La ISS captura una foto histórica del chorro gigantesco desde el espacio

Este impresionante fenómeno eléctrico muestra cómo las descargas pueden atravesar la atmósfera superior y llegar a la ionosfera, un proceso aún en estudio por los científicos

Guardar
La Estación Espacial Internacional capturó un chorro gigantesco sobre el Golfo de México (NASA)

La Estación Espacial Internacional (ISS) capturó una impresionante fotografía de un fenómeno eléctrico que desafía las convenciones de los relámpagos conocidos: el “chorro gigantesco”.

Este tipo de descarga, ocurre a altitudes de hasta 80 kilómetros sobre la Tierra, entre las tormentas eléctricas y la ionosfera, y es considerado uno de los rayos más altos y espectaculares registrados hasta la fecha. A pesar de su rareza y complejidad, estos fenómenos han comenzado a captar la atención de científicos.

Cómo es el “chorro gigantesco”

Son un tipo de descarga eléctrica que se produce a gran altitud, específicamente entre las tormentas y la ionosfera, a unos 80 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.

Este fenómeno, que ha sido objeto de estudio desde principios de la década de 2000, se diferencia de los relámpagos comunes en varios aspectos, ya que no ocurre entre nubes o entre una nube y la Tierra, sino que se extiende hacia el espacio.

Las características

  • Formación a gran altitud: los chorros gigantescos ocurren entre tormentas eléctricas y la ionosfera, aproximadamente a 80 km sobre la superficie terrestre. Estas descargas, a diferencia de los relámpagos tradicionales, atraviesan la atmósfera superior hasta extenderse cerca del espacio exterior, superando la troposfera.
  • Diferencias con otros tipos de relámpagos: estos se originan en las capas más altas de tormentas eléctricas y llegan a altitudes mayores. Aunque se comparan con los chorros azules, los gigantescos son más intensos y energéticos, alcanzando niveles superiores en energía y extensión.
  • Aspectos visuales y energéticos: destacan por su longitud, iluminando el cielo al conectar tormentas con la ionosfera. Energéticamente, equilibran las cargas dentro de la atmósfera, aunque los mecanismos exactos aún no se comprenden totalmente
  • Dificultad de observación: estos eventos son muy raros y difíciles de observar desde la superficie terrestre, siendo documentados mayormente desde el espacio, como desde la Estación Espacial Internacional (ISS). También se reportan avistamientos ocasionales desde vuelos aéreos sobre tormentas intensas.

Impacto científico y tecnológico

El estudio de los chorros gigantescos permite profundizar en los procesos eléctricos de altas capas atmosféricas y desarrollar sistemas de monitoreo climático más avanzados. Observaciones desde la ISS proporcionaron datos e imágenes de alta resolución, posibilitando investigaciones sobre las interacciones eléctricas entre tormentas y la ionosfera.

Una foto tomada el 19
Una foto tomada el 19 de noviembre desde la ISS fue identificada por Frankie Lucena (NASA)

Documentación del fenómeno

Tener archivos de los chorros gigantescos ha sido una tarea compleja debido a la rareza y la altitud a la que ocurren estos eventos. Sin embargo, el avance tecnológico y la utilización de plataformas espaciales como la Estación Espacial Internacional (ISS) han permitido obtener imágenes y datos cruciales para el estudio de este fenómeno eléctrico.

A continuación, se detallan los aspectos más relevantes sobre cómo se ha documentado este fenómeno y los avances recientes en su observación.

Fotografía reciente desde la ISS

Una de las observaciones más destacadas se produjo el 19 de noviembre de 2023, cuando la ISS capturó una imagen de un chorro gigantesco mientras se encontraba sobre América del Norte, a una altitud de 223 millas náuticas (aproximadamente 412 kilómetros).

Esta foto, tomada a las 00:26 hora del Este, muestra el fenómeno en su totalidad y es una de las imágenes más nítidas y claras de un chorro gigantesco hasta la fecha. La ubicación precisa del fenómeno, identificado por el entusiasta del espacio Frankie Lucena, fue cerca de Nueva Orleans, sobre el Golfo de México.

Lucena había revisado las imágenes previas y posteriores al evento, utilizando la base de datos de imágenes de la NASA, “Gateway to Astronaut Photography of Earth”, para identificar las fotografías relacionadas con este fenómeno.

En sus declaraciones a Space Weather Gallery, explicó que la ubicación exacta del chorro estaba al sur de Nueva Orleans, lo que permitió a los investigadores precisar más detalles sobre el fenómeno y avanzar en su comprensión.

Este tipo de observación no solo es relevante para la investigación científica, sino que también contribuye a la documentación visual del fenómeno, algo que hasta ahora ha sido limitado.

Implicaciones para la investigación futura

La documentación de los chorros gigantescos desde la ISS no solo permite un entendimiento más completo del fenómeno, sino que también puede tener implicaciones más amplias para el estudio de otros fenómenos atmosféricos y la meteorología espacial.

La capacidad de capturar imágenes claras y precisas de eventos a gran altitud abre la puerta a investigaciones más profundas sobre la electricidad en la atmósfera superior, el comportamiento de las tormentas a grandes alturas y cómo estos eventos pueden influir en el equilibrio energético de la Tierra.

Además, los avances tecnológicos en este campo podrían llevar a mejores predicciones de fenómenos meteorológicos extremos y mejorar la seguridad de las misiones espaciales al ofrecer datos sobre las condiciones eléctricas en las capas más altas de la atmósfera.