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Un equipo de científicos reveló un descubrimiento que podría redefinir el futuro de la energía limpia y poner un punto final al uso de combustibles fósiles: las montañas podrían ser enormes generadoras de hidrógeno natural.
Este hallazgo, publicado en Science Advances, marca un punto de inflexión en la búsqueda de fuentes de energía renovable.
A través de modelos geodinámicos avanzados, los investigadores identificaron que un proceso llamado serpentinización, que ocurre en rocas del manto terrestre expuestas en cadenas montañosas, tiene el potencial de producir hasta 20 veces más hidrógeno del que se pensaba.
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El hidrógeno es una de las grandes promesas de la transición energética, pero su producción depende en gran medida de los combustibles fósiles, un método costoso y contaminante. En contraste, el hidrógeno natural se genera mediante procesos geológicos sin necesidad de intervención humana.
Sin embargo, hasta ahora, no se sabía dónde buscar reservas explotables a gran escala.
El estudio dirigido por el doctor en geología, Frank Zwaan, del Centro Helmholtz GFZ de Geociencias, indica que las montañas podrían ser depósitos ocultos de hidrógeno gracias a la serpentinización. Este proceso ocurre cuando rocas ricas en hierro del manto terrestre reaccionan con agua en condiciones específicas de temperatura y presión, formando nuevos minerales y liberando hidrógeno.
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Si bien se sabía que este fenómeno sucedía en zonas submarinas, como dorsales oceánicas, su difícil acceso había limitado su aprovechamiento. Ahora, los científicos demostraron que en entornos montañosos, donde las rocas del manto emergen a la superficie, la producción de hidrógeno podría ser mucho más abundante y accesible.
“En general, podemos estar en un punto de inflexión para la exploración de H2 natural. Por lo tanto, podríamos estar presenciando el nacimiento de una nueva industria de hidrógeno natural”, indicó el doctor Zwaan.
Los modelos geodinámicos utilizados en el estudio muestran que durante la formación de montañas, las rocas del manto quedan expuestas a temperaturas óptimas de 200-350 °C, lo que favorece la serpentinización.
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Además, las fallas generadas en estos entornos facilitan la circulación de agua, potenciando la producción de hidrógeno. Este descubrimiento abre la posibilidad de que regiones como los Pirineos, los Alpes, Andes y los Balcanes, donde ya se detectó hidrógeno en la superficie, alojen grandes acumulaciones subterráneas listas para ser explotadas con la tecnología adecuada.
Además de su viabilidad teórica, los investigadores destacan que la exploración de hidrógeno natural podría ser una alternativa viable para acelerar la transición energética global.
Si bien el hidrógeno verde producido a partir de electrólisis con energías renovables es una opción en crecimiento, su producción y almacenamiento siguen presentando desafíos económicos y técnicos. En este contexto, aprovechar el hidrógeno natural podría representar un recurso estratégico para garantizar una energía más limpia con costos más bajos de extracción y aprovechamiento.
Exploración y futuro del hidrógeno natural
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El hallazgo no solo redefine dónde buscar hidrógeno natural, sino que también sienta las bases para el desarrollo de una nueva industria energética. Según el equipo de investigación, podríamos estar presenciando el nacimiento de un sector dedicado a la exploración y extracción de hidrógeno natural en tierra firme. Sin embargo, antes de que esto sea una realidad comercial, es necesario entender mejor los mecanismos de acumulación y migración del hidrógeno dentro de las montañas.
Uno de los aspectos clave para la explotación del hidrógeno es la presencia de rocas reservorio, materiales porosos como las areniscas que pueden almacenar el gas en grandes cantidades. Estas formaciones geológicas son comunes en cadenas montañosas, lo que aumenta la viabilidad de encontrar depósitos significativos. A diferencia de los márgenes oceánicos, donde el hidrógeno generado tiende a disiparse, las montañas podrían ofrecer un entorno más estable para su captura y aprovechamiento.
El potencial del hidrógeno natural en montañas también tiene implicaciones importantes en términos geopolíticos y económicos. Los países con grandes cadenas montañosas podrían desarrollar una ventaja competitiva en la producción de hidrógeno, estableciendo nuevas oportunidades de comercio y colaboración internacional.
Además, esta fuente de energía podría beneficiar a regiones que actualmente dependen de la importación de combustibles fósiles, reduciendo su dependencia energética y fomentando el desarrollo de infraestructuras sostenibles.
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Los investigadores enfatizan que es necesario avanzar en la identificación de los factores geológicos que determinan qué zonas pueden ser económicamente viables para la extracción de hidrógeno. También es crucial estudiar los ecosistemas microbianos subterráneos que consumen hidrógeno, ya que podrían influir en la cantidad de gas disponible para la explotación comercial.
El equipo de investigación destaca que la evaluación de estos reservorios debe incluir un análisis detallado de las condiciones geológicas y ambientales. Factores como la estabilidad tectónica, la presencia de agua subterránea y la composición mineralógica de las rocas serán clave para determinar la viabilidad de la extracción en distintas partes del mundo. Esto implica que la exploración de hidrógeno natural requerirá un enfoque multidisciplinario que involucre geólogos, ingenieros y expertos en energía.
El geólogo Sascha Brune, uno de los autores del estudio, destaca la importancia de profundizar en estas líneas de investigación: “Teniendo en cuenta las oportunidades económicas asociadas al H2 natural, ahora es el momento de ir más allá e investigar también las vías de migración del hidrógeno y los ecosistemas microbianos profundos que lo consumen para comprender mejor dónde pueden formarse realmente los posibles reservorios de H2”.
Si estos estudios avanzan con éxito, las montañas podrían convertirse en una fuente clave de energía limpia, ofreciendo una alternativa renovable y sostenible a los combustibles fósiles.
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Este descubrimiento no solo abre nuevas puertas para la ciencia, sino que también podría desempeñar un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático, proporcionando una vía más eficiente para el desarrollo de la economía del hidrógeno.
El siguiente paso en esta investigación será realizar exploraciones detalladas en regiones específicas donde se detectó hidrógeno en la superficie. Los científicos esperan colaborar con industrias del sector energético para evaluar la factibilidad de extraer y almacenar hidrógeno en cantidades suficientes para el mercado global.
Si se confirma la viabilidad de estos yacimientos, la humanidad podría estar ante una revolución energética comparable a la del petróleo en el siglo XX, pero con un impacto ambiental significativamente menor.
En definitiva, el descubrimiento de hidrógeno natural en montañas no solo plantea un nuevo paradigma para la producción de energía limpia, sino que también desafía nuestras concepciones previas sobre los recursos energéticos disponibles en el planeta.
Con la investigación adecuada y el desarrollo de tecnologías de extracción eficientes, podríamos estar más cerca de un futuro donde el hidrógeno desempeñe un papel central en la matriz energética global.