El gobierno de Trinidad y Tobago anunció este viernes que realizará nuevos ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos, en un contexto de crecientes tensiones diplomáticas con Venezuela por el despliegue de fuerzas estadounidenses en el Caribe. Las maniobras, según el Ministerio de Relaciones Exteriores trinitense, están programadas entre el 16 y el 21 de noviembre y buscan reforzar la colaboración entre ambos países frente al desafío que supone el narcotráfico en la región, uno de los ejes que han suscitado focos de conflicto diplomático recientemente.
La nueva ronda de ejercicios bilaterales marca la segunda instancia en menos de un mes en que ambos países cooperan a este nivel. El 26 de octubre, el destructor estadounidense USS Gravely atracó en Puerto España, situado a apenas 10 kilómetros de las costas venezolanas. Este gesto provocó una crisis diplomática entre el régimen de Venezuela y el de Trinidad y Tobago, principalmente reflejada en la suspensión del acuerdo energético bilateral y la declaración de persona non grata a la primera ministra trinitense Kamla Persad-Bissessar por parte de la Asamblea Nacional venezolana.
La Cancillería de Trinidad y Tobago subrayó en un comunicado que la actividad “forma parte de la larga historia de colaboración” y demuestra la fortaleza de las relaciones bilaterales con Estados Unidos. Además, remarcó que este tipo de ejercicios responden a la necesidad urgente de combatir los delitos con armas de fuego y la violencia de pandillas, problemas que la administración local calificó como “devastadores” para la sociedad local.
Washington profundizó su presencia militar en la región desde septiembre, con el despliegue de buques de guerra, aviones de combate y miles de soldados, como parte de una estrategia declarada de lucha contra el narcotráfico en el Caribe y el Pacífico oriental. Entre sus operaciones figura el bombardeo de al menos 21 embarcaciones consideradas como narcolanchas, con un saldo de unos 80 fallecidos, de acuerdo con datos citados en medios internacionales.
Venezuela ha denunciado repetidamente que tales operaciones constituyen una excusa de Estados Unidos para impulsar un cambio de régimen en Caracas y desestabilizar a la dictadura de Nicolás Maduro, a quien la Casa Blanca cataloga como ilegítimo y responsabiliza de liderar una red internacional de narcotráfico. Diosdado Cabello, secretario general del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), sostuvo en rueda de prensa que la postura de Trinidad y Tobago convierte al país caribeño en “un frente contra Venezuela” y aseveró que las históricamente buenas relaciones bilaterales han sido deterioradas por las decisiones de la primera ministra trinitense.
El ministro de Exteriores venezolano, Yván Gil, informó el 27 de octubre que su país había alertado a Trinidad y Tobago sobre presuntas operaciones de falsa bandera orquestadas por la CIA, que incluirían ataques a buques militares estadounidenses en la isla para responsabilizar posteriormente a Caracas.
La llegada del USS Gravely a Trinidad y Tobago también motivó que el gobierno trinitense declarara el estado de alerta general entre sus efectivos militares y policiales, según mensajes internos de las Fuerzas Armadas difundidos a los medios. El clima de tensión provocó que ciudadanos en Puerto España se abastecieran masivamente de víveres y combustible. Las autoridades locales, no obstante, hicieron repetidos llamados a la calma y aseguraron mantener “contacto activo” con la embajada estadounidense.
La postura de Estados Unidos es que las acciones militares en el Caribe tienen como único objetivo combatir el narcotráfico. El presidente Donald Trump afirmó que no tiene intención de lanzar ataques contra Venezuela, negando reportes periodísticos sobre una posible ofensiva. El jefe diplomático estadounidense, Marco Rubio, calificó como “noticia falsa” la presunta preparación de ataques militares por parte de Washington contra el país sudamericano.
La escalada reciente en la crisis diplomática motivó a Nicolás Maduro a suspender todos los acuerdos de explotación de gas con Trinidad y Tobago, considerando estos ejercicios militares como una “amenaza” directa a la soberanía venezolana. Maduro sostuvo que la decisión es una medida cautelar a la espera de recomendaciones constitucionales de los entes estatales y denunció que la presencia militar norteamericana busca desatar una “nueva guerra eterna”.
Del lado trinitense, Persad-Bissessar minimizó el impacto potencial de la suspensión energética, calificando los ejercicios militares como necesarios para la “seguridad interna” y rechazando que el futuro del país dependa de las relaciones con Venezuela. Por su parte, la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez argumentó que el distanciamiento responde a la supuesta alineación del gobierno trinitense con la “agenda guerrerista” estadounidense.
Mientras tanto, el despliegue de fuerzas estadounidenses en el Caribe se mantiene. La llegada de nuevos portaaviones y aviones de combate a la región es percibida desde Caracas como una acción hostil. Las autoridades venezolanas han reiterado su rechazo a estas operaciones, advirtiendo sobre un posible intento de derrocamiento del gobierno actual, mientras Trinidad y Tobago reafirma su alianza con Washington para intentar contener la violencia y el tráfico ilícito que afectan a la región.
(Con información de AFP, EFE y EP)
Últimas Noticias
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, compareció ante una comisión en un nuevo intento de levantamiento de su inmunidad
El Tribunal electoral ya le prohibió participar en la campaña de 2026 tras concluir que utilizó su cargo para favorecer a un proyecto político
El Supremo Tribunal Federal de Brasil acusó a Eduardo Bolsonaro por coacción a la justicia en la causa que condenó a su padre
El diputado podría enfrentar una pena de hasta cuatro años de prisión y sentar un precedente en la política de su país
Punta del Este tendrá estacionamiento tarifado desde el verano 2027
La Intendencia de Maldonado pretende ordenar el tránsito en el principal balneario del país ante el crecimiento de la población y el impacto del turismo en la temporada
El 57% de Santiago de Cuba sigue sin electricidad dos semanas después del paso del huracán Melissa
El régimen castrista calificó la situación en la zona afectada como “compleja y difícil”: hay 95 mil viviendas afectadas, de las cuales 2.500 se derrumbaron por completo
El nuevo embajador de Estados Unidos en Chile visitó la ciudad donde predicó en su juventud misionera
“Quise comenzar mi misión aquí en La Ligua, porque es un lugar especial para mí”, dijo Brandon Judd en un video publicado por la delegación norteamericana



