Tras el exitoso lanzamiento del cohete New Glenn de Bezos, el Starship de Musk se prepara para un nuevo vuelo de prueba

La rivalidad que tienen los millonarios en distintos ámbitos, también llegó al espacio. En 2021, Elon Musk, el exitoso empresario, CEO de SpaceX, Tesla, la red social X y otras muchas otras empresas exitosas, se burló de su par Jeff Bezos, dueño de la compañía espacial Blue Origin, Amazon y The Washington Post, al criticar un fallido lanzamiento: “No puede llegar a órbita, ja, ja”, escribió en Twitter.

Cuatro años más tarde y con casi 25 de experiencia espacial con Blue Origin, uno de sus cohetes poderosos, el flamante New Glenn, fue lanzado con éxito esta madrugada desde la Base de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en el estado de Florida, EEUU. Y sucede el mismo día que se espera que Starship, el gran cohete de SpaceX, haga su séptimo vuelo de prueba no tripulado con nuevos avances.

El CEO de SpaceX se reivindicó de aquel posteo en la hoy X y felicitó a Bezos con un doble mensaje por el logro de su nuevo cohete: “Muy bien Bezos y a todo el equipo de Blue Origin”. “¡Felicitaciones por alcanzar la órbita en el primer intento!”.

El primer lanzamiento del New Glenn, el imponente cohete reutilizable de Blue Origin, marca un hito en la carrera espacial comercial. Con 98 metros de altura y una capacidad de carga de hasta 45 toneladas métricas, este vehículo espacial posiciona a la empresa fundada por Jeff Bezos como un fuerte competidor en un mercado dominado por SpaceX, de Elon Musk.

El lanzamiento se realizó desde Cabo Cañaveral, Florida, a las 2:03 hora local, tras múltiples retrasos debido a problemas técnicos y condiciones climáticas adversas. “¡DESPEGUE! New Glenn está iniciando su primer ascenso hacia las estrellas”, anunció Blue Origin en la red social X, reflejando la importancia de esta misión inaugural denominada NG-1.

Su principal objetivo fue alcanzar la órbita terrestre baja, cosa que tiene un papel crucial en la obtención de certificaciones necesarias para que New Glenn pueda ejecutar misiones de seguridad nacional del gobierno de Estados Unidos. Y si bien fue un día extraordinario para Bezos, su empresa espacial falló en algo importante: la primera etapa no pudo aterrizar en la barcaza que tenía preparada en medio del océano Atlántico y el cohete se perdió completo en el espacio.

Una de las tareas a completar en futuros despegues, es precisamente que la parte reutilizable del cohete vuelva a una plataforma segura para ser nuevamente lanzada en próximas misiones.

El éxito de la nueva industria espacial reside fundamentalmente en la reutilización de cohetes, cosa que aprendió muy bien SpaceX y por eso, con su cohete estrella Falcon 9, ha podido lanzar 113 de estas naves al espacio solo el año pasado.

Durante este vuelo de prueba, se evaluaron los sistemas operativos y terrestres del módulo, así como la funcionalidad de los motores y propulsores. Y a bordo del cohete Blue Origin se transportó el Blue Ring Pathfinder, un módulo diseñado para operar en diversas órbitas y que servirá como base para futuras operaciones espaciales de la compañía, algo que la NASA observa con mucho interés para sus próximas misiones a la Luna.

Con este nuevo lanzamiento, Blue Origin entró a competir directamente con SpaceX en un mercado que este último ha dominado durante más de una década. En 2024, los cohetes de SpaceX realizaron 133 lanzamientos con todos sus cohetes, representando la mayoría de los 145 lanzamientos realizados en Estados Unidos y más de la mitad de los lanzamientos globales.

El New Glenn, diseñado para cargas pesadas, busca posicionarse como una alternativa viable al Falcon Heavy de SpaceX. Entre sus ventajas destaca un cono de nariz más amplio, que permite transportar el doble de volumen de carga útil en comparación con el Falcon 9.

Además, Blue Origin asegura que sus motores permiten transportar más masa por un costo proporcionalmente competitivo, aunque el precio base por lanzamiento del New Glenn es de 110 millones de dólares, en comparación con los 70 millones del Falcon 9. Los operadores también tienen en cuenta que en el cohete de Bezos pueden entrar 2 satélites en lugar de 1 del Falcon 9 de SpaceX, por lo que el lanzamiento le puede costar hasta un 50% menos por carga.

Blue Origin ya se ha asegurado importantes contratos con empresas tecnológicas y gubernamentales. La compañía tiene un rol central en el despliegue del Proyecto Kuiper, una constelación de satélites de Internet diseñada por Amazon para competir con Starlink, de SpaceX. Bezos planea utilizar el New Glenn para lanzar al menos el 23% de los satélites Kuiper, un acuerdo valorado en 2700 millones de dólares hasta 2028.

El gobierno estadounidense confía en Blue Origin para competir en misiones estratégicas, otorgándole la posibilidad de disputar contratos de lanzamiento valorados en 5600 millones de dólares hasta 2029. Estas misiones incluyen el envío de satélites de inteligencia y comunicaciones, así como el desarrollo de módulos de aterrizaje para el programa Artemis de la NASA, que busca regresar a la Luna.

SpaceX tiene programado para esta tarde un nuevo lanzamiento de su más poderoso cohete espacial: el Starship. La nave de 122 metros de altura, que consta de dos etapas, despegará desde el sitio Starbase, en el sur de Texas a las 16 hora local (22 hs GMT y 19 hs de Argentina).

Ambas etapas fueron diseñadas para ser reutilizadas completa y rápidamente: un propulsor gigante llamado Super Heavy de 70 metros de altura y una nave espacial de 50 metros conocida como Starship o simplemente Ship.

Starship ha volado seis veces hasta la fecha: dos veces en 2023 y en marzo, junio, octubre y noviembre del año pasado. La misión de octubre incluyó una captura sin precedentes de Super Heavy por parte de los brazos “de palillo” de la torre de lanzamiento, una hazaña que SpaceX quiere repetir en el vuelo de hoy.

“Este nuevo año será transformador para Starship, con el objetivo de reutilizar todo el sistema en línea y volar misiones cada vez más ambiciosas a medida que avanzamos hacia poder enviar humanos y carga a la órbita de la Tierra, la Luna y Marte“, escribió SpaceX en un avance de la misión Flight 7.

La competencia entre Blue Origin y SpaceX no solo se da en el ámbito tecnológico, sino también en la filosofía empresarial. Mientras Musk avanza bajo el lema de “moverse rápido y fallar rápido”, Bezos apuesta por un enfoque más pausado y meticuloso, resumido en el latín “gradatim ferociter” (“paso a paso, ferozmente”).

Esta visión ha permitido a Blue Origin desarrollar infraestructuras masivas y tecnologías avanzadas, como el potente motor BE-4, que también impulsa el cohete Vulcan de United Launch Alliance.

Sin embargo, esta estrategia ha sido objeto de críticas debido a la percepción de que Blue Origin avanza con lentitud frente a la rapidez de SpaceX. Carissa Christensen, CEO de BryceTech, consultora especializada en temas espaciales, lo resume así: “Es fácil bromear con que ‘SpaceX hizo mucho y Blue Origin hizo poco’, pero el tema es más complejo”.

El éxito del lanzamiento del New Glenn marca un paso importante, pero no exento de desafíos. Aunque Blue Origin logró colocar su carga útil en órbita, el fallo en el aterrizaje del propulsor y su recuperación refleja que aún queda camino por recorrer para alcanzar la eficiencia operativa de SpaceX, que ha hecho rutinarios los aterrizajes controlados de sus cohetes.

Bezos tiene una visión ambiciosa para Blue Origin: trasladar la industria pesada fuera del planeta y crear una economía espacial que permita preservar la Tierra como un entorno habitable. Según él, lograr esto requiere reducir los costos de acceso al espacio en un 99%, un objetivo que considera alcanzable a través de tecnologías como el New Glenn. “Sabemos cómo viajar al espacio. Sabemos cómo aterrizar en la Luna. Tenemos que lograr hacerlo cien veces más barato”, afirmó en una entrevista reciente.

El debut del New Glenn es más que un simple lanzamiento; representa un momento crucial para el futuro de la exploración espacial comercial.

Con un diseño que promete transportar grandes volúmenes de carga, alianzas estratégicas con gigantes como la NASA y Amazon, y una visión a largo plazo enfocada en la sostenibilidad, Blue Origin está posicionándose como un actor clave en un mercado liderado por SpaceX.

Aunque el camino hacia la consolidación es largo, el New Glenn ya ha comenzado a demostrar su potencial, dejando claro que la competencia en el espacio apenas comienza.

¿Será suficiente el enfoque metódico de Bezos para igualar la velocidad y audacia de Musk? Solo el tiempo y los próximos lanzamientos lo dirán.