
Al menos 47 presos cubanos fueron víctimas de 67 violaciones a los derechos humanos durante octubre, incluidas la muerte de dos reclusos, según informó este miércoles el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas (CDPC) en su informe mensual.
La organización independiente, con sede en México, detalló que “se notificaron, total o parcialmente, trece funcionarios penitenciarios (una mujer y doce hombres) como autores directos de las violaciones registradas”, registrando casos de hostigamiento, negación de atención médica, condiciones de vida inadecuadas y golpizas como fenómenos recurrentes en el sistema penal.
Entre las situaciones documentadas por el CDPC destacaron 50 incidentes de hostigamiento, 24 casos de negación de atención médica, 12 reportes de condiciones de vida inadecuadas, 10 traslados arbitrarios, 9 problemas de alimentación y 7 episodios de golpizas o tortura física. Además, la organización alertó sobre la propagación de enfermedades contagiosas, señalando que en al menos dos campamentos de trabajo forzado hubo brotes de dengue, chikunguña y fiebre de oropouche, enfermedades epidémicas señaladas recientemente por las autoridades sanitarias.
En cuanto a las muertes, el CDPC responsabilizó a la “atención médica negligente” por el fallecimiento de Serguey Marrero Faure en la prisión de Guantánamo, después de que le detectaran un trombo en la pierna sin recibir tratamiento adecuado. La otra víctima mortal, Yoendris Tornés, fue hallado ahorcado en el baño de una empresa en la que realizaba trabajos forzados, en La Lima, La Habana.
En su informe anual, la ONG reportó al menos 60 muertes en las cárceles cubanas entre marzo de 2024 y marzo de 2025. De acuerdo con el documento, 47 de estos decesos estuvieron vinculados a problemas de salud física o mental y a la falta de atención médica oportuna, mientras que siete se relacionaron con actos de violencia física.
El panorama descrito por el CDPC encuentra respaldo en los datos aportados esta semana por Prisoners Defenders, organización internacional dedicada a la defensa de derechos humanos, que denunció la existencia de 1.179 presos políticos y cientos de muertes relacionadas con torturas, enfermedades e insuficiente atención médica en los penales del país.
Según el reporte recogido por Prisoners Defenders, en octubre se sumaron once nuevos presos políticos, coincidiendo con episodios que denuncian represión creciente no solo contra activistas sino también contra ciudadanos sin militancia política. La entidad resaltó que el hacinamiento, la desnutrición, la falta de medicinas y la violencia institucional han convertido a las cárceles cubanas en lugares de alto riesgo, tanto para la integridad física como para la salud mental de los internos.
Sobre el impacto de la crisis carcelaria en Cuba, Prisoners Defenders agregó que “463 prisioneros presentan patologías graves y 40 padecen trastornos mentales sin atención sanitaria”. Además, 35 menores de edad permanecen en prisión por delitos políticos, muchos de ellos condenados por “sedición” hasta una media de cinco años.
Durante octubre, la situación sanitaria de las cárceles se agravó debido al paso del huracán Melissa, que provocó evacuaciones y empeoró condiciones de hacinamiento y precariedad en centros penitenciarios como Aguadores, en Santiago de Cuba, y Combinado del Sur, en Matanzas, donde, según la organización, “cuando se enferman, los aíslan, pero no tienen ni un solo medicamento para darles”.
Según Prisoners Defenders, en los últimos doce meses ingresaron en prisión 155 nuevas personas por motivos políticos, y desde julio de 2021, han sido privadas de libertad 1.906 personas bajo cargos relacionados con el ejercicio de derechos fundamentales. La entidad concluyó que el patrón represivo en Cuba es “estructural y sistemático” y exigió una respuesta urgente de la comunidad internacional frente a la gravedad de las denuncias.
(Con información de EFE)
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