
La hepatitis B es una infección viral que afecta el hígado y puede provocar cirrosis y cáncer hepático. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 250 millones de personas en el mundo tienen esa infección de manera crónica.
Ya existen tratamientos que pueden frenar la replicación del virus, pero no eliminan por completo la infección. Además, hay una vacuna eficaz para prevenir el contagio, aunque no tiene efecto sobre quienes ya han contraído el virus.
Al tener en cuenta esas situaciones, un grupo de investigadores de los Estados Unidos descubrieron un mecanismo por el cual el virus de la hepatitis B consigue establecer la infección.
Pudieron detallar que el virus necesita organizar su ADN en nucleosomas para activar el gen X y establecer la infección. Además, identificaron que un fármaco llamado CBL137 puede desestabilizar esa estructura y bloquear la producción de la proteína X, según contaron a Infobae.
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Comprobaron que bloqueó la infección en células del hígado, lo que sugiere un potencial tratamiento contra la hepatitis B crónica si los ensayos clínicos que corresponden demuestran que tiene eficacia y seguridad en las personas afectadas.
El equipo de científicos pertenece al Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering (MSK), la institución Weill Cornell Medicine y la Universidad de Rockefeller. Publicaron el trabajo en la revista Cell.
El proyecto comenzó al estudiar cómo se veían y funcionaban los cromosomas del virus de la hepatitis B. En diálogo desde los Estados Unidos con Infobae la doctora Yael David, una de las líderes del estudio, resaltó la relevancia del potencial tratamiento, aún en desarrollo.
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“Otras terapias no eliminan el virus, solo lo mantienen en un estado latente. Esperamos que este enfoque y otros similares conduzcan a la completa erradicación del virus y actúen como una verdadera cura”, expresó la científica, quien dirigió el estudio en colaboración con Robert Schwartz y Viviana Risca.
Consideran ahora que la estrategia de bloquear la organización de la cromatina del virus podría aplicarse también a otros virus de ADN, como el papilomavirus o los herpesvirus.
“Es otra razón por la que este trabajo resulta emocionante: sus amplias implicaciones para otros virus, tanto en términos de mecanismo como de terapia”, afirmó la científica.
¿Qué le pasa a una persona que tiene hepatitis B?
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La hepatitis B puede causar una infección aguda o crónica. En la fase aguda, algunos pacientes presentan síntomas como fatiga, fiebre, coloración amarillenta de la piel, los ojos y las mucosas y dolor abdominal. Sin embargo, muchas personas no manifiestan signos visibles.
Cuando la infección se vuelve crónica, el virus se mantiene en el hígado durante años y se pueden generar daños graves, incluyendo cirrosis y cáncer hepático. Según la OMS, la hepatitis B es responsable de más de un millón de muertes al año en el mundo.
En la investigación publicada en Cell, los científicos estudiaron cómo el virus establece una infección en las células hepáticas.
Para eso, reconstruyeron en el laboratorio la estructura del ADN viral, conocida como minicromosoma. Este modelo permitió a los científicos analizar cómo la hepatitis B organiza su material genético para iniciar la infección y, en particular, el papel de la proteína X del virus.
¿Qué resultados aportó el nuevo estudio?
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Los investigadores descubrieron que la hepatitis B utiliza las proteínas humanas encargadas de empaquetar el ADN para formar nucleosomas en su propio material genético. Este proceso es crucial para activar la expresión de la proteína X, que el virus necesita para establecerse en las células del hígado.
“Esto plantea una cuestión clásica del tipo ‘¿qué fue primero, el huevo o la gallina?’, que ha desconcertado a los científicos durante décadas”, señaló la doctora David.
Para probar sus hallazgos, el equipo utilizó un fármaco llamado CBL137, que está en ensayos clínicos para tratar el cáncer.
Descubrieron que ese compuesto impide que el virus organice su material genético de manera correcta al bloquear la producción de la proteína X y, por lo tanto, la infección.
“Nos sentimos muy optimistas sobre la posibilidad de desarrollar un enfoque de tratamiento que evite o limite los efectos secundarios”, afirmó.
¿Hacia un nuevo tratamiento para la hepatitis B?
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Los resultados del estudio sugieren que CBL137 podría ser la base para una potencial intervención contra la hepatitis B crónica.
A diferencia de los antivirales actuales, que solo frenan la replicación del virus, este fármaco podría dificultar o prevenir la infección. Sin embargo, antes de llegar a los ensayos clínicos en humanos, los investigadores deben realizar pruebas en modelos animales para confirmar su seguridad y eficacia. Es decir, falta mucho.
Además, los científicos señalaron que esta estrategia podría aplicarse a otros virus que dependen de la cromatina para su replicación, como los virus del herpes y el papiloma humano (VPH).
Cuáles son los desafíos para el futuro

La doctora David reconoció que habrá desafíos durante los próximos pasos de la investigación. “El fármaco CBL137 actúa como una quimioterapia, lo que significa que tiene el potencial de ser altamente tóxico para las células humanas. Además, su objetivo es el ADN”, aclaró a Infobae.
“Al considerar estos desafíos, actualmente estamos trabajando en aprovechar la plataforma que desarrollamos para identificar nuevos fármacos basados en el mecanismo que descubrimos”, dijo.
En cuanto a los modelos animales, la mayoría no se infecta con el virus de la hepatitis B y eso representa un desafío importante. “Los ratones con hígado humanizado son lo más cercano que podemos utilizar, y planeamos trabajar con ellos en el futuro próximo”, adelantó.
“Como el fármaco está en siendo evaluado en ensayos clínicos para el cáncer, sabemos que los humanos lo toleran. Sin embargo, pasará un tiempo y se deberán realizar muchas pruebas antes de que este medicamento pueda usarse contra la hepatitis B”, admitió.
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Por su parte, Jorge Quarleri, investigador del Instituto INBIRS que depende del Conicet y la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, comentó a Infobae después de leer el trabajo publicado: “El estudio ofrece una evidencia clara sobre el uso de una molécula pequeña, llamada CBL137. Tiene capacidad de alterar la integridad del minicromosoma del virus de la hepatitis B. Redunda en la incapacidad de producir esa proteína X lo que conlleva a inhabilitar al virus para replicarse en los hepatocitos”.
Además, enfatizó que “ese blanco de acción para una droga antiviral no había sido previamente explorado y sin dudas es un paso alentador para el desarrollo de una terapia antiviral. Abre también una nueva perspectiva para tratar otras infecciones virales donde también se da la asociación del genoma viral con proteínas celulares en el núcleo”.
Queda por delante poner en evidencia -acotó Quarleri- “si la efectividad de la droga CBL137 puede reproducirse en modelos animales de infección por este virus”. Reconoció también que es un escollo dado que para el virus de la hepatitis, los modelos son muy limitados.