
Los equinoccios y los solsticios son dos de los eventos astronómicos más importantes que marcan el paso de las estaciones del año en la Tierra. Ambos fenómenos, aunque similares en cuanto a su periodicidad, difieren en la posición del Sol respecto al planeta.
Los equinoccios, que ocurren dos veces al año, son momentos en los que el Sol se encuentra directamente sobre el ecuador terrestre, lo que provoca que el día y la noche tengan una duración casi igual.
En cambio, los solsticios, también ocurren dos veces al año, pero se producen cuando la inclinación de la Tierra está en su punto máximo, lo que da lugar al día más largo del año en verano y al más corto en invierno.
Estos eventos no solo son claves para entender los cambios de estación, sino que han sido observados y celebrados por diversas culturas a lo largo de la historia, marcando momentos de reflexión y conexión con la naturaleza.
Qué son los equinoccios

Los equinoccios son eventos astronómicos que ocurren dos veces al año, en marzo y en septiembre, cuando el Sol se sitúa justo sobre el Ecuador de la Tierra, dividiendo el día y la noche casi por igual. En estos momentos, tanto el día como la noche tienen aproximadamente 12 horas de duración. El término “equinoccio” proviene del latín aequinoctium, que significa “noche igual”.
Estos fenómenos se producen debido a la inclinación de la Tierra (23,5 grados) en su órbita alrededor del Sol. Cuando la órbita y la inclinación de la Tierra coinciden de manera que el Sol queda alineado con el Ecuador, se genera el equinoccio. A pesar de esta división casi perfecta de la luz y oscuridad, la atmósfera terrestre se desvía la luz solar en unos 60 kilómetros, lo que hace que una parte del planeta reciba algo más de luz que la otra, incluso en estos días de equinoccio.
Qué son los solsticios

Los solsticios son fenómenos astronómicos que también ocurren dos veces al año y marcan el inicio del verano y del invierno. A diferencia de los equinoccios, que suceden cuando el Sol está directamente sobre el Ecuador, los solsticios ocurren cuando la órbita de la Tierra coincide con los extremos de su eje mayor. En estos momentos, los polos norte y sur están más inclinados hacia el Sol o alejados de él.
El solsticio de verano en el hemisferio sur, alrededor del 21 de diciembre, es el día con la noche más corta del año, mientras que el solsticio de invierno, que ocurre alrededor del 21 de junio, tiene el día con la noche más larga. Los solsticios están asociados a la máxima inclinación de la Tierra respecto al Sol.
De esta manera, la diferencia entre equinoccios y solsticios tiene que ver con la distancia entre el Sol y el eje de rotación de la Tierra. La órbita de la Tierra no es circular, sino elíptica, y por eso tiene un eje mayor y uno menor: dos veces al año la Tierra pasa por los extremos del eje mayor, y otras dos veces por los del eje menor.
Cuando la órbita de la Tierra coincide con uno de los extremos del eje mayor, sobre los polos norte y sur, ocurren los solsticios. El solsticio de verano (en el hemisferio sur alrededor del 21 de diciembre) es el día con la noche más corta del año, y el de invierno (21 de junio) tiene la noche más larga del año.
Y cuando el sol está posicionado exactamente sobre la línea del Ecuador (eje menor de la Tierra), se dan los equinoccios. Marcan los inicios del otoño (marzo) y la primavera (septiembre), y en esas jornadas el día y la noche tienen la misma duración.
Cuándo comenzó el otoño en el hemisferio sur
El otoño en el hemisferio sur comenzó el 20 de marzo de 2025 a las 6:01 a.m. Este es el momento en que ocurrió el equinoccio de marzo, que marca el inicio de la nueva estación en el hemisferio sur.
Popularmente, el comienzo de la estación ocurre el 21 de marzo, pero depende del momento en que ocurre la alineación del Sol con la línea del Ecuador.