale en los Estados Unidos hicieron experimentos con ratones. La líder del estudio publicado en PNAS contó a Infobae por qué la práctica constante de actividad física puede limitar el crecimiento de tumores

El cometa 3I/ATLAS sigue sorprendiendo: tiene volcanes de hielo que estallan
El visitante interestelar, que en pocos días hará su máximo acercamiento a la Tierra, tiene actividad criovolcánica, según nuevas observaciones

Dos estrellas pasaron cerca del Sol y dejaron huellas fuera del sistema solar hace 4,4 millones de años
Así lo identificó un estudio científico. Cómo ocurrió este fenómeno

Las células desconocidas del cerebro que no son neuronas: qué hacen los astrocitos
Científicos de la Universidad Johns Hopkins y de Italia lograron observar por primera vez cómo se ven y actúan estas células fuera del organismo



